Capítulo 11

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ANTES

Jeremiah y yo nos habíamos quedado hasta tarde en la pequeña cocina simplemente platicando un rato sobre su trabajo y de lo bien que la estábamos pasando juntos. Llevaba viviendo una semana con él y era increíble, en las mañanas no podía interrumpirlo mucho ya que estaba trabajando, además de que Ecco no me dejaba entrar a la sala de cámaras/ su oficina para al menos decirle buenos días.

Ahora que era viernes podíamos pasar el día sin preocuparnos, es por eso que decidimos platicar un poco mientras bebíamos vino, aunque la verdad, al parecer nos habíamos pasado un poco ya que nos empezábamos a reír de cosas inútiles y de chistes malos que hacíamos entre nosotros. Ibamos por la quinta copa de vino cuando Jeremiah empezó a reírse a carcajadas sobre algo que ni recuerdo.

—Okay, okay —empezó—. ¿Cuántos novios has tenido en el pasado? —dice bebiendo lo último de su copa.

—Solo tuve uno pero no era nada serio, solo salimos porque unos chicos lo molestaban y decidimos solo ser novios por dos días —sonreí.

—He tenido solo tres, estaban algo locas, no soportaban que no tuviera tiempo para ellas. Pero ya sabes —dijo sirviéndose otra copa—. Cuándo eres el chico inteligente de la familia simplemente te concentras en la inteligencia que puedes tener —sonreí.

—Creo que ya tomaste demasiado —dije para quitarle la copa y tomar un poco de ella—. Es tarde, tenemos que ir a dormir —sonreí.

—No quiero, la noche es joven y necesito beber más —balbuceó.

Intenté pararme pero por poco y me caigo, di una gran carcajada por lo mareada que estaba pero me dio más risa al ver a Jeremiah a punto de caerse mientras se levantaba. Tomé su brazo y lo puse alrededor de mis hombros. Al salir al pasillo subí las escaleras de cemento que habían ahí y presioné un lado de la pared para abrir la puerta.

—Aquí no hay alcohol —escuché a Jeremiah—. Este es mi puto cuarto.

—A dormir —dije haciendo que se sentara en su cama, al querer irme, él sostuvo mi mano y me atrajo hacia él, haciendo que me sentara a horcajadas—. ¿Qué pasa? —sonreí.

—Quédate —murmura, él me quita el cabello de la cara y sonríe—. Eres demasiado preciosa, Violette.

Negué con la cabeza y sonreí, en eso, nuestros labios se juntaron en un beso. De pronto el ambiente de esta habitación se había vuelto caliente, sentía que mi cuerpo quemaba. Sentí como las manos de Jeremiah se deslizaban de mi cintura hacia mi trasero, aprestándolo para que me acercara más, lo cual ocasionó que se me escapara un gemido.

Los besos de Jeremiah se habían deslizado hasta mi cuello, lo cual me hacía suspirar y gemir por la sensación que sentía. Sentía la erección que tenía debajo de mi así que sin pensarlo, mis caderas comenzaron a moverse con tal de rozar nuestros sexos aún teniendo la ropa puesta. Volví a besar a Jeremiah cuando él me pone más contra él y me dan unas inmensas ganas de poder tocarle debajo de la ropa, pero me contengo.

—Necesitamos dormir —murmuré cerca de sus labios.

—Podemos hacer cosas mejores que dormir —dice volviendo a besarme.

—Hablo en serio —susurré.

Sentía los ojos pesados y me levanté para luego acostarme en su cama, él se acostó a mi lado y me tomó de la mano. Cerré los ojos cuando no pude soportar más y me dejé caer en profundo sueño.

PSYCHO  ☠︎JEREMIAH VALESKA☠︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora