Park Winter

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El día paso bastante rápido. No volví a ver a Aricley en todo el día, dado que ella estaba en la zona de audiovisuales y yo de moda. Salí del centro y al pie de las escaleras me encontré a Jimin, apoyado en el coche, mirando tranquilamente el móvil.

Recalcar que era el centro de todas las miradas, se les hacía raro ver a Park Jimin, uno de los integrantes de Bts allí, esperando. Bajé las escaleras y este levantó su vista del teléfono, bloqueándolo y guardándolo en el bolsillo de su pantalón.

-Hola, pequeña, ¿Qué tal el día?

-Bueno, bien, por cierto, ¿veras a Yoongi hoy?

-Sí, luego he quedado para tomar algo con todos, ¿Por qué?

-Me choque con una chica según me dirigía aquí y me pasé por tu empresa, le tuve que dejar una sudadera suya, para que se lo digas, dile que la lavaré.

-No te preocupes por eso, además se lo dirás tú en persona, porque también vendrás.

- ¿Qué? Jimin, parezco una acoplada... -suspiré- creo que será mejor que me vaya al hotel.

-Bueno, ya veremos, de momento, sube al coche.

Asentí, dejé mis cosas en el asiento de atrás y subí al coche, poco después subió él, arranco y empezó a conducir.

- ¿A dónde vamos?

-Pues, primero iremos a comer, porque tengo hambre -ríe- además me está esperando una persona.

-Uh... ¿tu chica? –lo miré-.

- ¿Qué? Oh, no, es un hombre –conduce- ¿Qué te hace pensar que tengo novia?

-Eres Park Jimin, es motivo suficiente, además siempre eras el centro de todas las miradas, te envidio por eso.

- ¿Me envidias a mi cuando tienes a nuestro querido Kim Taehyung detrás de ti? Winter por favor –ríe-.

-Tae no va detrás de mí, no sé qué pensaste esta mañana, pero solo durmió conmigo porque tu no venías al final.

-Te pido perdón por eso, se me fue la mano y no caí en que te tenía que llevar, pero igualmente pequeña, tienes veinte años, yo no voy a decirte que puedes o que debes hacer y qué no.

Lo miré; puede que mis sospechas se estuvieran haciendo verdad...

Flashback

-Mamá, ¿sabes algo de Jimin? Necesito hablar con él, quizá me pueda ayudar.

-He hablado hace poco con él, dice que estaba ocupado y que ya llamaría.

Asentí y subí a mi cuarto. No creí a mi madre del todo, ya que era muy raro que después de todo, ella lo llamara, ¿lo llamaría él? Abrí su chat y vi que estaba en línea; era mi oportunidad.

"Hola mochi, ¿Qué tal te va todo por allí? Bueno, te escribía porque necesito ayuda con algo urgente..."

Leído.

Fruncí el ceño, quizá estaría ocupado, por lo que decidí dejar el móvil y esperar. Pasaron como tres horas y el seguía sin contestar. Volví a mandarle otro mensaje, para asegúrarme que todo iba bien.

"¿Estas bien? Sé que estas ocupado, pero, ¿va todo bien?

Leído.

Solté un suspiro y me quedé pensando... "Quizá esta con una chica y lo estas molestando." "Quizá abre tus mensajes sin querer."

Decidí volver a escribirle, quería contarle aquello, mi novio me había pegado y merecía saberlo.

"Contéstame cuando puedas, pero necesito ayuda, no sé qué hacer, llámame cuando tengas un hueco."

En eso lo vi escribiendo y mi corazón se alegró un poquito, supongo que me avisaría para poder llamarlo.

                        "Winter, estoy ocupado, no podré hablar contigo hoy, lo siento."

Fin Flashback

- ¿En qué piensas pequeña?

-Oh, nada, solo pienso como voy a arreglarme la vida sola –sonreí un poco-.

Jimin paró en un semáforo y me miro, yo solo miraba mis uñas.

