PRESENTE
Un par de semanas habían pasado desde que Jeremiah y yo habíamos discutido sobre Bruce Wayne, no era la primera vez que lo hacía. Si antes era alguien celoso, al parecer ahora lo era más. Cada recuerdo viene a mi mente desde que llegué aquí, y mientras más recuerdo al chico con el que solía estar, más me enamoro de él, aún sabiendo que no volverá. Me quité el broche del cabello y lo dejé en la cómoda, había trabajado todo el día de hoy para el tercer prototipo, el cual había terminado hace unas horas. Ya eran como las tres de la mañana.
—¿Te vas a dormir? —escucho en mi habitación, sonrío y niego con la cabeza—. Te hablo desde tu cabeza.
—Y una mierda, Jeremiah —dije divertida, entonces miré hacia la cámara—. Estoy cansada, ¿qué quieres?
—Ve al piso de arriba, tengo una sorpresa.
En cuánto la cámara se apagó, me quité la ropa y me coloqué una camisa y un pantalón de pijama. Salí de mi habitación para dirigirme hacia la escalera y fui al piso de arriba, la puerta se abrió pero todo estaba oscuro, las luces se prendieron cuando entre a la habitación de Jeremiah, no había muchos cambios desde que me fui. Envidiaba esta habitación, era la única que tenía un tragaluz.
—¿Estás cansada? —miro a mi lado y Jeremiah se encuentra apoyado en la pared. Yo asentí—. Te estaba viendo hace un rato, tengo la certeza de que esta vez funcionará. Aunque me has decepcionado un poco, te haces llamar una fanática de la ciencia cuando ni siquiera puedes hacer un somnífero bien.
—Sí vas a reprochar mi trabajo, prefiero irme a dormir —me vuelvo hacia la puerta pero cuando oprimo el botón, no se abre—. ¡Abre la puerta! —exclamé.
—Todavía no he terminado, amor —dice acercándose—. Te castigué una vez por tratar de envenenarme, pero no te he castigado por lo que sucedió en el callejón, desobedeciste mis reglas.
—Mira, estoy demasiado cansada para tus estúpidos castigos —espeté—. Si quieres excitarme para luego dejarme en la nada, hazlo rápido, porque quiero dormir.
—¿Quién dijo que esta vez voy a dejarte con ganas? —pregunta lentamente.
—¿A qué te refieres? —pregunté, él sonrió.
—Tú serás la que venga hacia a mí está vez —sonríe.
Pongo los ojos en blanco y me dirijo a la cama, gateo hacia llegar al comienzo y quito las sábanas tendidas para acostarme debajo de ellas. No tenía ganas de sus juegos, lo único que quería era dormir. Siento el cuerpo de Jeremiah acostarse a mi lado debajo de las sábanas y yo cierro los ojos en cuanto las luces se apagan otra vez, solo se ve un poco de la luz que sale del tragaluz arriba de su cama. Sentí la mano de Jeremiah ponerse en mi cintura, pero yo me volví hacia él.
—No me toques —espeté, pero él me dio una sonrisa.
—Supuse que querías que lo hiciera, estas removiendo las piernas demasiado —me acerqué más a él y coloqué mi pierna arriba de la suya para después poner mi mano en su pecho—. ¿Qué haces?
—Ya cállate y déjame dormir.
Él se acomoda un poco y me abraza de la misma manera, siento mis ojos pesados y caigo en profundo sueño. A la mañana siguiente despierto por constantes caricias en mi mejilla, abro los ojos lentamente y veo a Jeremiah mirándome, di una media sonrisa y volví a abrazarme a él.
—Es hora de que despiertes —murmura en mi oído.
—Quisiera quedarme así todo el día —admití—, como los viejos tiempos.
Entonces caí en cuenta de algo, esto ya no eran como los viejos tiempos, esto no era un simple recuerdo mío. Me separé de él lo más rápido que pude y me senté, él me miró extrañado. No podía dejarme llevar tan simplemente, Jeremiah no era el de antes, él ahora había matado a miles de personas y eso es algo que yo no podía perdonar.
—¿Qué ocurre? —pregunta sentándose.
—No deberíamos hacer esto —confesé—. Tú no sientes nada por mi, no debí haber dormido aquí en primer lugar.
—Tú fuiste la que quiso dormir aquí, yo no te obligué a nada —sonríe.
—¡Tú cerraste la puta puerta! —exclamé, entonces entendí lo que él realmente quería—. Estás tratando de que me enamore de ti otra vez.
Al decir eso, él toma mis muñecas y se pone encima mío. Él estaba demasiado cerca pero aún así sonreía como si le hubiera contando el mejor chiste del mundo.
—¿Otra vez? Pensé que aún me amabas, amor —dice él—. ¿Por qué crees eso?
—Porque sé que tú me quieres para ti solamente, tal y como trataste de hacerlo hace años —murmuré, su sonrisa se desvanece y se cerca a mis labios.
—La pregunta aquí es —murmura rozando mis labios con los suyos—, si tú quieres quedarte a mi lado está vez, Violette.
Cierro los ojos, esperando a que me bese, pero no lo hace. No podía mentirle a la cara y decirle que no lo amaba, aunque me sentía tan estúpida de hacerlo mientras que él solo me ve como alguien insignificante. Acerqué mis labios con los suyos formando un beso, tal vez no lo besaba por amor, simplemente porque la tensión sexual entre nosotros se había puesto cada vez más tensa. Jeremiah apretó con más fuerza mis muñecas, profundizando el beso. A medida que el beso subía más la intensidad, más nuestros cuerpos rozaban con el otro.
—Necesitamos parar —susurré al alejarme de él.
—¿Es lo que de verdad quieres? Porque tú cuerpo pide otra cosa.
—Jeremiah, por favor, solo...
Él me interrumpe volviendo a besarme nuevamente, y es en ese momento en donde mando a la mierda todo. Mis brazos rodean su cuello y me abrazo a él mientras abro las piernas para juntarme a su cuerpo. Intento quitarle toda la ropa que tiene encima, mi pijama acompaña su ropa en el suelo y volvemos a besarnos. Siento sus manos acariciando mis pechos y gimo cuando deja besos en mi cuello. Él entra en mi tan fuerte que suelto un grito, me abrazo más a él para sentirlo mejor y gimo cuando se mueve dentro de mi.
Sus manos toman las mías y las coloca arriba de mi cabeza para moverse más rápido y profundo, siento que mis gemidos se escuchan en todo el búnker pero por lo menos estamos solos aquí. Jeremiah muerde mi cuello cuando se viene dentro de mi y yo me corro. Calmo mí respiración un poco pero él tiene una sonrisa en la cara.
—Al parecer te ha gustado —le empujo y él se coloca a mi lado—, cámbiate y vuelve al trabajo.
—Necesito una pastilla —confesé cuando él se levantó de la cama.
—Le diré a alguien que la traiga —murmura, pero luego se vuelve hacía a mi—. Me da gusto que me sigas amando, amor.
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PSYCHO ☠︎JEREMIAH VALESKA☠︎
FanfictionPRECUELA DEL FANFIC MANIAC Lo conocí desde mucho antes, en mi mente había sido un vago recuerdo del pasado. Cuando mis padres murieron en un trágico accidente sabía que tenía que volver a la ciudad. Estaba sola, hasta que él volvió a aparecer con...