XXIV. CAMINOS CRUZADOS

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[01 de Enero de 2019, Shenzhen, China]

Era una mañana lluviosa y fría, Jonghyun y sus padres estaban desayunando antes de que el primero se tuviera que ir a trabajar.

—¿Islas vírgenes? —cuestinó Jonghyun sorprendido. Tan sorprendido que el arroz se le resbaló de los palillos.

Sus padres acababan de darle la noticia, ambos se irían a vivir a las Islas vírgenes británicas. Todo debido a la condición de salud de su padre.

Shenzhen era una ciudad grande y colorida, pero muy contaminada y le estaba haciendo mucho perjuicio a la salud. Además había mucho ruido y estrés que no era bueno para su corazón.

Al final Jonghyun había estado de acuerdo en que sus padres se retiraran a las Islas, y se comprometió a encargarse del hospital, al que por cierto le estaba yendo muy bien. Parecía que todos los estudios que el presidente Kim le había exigido, daban sus frutos.

Así Jonghyun terminó de desayunar, se arregló y se fue a trabajar un día más.






—¿Qué sabes de Kibum? —cuestionó su madre arreglando las plantas en la oficina de su hijo—. Traté de comunicarme a su oficina. No puedo creer que tenga que agendar cita para hablar con él por teléfono.

—Así son las cosas en el corporativo Kim. Son muy ordenados y estrictos. Además debe estar muy ocupado. No puede perder el tiempo con llamadas que no están programadas —le respondió Jonghyun firmando unos documentos—. En cierto modo lo entiendo, yo me siento sofocado, a pesar que nuestro hospital es muy pequeño en comparación.

—De seguro se pondrá feliz al saber que eres presidente del hospital familiar.

—Mamá... Somos como una hormiga diminuta junto al corporativo Kim o los hospitales Leim —Jonghyun suspiró—. Aún hay mucho camino por recorrer.

—Podrías tomarte un descanso para buscar a Kibum —Su madre insistió.

Jonghyun sonrió discretamente.

—¿Qué te da risa? —cuestionó la dama.

—Es solo que es un poco gracioso —Jonghyun sonrió—. Hace un par de años no podías soportar la sola idea de que respiraramos el mismo aire.

—Lo sé. Ya sé que me equivoqué. Ahora solo quiero que seas feliz. Te agradezco que te hagas cargo del hospital. Pero no quiero que dejes tu felicidad de lado.

—No te preocupes mamá. Me haré cargo del hospital y también encontraré a Kibum para que puedas ir a nuestra boda.






Esa misma tarde Jonghyun llevó a sus padres al aeropuerto. Los mismos partieron y él se quedó solo en aquel país.

Los siguientes días, marcó diariamente a las oficinas centrales del corporativo Kim. Pero la respuesta siempre fue la misma. Kibum no estaba disponible. Y cuando pidió agendar una cita para hablar con él por teléfono. Le dijeron que no era posible. Pidió una cita en persona y la respuesta fue la misma. Ni siquiera le proporcionaron su correo electrónico. Era como si todo el personal lo rechazara.





QUÉDATE A MI LADO ~JONGKEY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora