XIV. CORAZÓN ROTO

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[10 de Agosto de 2018, Seúl, Corea del Sur]

—Kibummie por favor abre los ojos mi amor —Jonghyun rogaba junto a Kibum, a un costado de su cama en la habitación VIP del hospital Leim. Mientras sostenía su mano y su corazón se rompía al ver a su prometido aún con los ojos cerrados.

Había estado a su lado día y noche. Maldiciéndose a cada instante y culpándose por el estado de su amado.

El sol recién salía, Jonghyun había permanecido una noche más en vela junto a su amado, y todo parecía indicar que pasaría muchas más de igual manera.

La cirugía había salido bien, sin embargo al pasar el efecto de la anestesia no se había despertado.

Su cabeza estaba vendada, al igual que uno de sus brazos, una de sus piernas y parte del tórax.

En toda su piel quedaban restos de los moretones que se hizo durante aquella tormenta y los cortes en su cuerpo sanaban lento.

Su rostro estaba algo inflamado y sus uñas moradas.

Tenía una cánula nasal para proporcionarle oxígeno, una sonda orogástrica para darle nutrientes y tres vías intravenosas que le proporcionaban soluciones, además de una sonda vesical.

Jonghyun había pasado todo el tiempo junto a Kibum desde que salió del quirófano, sin siquiera dormir o alejarse para comer. Estaba descuidado. La barba comenzaba a notarse en su piel y marcadas ojeras adornaban su rostro.

Incluso cambiaba sus vendajes, lo masajeaba y limpiaba con cuidado y dedicación. Celosamente asegurándose de que estuviera lo mejor posible y que nadie más se le acercara.

Si había que administrar medicamento y cambiar la sonda o vías lo hacía personalmente, no dejaba que nadie más hiciera los procedimientos.

—Se te está inflamando —dijo Jonghyun al mirar una de las vías en su mano.

Se dirigió al anaquel con los suministros médicos. Busco algodón, alcohol, un nuevo catéter, cinta adhesiva y regresó suspirando.

Cerró la solución, se sentó nuevamente junto a Kibum, sostuvo su mano con delicadeza y con ayuda de algodón y alcohol comenzó a humedecer la cinta para despegarla de su piel.

Sus manos temblaban y su vista estaba borrosa, además podía sentir que sus dedos estaban entumecidos... Aún así, continuó.

Retiró la cinta y el catéter quedó expuesto, la piel enrojecida por la cinta se evidenció ante sus ojos.

—Eres tan delicado que incluso una cinta te lástima —Jonghyun sonrió al ejercer presión en el sitio y retirar el catéter.

Al cabo de unos segundos dejó de presionar y colocó la mano de Kibum en su sitio para quitar el catéter usado del equipo y buscar un punzocat nuevo.

El pequeño orificio en la piel de Kibum se veía enrojecido y doloroso. Para Jonghyun era como si el orificio se encontrara en su corazón.

Después de unos segundos sostuvo la mano de su amado para buscar otra vena. Se detuvo al ver muchos y pequeños moretones en todos los sitios punzados anteriormente.

Era extraño, había puesto venoclisis cientos de veces y por más delicados que fueran sus pacientes nunca les quedaba marca.

Se odió, por el solo hecho de lesionarlo aunque fuera sólo un poco, a pesar de requerir el procedimiento.

—Lo siento amor —Besó su mano—, no solo lastimé tu corazón, también lastimo tu cuerpo por mi incompetencia.

Colocó el torniquete, miró la mano de Kibum y buscó una vena para colocar el equipo nuevamente.

Apenas unos segundos y encontró el sitio. Agarró un algodón con alcohol, limpió la zona y abrió el punzocat, retiró la funda protectora y acercó la guía a la piel de su amado.

Respiró suavemente y se dispuso a introducir la aguja.

—¡Rayos! —expresó cuando perdió el equilibrio por un segundo y rasguñó la pálida piel del joven inconsciente.

De inmediato dejo el punzocat en la charola de mayo, retiró el torniquete y limpió el rasguño con alcohol.

—¡¿Qué estás haciendo?! —Taemin llegó y vió la sangre en mano de Kibum.

—I-Iba a cambiar la vía —dijo Jonghyun al levantarse y perder el equilibrio. Un repentino y fuerte mareo la había invadido.

Cayendo al suelo y debiendo meter sus manos para no golpearse al quedar con las rodillas y las palmas en el suelo.

Su mirada se nubló.

Debió apretar sus ojos un par de veces y después tallar los mismos con una mano para recuperar un poco su visión.

Mientras Taemin limpiaba la mano de su Hyung con un algodón.

—¡¿Qué hiciste?! ¡¿Por qué no llamaste a una de las enfermeras?! —se expresaba enojado.

—Lo lamento perdí el equilibrio un momento —Jonghyun se disculpó.

—¡Lastimaste a Hyung (Kibum)! —Taemin se exaltó.

—Lo lamento —Jonghyun se levantó tambaleándose.

—¡¿Lo lamentas?! ¡Hyung está así por tu culpa! Y... ¡¿Es lo único que puedes decir?! —Taemin se molestó.

—Lo siento por todo —Jonghyun bajó la mirada.

—¡Deberías! —Taemin se molestó—. ¡No solo lo engañaste! ¡También está en esta condición por buscarte! ¡Y ahora lo lastimas con un simple catéter!

Jonghyun guardó silencio, todo lo que decía Taemin era correcto.

Además estaba consciente de qué todos los que habían estado en la isla sabían que había tenido un desliz con Kevin.

—No sé que decir —dijo Jonghyun—. Estoy arrepentido por todo y si es necesario pasaré el resto de mi vida redimiendo mis errores.

—¡¿Qué te parece si empiezas por alejarte?!

A Jonghyun no le sorprendió escuchar esas palabras. Y por alguna razón no respondió a ellas.

Pasaron unos segundos incómodos.

Jonghyun no dijo nada, tampoco se movió.

Taemin estaba molesto, tan molesto que terminó por tirar el algodón ensangrentado al piso, mientras miraba con recelo a Jonghyun.

—Somos el mejor hospital de Corea —Jinki entró—, no pueden haber cosas como esas en el suelo de la habitación del segundo hijo del presidente.

Se acercó a los otros dos, pasándolos de largo y llegando junto a Kibum para revisar sus signos vitales.

—Parece que se está recuperando —dijo Jinki—. No debería tardar en despertar.

—¿Por qué Hyung (Kibum) no ha despertado? —Taemin cuestionó.

—Aún tiene algo de inflamación. Es mejor que siga durmiendo, de lo contrario sentiría mucho dolor —Jinki respondió.

Habían pasado cuatro días desde la operación, y no parecían haber signos de que Kibum despertaría pronto.

QUÉDATE A MI LADO ~JONGKEY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora