QUÉDATE A MI LADO ~JONGKEY~

VII. DE VUELTA A COREA

[07 de Abril de 2018, USA]

Temprano antes de que saliera el sol Jonghyun se encontraba con su maleta en una mano y en la otra su móvil que había muerto en la bañera la noche anterior. De pie frente a la puerta de Kibum se preguntaba si su chico ya se había despertado, sin embargo no habían luces filtrándose bajo la puerta, por lo que decidió dejarlo dormir.

—Cuando llegue a Corea te llamaré, por favor toma mi llamada —dijo al dar media vuelta e irse para tomar un taxi que lo llevaría al aeropuerto.

Claro que si hubiera bajado al estacionamiento se hubiera dado cuenta que el auto de Kibum ya no estaba.

En el aeropuerto Kevin lo recibió sonriente, pero Jonghyun estaba tan perdido que ni siquiera le prestó atención.

Fue directo a registrar su equipaje y luego a la sala de espera para abordar el vuelo, mientras en su mente solo había una persona: Kibum.

Los minutos comenzaron a pasar y él solo deseaba llegar a Corea para pedirle su móvil a quien sea y poder llamar a Kibum, porque era tan distraído que nunca se aprendió el número de su amor.

—Te traje un poco de café —Kevin se sentó junto a él y le ofreció la bebida.

—Gracias —Jonghyun lo recibió sin mucho afán.

—¿Te encuentras bien?

—No —Jonghyun dejó el café a un costado para tallar sus ojos.

—¿Quieres hablar de eso?

—En realidad no —Jonghyun solo quería arreglar las cosas con Kibum.

—Cuando tienes un problema es mejor hablarlo, si no encuentras la solución... Al menos puedes desahogarte y sentirte mejor.

—Los problemas de pareja solo deben hablarse solo con la pareja —dijo Jonghyun al tomar el café y darle un sorbo.

—¿Te peleaste con tu novia? —Kevin trató de no sonreír.

—Algo así —Jonghyun suspiró.

—Cuando una pareja pelea mucho es porque empiezan a conocerse mejor y muchas veces se debe a qué no son compatibles en realidad —Kevin dijo casi en voz baja encogiéndose de hombros.

—¡Claro que no! —Jonghyun reaccionó—, ¡Es el amor de mi vida! ¡Solo es un mal momento pasajero!... Las cosas se resolverán.

Kevin quedó en silencio debido a la reacción de Jonghyun.

"Debe amarla mucho".

Fue lo que pensó.

Pasaron dos minutos de silencio abrumador y el vuelo a Corea fue anunciado.

Jonghyun y Kevin se levantaron para abordar, el primero cabizbajo casi arrastrando sus pies y el segundo colocando su mano en el hombro del otro a modo de darle ánimos.

Al otro lado del cristal de la sala de espera una figura delgada y elegante los observaba detrás de unos lentes oscuros y un traje de diseñador.

—En serio no me agrada —dijo Kibum mirando al joven mientras fruncía el ceño—, eres tan tonto que no te das cuenta Kim Jonghyun.

—Tenías razón —dijo Nam—, parece que está interesado en tu novio, ahora deja de fruncir el ceño o se te marcará —le dio un golpecito en el entrecejo con el dedo.

—Quisiera despedirlo y alejarlo de Jonghyun —Kibum sobó el golpe.

—Pero si lo despides tu novio se va a enojar, ya te lo dijo.

—Entonces voy a transferirlo a una de las sucursales... En otro país —Kibum sonrió.

—Eso es prácticamente lo mismo. No sabía que pudieras ser tan infantil.

—¿A quién estas llamando infantil? —Kibum se molestó.

—¿Con quien estoy hablando? —Nam sonrió.

—Eres molesto —Kibum rodó los ojos—, vamos tenemos que abordar nuestro vuelo.

—Vamos a llegar dos horas antes que ellos —Nam sonrió—, no vayas a tirarlos por la borda cuando los veamos.

—No aseguro nada —Kibum se fue cuando su vuelo fue anunciado.

[08 de Abril del 2018, Daegu Corea del Sur]

—¡Wow! ¡No puedo creer que salimos ayer en la mañana y llegamos hoy en la madrugada! —exclamaba Kevin en el Taxi.

—Es por la diferencia horaria —dijo Jonghyun mirando por la ventana mientras jugaba con el anillo que colgaba de su cuello—, ya te acostumbrarás con el tiempo.

—¡¿Entonces naciste en este lugar?! —cuestionó Kevin viendo el paisaje.

—No, yo nací en Seúl, posteriormente mi familia se instaló aquí —dijo Jonghyun cuando se detuvieron frente al hotel—, tengo un compromiso, te quedarás aquí y mañana vendré por ti para que vayamos a Seúl a la sucursal.

—¿Vas a dejarme aquí?

—No hay opción, debo atender un asunto —dijo Jonghyun.

—P-Pero ni siquiera podré ordenar comida, no sé ni una palabra de coreano —dijo Kevin aparentando preocupación.

—¿De verdad?

—Podría acompañarte como tu asistente, prometo no molestar en absoluto.

Jonghyun se rascó la cabeza, no había tomado eso en cuenta.

Había hecho la reservación en un pequeño y acogedor hotel pero no tomó en cuenta el idioma, estaba acostumbrado a que todos alrededor suyo hablaban ambos idiomas.

—Te prometo que no molestaré a nadie —Kevin sonrió.

—De acuerdo pero debes comportarte —Jonghyun indicó.

Entonces Kevin se alegró tanto que sin pensarlo se le abrazó.

De inmediato Jonghyun lo hizo a un lado y le dijo.

—Por favor no hagas eso.

—Lo lamento, suelo actuar por impulso cuando me emociono —Kevin sonrió.

—Que bueno que seas tan expresivo pero que no se repita, recuerda que soy tu jefe —Jonghyun fue cortante.

—Lo lamento, eres tan amable que es fácil acercarse a ti —Kevin sonrió de nuevo.

—Bueno vámonos —Jonghyun subió de nuevo al taxi.

Así llegaron a una terminal de autobuses dónde abandonaron el taxi y tomaron un autobús rumbo a Busan.

Una hora y media después se encontraban en otro taxi que los llevó a los muelles.

—Llegamos —dijo Jonghyun al bajar y llevar consigo solo su pequeña maleta.

Kevin lo imitó y cargando sus pertenencias lo siguió hasta un enorme yate que se veía muy lujoso.

—¿Aquí tienes tu asunto? —Preguntó Kevin admirando la embarcación.

Jonghyun no le respondió, se distrajo con Jinki que de asomó por babor.

—¡Jonghyun! —Jinki le gritó y bajó corriendo para recibirlo.

—¡Hyung! —Jonghyun lo abrazó feliz de verlo, después de todo tenían casi un año que no se veían y solo compartían llamadas telefónicas.

—Ya es suficiente —Joon los separó empujando a Jonghyun y jalando a Jinki.

—¿Estás aquí? —Jonghyun le sonrió a Joon y le dio un abrazo que el otro correspondió.

—¿Quién es él? —preguntó Jinki al ver a Kevin.

—Es mi asistente —dijo Jonghyun—, no sabe coreano así que no puede quedarse en el hotel.

—No es que me moleste pero es un asunto familiar —dijo Jinki.

—¡Oh! No molestaré —dijo Kevin—, ni siquiera notarán mi presencia.

En ese momento Jimmo y Woobin llegaron y tomaron las maletas de los recién llegados sin decir nada.

—¡No! ¡Espera! —Jonghyun recordó lo que pasó con su equipaje la primera vez que conoció a ese par.

Sin embargo fue demasiado tarde, ambas maletas volaron por los aires para pasar babor y aterrizar en la cubierta del yate.

—Ash~ ¿Por qué lo volvieron a hacer? —Jonghyun llevó sus manos a su cabeza, aunque en esta ocasión no llevaba nada que se rompiera.

—¡¿Que hacen?! —A Kevin se le salió su "coreano".

Entonces Joon, Jinki y Jonghyun voltearon a verlo.

—Dijiste que no sabía coreano —dijo Jinki.

—¿Me mentiste? —cuestionó Jonghyun—, sabes coreano.

—S-Solo un poco —Kevin escondió sus manos.

—Creo que debes volver al hotel —dijo Jonghyun—parece que sabes lo suficientemente como para ordenar comida.

—¿Sabes cómo volver? —cuestionó Joon.

—No lo sé —Kevin dijo sinceramente—, estuve distraído y no supe cómo llegamos.

Porque estuvo realmente distraído, distraído viendo a Jonghyun, detallando cada centímetro de su ser y grabando cada expresión de su rostro en su memoria.

—¿Qué hacemos? Tenemos que zarpar ya y no podemos dejarlo aquí —Jinki dijo mirando la hora.

—Que venga —dijo Joon—, hay camarotes de sobra.

—¡¿En serio puedo ir?! —Kevin se emocionó.

—Supongo que no hay opción —Jonghyun suspiró.

Así los jóvenes subieron al yate y en seguida el mismo zarpó.

Pequeñas olas ahuyentaron a las aves marinas y el sol comenzó a reflejarse sobre las pequeñas imperfecciones de la superficie del mar.