QUÉDATE A MI LADO ~JONGKEY~

XXVIII. UN NUEVO COMIENZO

[08 de abril del 2020, Fukushima, Japón]

Kibum había terminado sus negocios en Tokio y decidió pasar a Fukushima a descansar un día en el Onsen que siempre visitaba para relajarse. Y desde luego se había llevado a Jonghyun.

Jonghyun se sentía muy feliz, podía ver a Kibum cada vez más sonriente recorriendo los pasillos del establecimiento.

Parecía que ya no lo rechazaba, incluso que lo incitaba a acercarse a él. Pero había algo que le seguía molestando.

¿Cómo había resuelto no casarse con Jenifer?

El presidente Kim, solo le había dicho que Kibum nunca se casó y que su hija era producto de inseminación y vientre artificial.

Eran unas noticias que claramente le alegraban. Pero no podía quitarse la duda de encima.

—¿El presidente tiene tiempo de relajarse? —Jonghyun preguntó a Kibum mientras ambos cenaban.

—Desde que tomé el cargo, me prometí que no me esclavizaría en la compañía —Kibum respondió sin mirar a Jonghyun—. Así puedo tener tiempo para mí y las personas que amo.

—Eso es muy bueno —Jonghyun sonrió.

—¿Qué hay de ti? —Kibum lo miró—. ¿Tienes tiempo para los demás en tu ajetreada agenda? Levantar un hospital no es nada fácil. Y menos en Shenzhen, China no es un país que acepte fácilmente la competencia extranjera. ¿Por qué abrieron el hospital ahí?

—Realmente no lo sé. Mi padre es quien decidió todo. Yo estaba ocupado el tiempo en que fundó el hospital. Por lo que solo ví el resultado final.

—¿Qué estabas haciendo que no tuviste tiempo de involucrarte?

—¿En serio preguntas? —Jonghyun lo miró.

—En serio pregunto —Kibum terminó de comer y se limpió los labios con una servilleta.

Jonghyun se levantó, se pasó a su lado de la mesa y le quitó la servilleta para limpiar la comisura de su boca con su pulgar.

De inmediato Kibum lo miró. Y Jonghyun se vio reflejado en sus ojos.

—Estaba obsesionado con evitar que te casaras —Jonghyun le dijo mirándolo a los ojos—. Estaba tratando de no perderte. Me enfoqué tanto en no perderte que descuidé todo lo demás.

Kibum frunció el ceño y dio un golpecito a su mano.

Jonghyun sonrió.

—¿Qué te da risa? —Kibum lo miró algo molesto.

—Estoy viendo cómo te debates contigo mismo y me parece muy tierno.

—¿De qué hablas?

—Es evidente que aún me amas —Jonghyun sostuvo la mano del otro—. Tratas de hacerte el orgulloso e inalcanzable, siendo que al mismo tiempo te mueres por venir a mí —Le dio un besito en el dorso de la mano.

—Estás demente —Kibum recuperó su mano y se levantó.

—¿A dónde vas?

—A las termales —Kibum abrió la puerta.

—¿Te acompaño? —Jonghyun se levantó.

—No, ve a dormir primero —Kibum salió y se fue.

Jonghyun sonrió, había acariciado la boca del otro, sujetó su mano e incluso la besó. Todo eso sin ser rechazado.

Kibum se tomó su tiempo para la ducha, cerca de tres horas.

Tres horas en las que lo único que había en su mente, eran esos pequeños contactos con Jonghyun.

No podía negar que su corazón se aceleraba con cada acercamiento. Tampoco podía negar que quería que el otro se acercara aún más. Pero no estaba cien por ciento seguro de lo que Jonghyun sentía. Obviamente sentía algo por él también. Pero... ¿Estarían sintiendo lo mismo? ¿Estaría... Adelantándose a los hechos? ¿Estaría equivocado al estar en ese lugar?