PSYCHO ☠︎JEREMIAH VALESKA☠︎

Capítulo 22

PRESENTE

Desperté en la habitación de Jeremiah, él tragaluz no ayudaba mucho ya que toda la luz del día se dirigía a mi cara. Mi cuerpo se sentía pesado y tenía mucha sed. Al ver bien la habitación, vi a Jeremiah el cual estaba mirando al suelo con la mirada perdida, para luego ponerse la mano en los ojos y suspirar. No quería hacer ruido, pero la falta de agua en mi garganta hizo que tosiera un poco. Jeremiah me observó y se acercó a mí rápidamente, de la mesa de noche agarró un vaso de agua.

—Bebe —habló, dándome el vaso. Me incorporé como pude y bebí toda el agua del vaso—. Han pasado dos días —dice, como si estuviera apunto de preguntar cuánto tiempo estaba dormida.

—La primera vez fue una semana —bromeé, pero él solo me miró serio. Él se acerca a mi y me toma de la mejilla para luego acariciarla.

—Nunca más vuelvas a hacer eso —murmura cerca de mi rostro—, mierda pensé que... Mierda, Violette, no hagas eso.

—Algunas veces soñaba con este momento —confesé, y un par de lágrimas cayeron de mis ojos—. Soñaba que tú estuvieras a mi lado en el hospital —me mordí el labio para evitar sollozar—, y luego despertaba y simplemente no te encontraba.

Jeremiah se acercó a mí para besar mis labios, le seguí el beso como pude y aunque estuviera algo débil puse mis manos alrededor de su cuello. Era un momento tierno, Jeremiah acariciaba mi mejilla y mi cuello tan suavemente que me dieron ganas de volver a dormir. Al separarnos, él junta su frente con la mía y suspira.

—Perdóname —susurra, yo abro los ojos sorprendida—, debí haber hecho algo, esa noche, ese día en el hospital. Debí haberme quedado contigo, debí haber hecho algo. Solo perdóname, solo perdóname.

—Jeremiah —murmuré, él se alejó un poco y yo puse mi mano en su mejilla—, está en el pasado, no se puede cambiar.

Él se acerca y me da un casto beso en los labios, él observa la marca en mi clavícula, recién me había dado cuenta que no tenía camisa puesta, y que sólo la manta encima mía cubría mis pechos. Tenía varios puntos como ese día en el hospital. Suspiré de cansancio, era como si hubiera revivido esa noche y hubiera vuelto a despertar. Mi hermana no estaba a salvo con ese sujeto, y me daba alivio que él siguiera en Arkham.

Mi mirada se dirigió hacia la mesa de noche y todo aire al ver el anillo de plata, era el mismo anillo de compromiso, la mirada de Jeremiah se dirigió hacia el anillo y escuché como tragó saliva. Él toma el anillo en sus manos.

—Lo conservaste —murmuré.

—Claro que lo hice, costó mucho dinero, no lo iba a botar a la basura —una pequeña risa salió de mis labios.

—Pensé que Ecco lo tendría —confesé, pero él frunció el ceño.

—Ecco no debería tener nada tuyo —gruñe—, fuiste algo tonta al darle el broche cuando yo te lo regalé a ti.

—Sí, fue algo estúpido —confesé—. ¿Qué pasó contigo después de todo eso?

—Me encerraron en Arkham, escapé, luego hice unos cuántos trabajos hasta que —él se detiene y sonríe—, hubo una reunión familiar. Volví a estar en Arkham junto con Jerome pero yo escapé antes que él, y decidí buscarte.

—¿Me buscaste solo para arruinar la ceremonia de Bruce, o solo porque me extrañaste? —me atreví a preguntar. Él no responde, solo se levanta y deja el anillo a un lado para tomar el vaso vacío.

—Te traeré algo de comer —murmura.

Él se aleja pero antes de que se vaya, lo detengo.

—¿Por qué te cuesta tanto admitirlo, Jeremiah? —pregunté—. ¿A qué le tienes miedo?

—No es miedo, Violette —dice aún dándome la espalda—. No sirve de nada decirlo cuándo sé que no te quedarás conmigo. He cambiado y eso no lo puedes aceptar porque sé que no quieres vivir así, y es por eso que odio tanto a Bruce Wayne porque sé que él te ama y puede darte todo lo que quisieras... Tal vez si tenías razón esa vez, el Karma sí existe, y es una mierda.

Él desaparece de la habitación, en mi interior tengo la sensación de que debía de haber dicho algo, pero no lo hice. ¿Qué podría decirle? No quería mentirle, no quería decirle que me quería quedar con él mientras veo como asesina y hace daño a las personas. No podía con eso, no podía con él. Sin embargo, lo quería a él, no quería a nadie más, solo a él.