Jin me llevo hasta mi sitio en el concierto por un sitio en el que apenas las armys me vieran.- ¿Estarás bien aquí sola enserio?
-Si Jin, no te preocupes, dile a mi hermano que estaré bien –le sonreí-.
Él asintió y se fue corriendo ya que en unos minutos empezaría. Me quedé pensando lo que hace escasos minutos acababa de pasar, había tenido una conversación con Tae...
Minutos antes
-Ese chico no te valoraba Winter, la que se tiene que sentir agusto con lo que se pone y hace, eres tú, no los demás.
-Sabrás tu si me valoraba o no...
-Si te valorara no te sentirías así de insegura, ni estarías aquí mirándote al espejo pensando si lo que llevas puesto te queda bien o no –me miro serio-.
Me giré para mirarlo y me crucé de brazos. No entendía muy bien a este chico, pasaba de ser desagradable a intentar ser amable; ¿Sera así siempre?
-No sé a qué viene todo esto, si me odias.
Él iba a abrir la boca, pero se cayó por un segundo, me miro y sonrió.
-Tienes razón, no sé porque estoy aquí dándote charlas sobre si te ves bien o no, esa función es de Namjoon y no mía –ríe-.
Rode los ojos, ahí estaba el de siempre. Cogí mi bolso y me arreglé la ropa, le dirigí una última mirada y salí del baño con paso firme, imbécil.
Sacudí la cabeza al escuchar a todas las chicas gritando, por lo que supe que el concierto empezaría. Todo estaba muy animado, todo menos yo. Miraba el concierto sin ganas, solo mostraba una pequeña sonrisa cuando Jimin me miraba, para que no sospechara, pero él no es tonto, me lo noto.
-Bueno, hoy se nos ha ocurrido una locura, es la primera vez que hacemos esto –ríe Jin-.
-Cierto, ha sido un imprevisto de última hora- dice Jungkook- ¿queréis saber qué es?
Todas gritaron. Sonreí hacia mis adentros al ver lo que estos chicos causaban en estas chicas; era increíble.
-Hoy subiremos a una army al escenario y le cantaremos una canción –dijo Tae- lo mejor de todo es que ya sabemos quién será –sonríe-.
Todas estaban nerviosas, incluida yo, me gustaría saber quién sería la army que estaría ahí con ellos, la que compartiría un rato de felicidad. La quería grabar, la quería hacer fotos, pero esa ilusión cambió cuando Jimin vino hacia mí.
- ¿Subes?
- ¿Qué? ¿Yo? –lo miré-.
Jimin, ¿Qué has hecho?
Él asintió y le dijo a uno de los guardias que me ayudaran a subir. Lo seguí hasta las escaleras y subí, mirando a Jimin, casi matándolo.
- ¿Qué haces? –susurré- yo no tengo que estar aquí...
-Sh...
Lo seguía mirando, sin entender a qué venia todo este show; lo iba a matar.
-La canción que vamos a cantar es... -Jungkook creo intriga- Dimple –rio-.
- ¿Dimple? –los miré-.
-Significa hoyuelos –sonrió Jimin-.
Abrí la boca, lo había hecho aposta. Siempre que sonrió se me forman hoyuelos, nací con eso y es de lo único que no me avergüenzo de mi cuerpo, dado que quedan graciosos.
La canción comenzó y mi corazón dio un vuelco al ver quién era el primero en cantar. Se puso a mi lado y empezó a cantar. Me miraba de vez en cuando, no mucho, de reojo; no le hacía gracia cantarme.