ANTES
Jeremiah y yo cumplíamos dos meses de novios hoy. Mis padres habían llamado para decirme que el proyecto que ellos tenían aún no estaba terminado y es probable que se queden más tiempo de lo habitual, sin embargo, las vacaciones estaban a sólo semanas de acabarse y eso me entristecía un poco porque Jeremiah y yo no nos veremos tan seguido como estos meses anteriores. Han sido los mejores meses sin duda alguna, nuestra relación iba mejorando, simplemente era muy afortunada de que mi mejor amigo era el hombre que amo.
—Violette —escucho a mi lado, Ecco estaba mirándome de pies a cabeza—. Jeremiah quiere verte, está en la oficina.
—Claro —respondí.
De la cocina a la oficina de Jeremiah estaba algo cerca así que no me tomó mucho tiempo en llegar, al entrar vi a Jeremiah viendo los televisores con los brazos cruzados, me dirigí hacia él pero no había nada ahí, simplemente estaba observando las cámaras.
—Hay veces en donde quisiera tener el control de todo —dice él mirando los televisores—, dejar de vivir con miedo y que yo pueda vivir en paz. Derrumbar todo lo que esté aquí para construir algo nuevo y fascinante.
—Jeremiah —yo pongo mi mano encima de la suya y el desvía la mirada hacia a mí, pero es una mirada seria—, ¿qué le hiciste a él para que quisiera matarte? —pregunté.
—¿Me crees capaz de haberle hecho algo a mi propio hermano? —pregunta de vuelta—. Yo no hice nada, él nació mal... Escapó de Arkham otra vez —confiesa—. Viene a por mi.
—Él ha escapado muchas veces de Arkham y nunca te ha buscado o algo así, tal vez se le olvidó que existes. Mírame —cuando él dirige la mirada a mi podía notar sus ojeras, se le veía cansado y con miedo—, estás aquí y él no lo sabe y espero que jamás te encuentre.
—Sí él me encuentra te va a hacer daño —dice tomándome de las manos—, y no quiero que eso pase, Violette. Eres todo lo que tengo ahora y no quiero que él te separe de mi lado.
—No lo hará —admití—, además sé que tú no permitirías eso jamás.
—Yo solo... —él mira al suelo y luego vuelve a mirarme otra vez—, solo quiero que estés conmigo siempre —dejé salir todo el aire que tenía dentro y sonreí.
—¿Acaso estás proponiendo que...?
—Sí —interrumpe, y suelta mi mano para sacar un anillo de su bolsillo. Mi sonrisa se desvanece y mi cuerpo comenzó a temblar por dicha sorpresa—, sé que es pronto, mierda, debo estar loco. No tiene que ser hoy ni mañana ni en tres o cinco años, solo quiero que estés para mí. Se mía.
Me quedo mirando el anillo sin responder o reaccionar, era demasiado pronto, no había pasado ni un año desde que nos conocimos, además de que ambos todavía éramos muy jóvenes para entender lo que era un verdadero matrimonio. No tenía que ser ni hoy ni en mucho tempo, él solo quería que yo estuviera con él, y debido a su propuesta me entró el miedo. Jeremiah sabía que algo malo podría pasarle, y que estaba asustado, y no quería perderlo.
—Sí —salieron de mis labios—, yo quiero estar contigo.
Él me puso el anillo de plata en mi dedo y sonrió al igual que yo, me besó y yo le seguí el beso. Me abracé a él y su cuerpo me empujó hacia la pequeña mesa que había frente a los televisores. Sus besos pasaron de mis labios a mi cuello y sentía una sensación increíble, procedí a quitarle el blazer que traía puesto y desabroché su camisa. Mi cuerpo se sentía tan caliente ahora mismo, y tenía la sensación de que nosotros ya habíamos estado así en una situación similar.
—Deberíamos parar —murmura Jeremiah en mi oído.
—No quiero parar —admití en un susurro—. Yo quiero...
Las palabras no salen de mi boca debido a que me entra la vergüenza, Jeremiah me mira a los ojos por un momento y vuelve a besarme en los labios. Me toma de la cintura y hace que me siente encima de la mesa, mis piernas se abren dejando que él se coloque entre ellas. Siento sus manos por todo mi cuerpo y eso solo hace que la sensación suba más. Desabroché el cierre de su pantalón y él sube mi falda para quitarme las bragas, pero entonces vuelve a parar.
—No tengo un condón ahora —gruñe cerca de mis labios. Entonces una sonrisa de maldad se presenta en mi rostro.
—Puedes decirle a Ecco que compre un Plan B mañana por la mañana —Jeremiah sonríe y niega con la cabeza—. Yo creo que lo comprará ahora mismo si se lo dices.
Él vuelve a besarme y yo le respondo el beso, gimo cuando su miembro entra en mi poco a poco y un pequeño grito sale de mis labios, lo cual hace que me abrace a él más fuerte. La sensación de dolor se desvanece poco a poco cuando Jeremiah se mueve lentamente, varios gemidos se escapan de mi boca cuando aumenta un poco la velocidad. Arqueo la espalda cuando quiero sentirlo más cerca mientras él toma mi trasero y besa mis labios para callar mis gemidos. Varios minutos pasan hasta que Jeremiah sale de mi y se apoya contra la mesa a mi lado mientras que deja salir todo el aire que tenía dentro.
Mí corazón late con fuerza y todas las sensaciones que sentí van desapareciendo poco a poco, hasta que calmo mí respiración. Jeremiah se acerca a mi y mis pies tocan el suelo pero un dolor en mi vientre aparece.
—Ten cuidado —dice para luego abrazarme—, ¿te duele o algo? —yo negué con la cabeza.
—En mi mente me lo imaginaba como algo de película —sonreí y él rió a carcajadas—. Buen trabajo, no lo hiciste tan mal —bromeé.
—Es la primera vez que lo pruebas, no puedes decir que he estado fatal —yo me acerqué y le di un casto beso en los labios—. Te quiero.
—Yo también te quiero —confesé.
***
Al día siguiente un golpe me despertó, al ver que había en mi cara, me di cuenta que era una pastilla anticonceptiva. Miré hacia la puerta y Ecco estaba ahí de brazos cruzados, yo aún dormida le sonreí y la saludé con la mano.
—Gracias, amiga —sonreí al sentarme.
—Cierra la boca —espetó—. Él solo te quiere por sexo.
—Yo que tú me trago esas palabras —alcé mi mano y ella abrió los ojos como platos al ver el anillo—, no te preocupes, puedes ser mi dama de honor —sonreí.
—Es falso —replica.
—Más falso que tú, no lo creo —espeté—. Puedes preguntarle a él, me lo dio anoche.
—Todo lo que tienes —sonrió Ecco—, sé va a pudrir. No puedes soportar ni siquiera una semana encerrada aquí, ¿quién sabe si lo puedes hacer una vida entera? —la fulmino con la mirada—. No eres rival para mi, dentro de poco todo este acto se va a derrumbar. Y yo seré la única que esté a su lado.
La puerta se cerró frente a ella, tomé la botella de agua que había dejado anoche y abrí el empaque de la pastilla para tomarla. Al incorporarme un dolor apareció en mi vientre, era el mismo dolor que sentí ayer. Seguramente se me pasará con el tiempo. Ecco no sabe de lo que habla, ella estaba loca.
Nos acercamos al final :(
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PSYCHO ☠︎JEREMIAH VALESKA☠︎
FanficPRECUELA DEL FANFIC MANIAC Lo conocí desde mucho antes, en mi mente había sido un vago recuerdo del pasado. Cuando mis padres murieron en un trágico accidente sabía que tenía que volver a la ciudad. Estaba sola, hasta que él volvió a aparecer con...