- ¿A qué viene eso? ¿Por qué me dices esto?

-Desde aquel día que me dijiste que estabas ocupado y ahora que me has dicho que no vas a decirme nada, me da a entender que tendré que seguir con la vida yo sola.

Jimin frunce el ceño. No lo había dicho, es demasiado protector con aquello que le importa o puede perder, incluido las personas. Cuando era pequeño, nuestro padre nos regaló un pequeño llavero, el cual yo perdí porque se me soltó una hebilla, pero Jimin, a día de hoy, lo sigue teniendo.

-Winter, no te voy a dejar sola, no ahora, después de enterarme de todo lo que ha pasado en mi ausencia –dijo serio- tengas veinte años o tengas cuarenta sigues siendo mi hermana pequeña y te cuidaré hasta el día que me vaya.

Lo miré. Parezco una dramática sacando cosas malas por todos lados, pero ustedes no saben con todo lo que he tenido que lidiar en mis veinte años, aquí una lista de algunas cosas:

Mis padres se separaron cuando tenía tres años, Jimin se fue con su padre y mi madre me obligo irme con ella, pero yo no quería. Tuve que aguantar a su novio borracho, todos los días, de los tres a los dieciséis años. Un día casi abusa de mí, gracias a dios, nunca pasó. Tener a Jimin lejos era lo que más me dolía de todas esas cosas.

-Te jure por mi vida, después de lo que paso que te vendrías conmigo, que vivirías conmigo, bueno y con los chicos, pero que te traería pronto.

Fruncí el ceño confundida. Era cierto lo de irme con él, pero en ningún momento me dijo de vivir, aparte mamá no le va a dejar, aunque no sé, por una parte, no quiero volver con ella...

Jimin volvió a arrancar el coche y retomo el camino hasta nuestro destino.

-Mamá me llamo, le dije que se fuera olvidando de que volvieras –dice serio mirando la carretera-.

-Sabes que hará hasta lo imposible por hacerme volver...

-No cuida de ti Winter, nunca lo ha hecho, que haga lo imposible, yo tendré tu custodia y vivirás conmigo.

Sonreí por dentro, va a ser verdad que no me dejara sola al fin y al cabo. Pasado un rato, llegamos a un restaurante, bajamos del coche y lo esperé.

-Oye, ¿el hombre que vas a ver es de negocios o algo?

-Bueno, digamos que es una persona muy conocida por los dos.

- ¿Qué? –fruncí el ceño- yo no conoz...

No terminé de hablar cuando me quedé enfrente de la mesa donde comeríamos. Aquel señor levanto la vista y sonrió al verme.

-Winter... -dice tranquilo-.

- ¡Papá!

Me tiré sobre él y lo abrace estallando en llanto. Llevaba años sin ver a mi padre, Jimin nunca me dijo si aún hablaban, él tampoco intento ponerse en contacto conmigo, pero supuse que sería por mi madre.

-Dios...estas enorme...y guapísima... -me mira quitándome las lágrimas-.

Sonreí un poco aún llorando y lo volví a abrazar; no había necesitado tanto el abrazo de mi padre. Nos sentamos en la mesa y él nos miró a los dos.

-Miraros, mis dos hijos juntos –sonríe orgulloso- con sus ciertos parecidos –ríe- pero guapísimos los dos.

-Sabes que lo de ser guapo lo heredamos de ti –ríe Jimin-.

-Eso dilo por ti –lo miré divertida-.

Los tres reímos y charlamos un rato en lo que traían la comida. Al principio puse cara extraña, nunca había comido cosas coreanas, por lo que no sabía si me gustaría o no.

-Winter, no te van a matar –estalla a reír Jimin-.

Negué con la cabeza riendo y empecé a comer.

-Wow, realmente está bueno –reí-.

-Y contarme, ¿Qué tal ayer?

Winter Bear (KTH) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora