Miré a Yoongi, esperando que me diera una respuesta, no disponía de mucho tiempo.-Dice que no va a venir –me mira-.
Ya van dos Tae. Desde que esta con la chica esa, apenas pasa tiempo con nosotros, incluso ha dado puerta a mi hermana, después de lo que paso con ellos en Paris.
-Jimin, iros, cuanto antes –dijo Nam- avisarnos de todo lo que vaya pasando, llamarnos, escribirnos, esperemos que no sea nada.
Asentí y sin tardar mucho, Winter y yo embarcamos hacia Los Ángeles.
Horas después
-Vaya...solo esperaba a uno de vosotros... -nos mira- me alegra teneros a los dos... -sonríe-.
- ¿Qué hace él aquí?
Winter señala a un chico que estaba sentado en la silla de al lado de la camilla de mi madre, fruncí en ceño mirándole y miré a mi madre.
-Oh...Bryce me ha ayudado en este tiempo...se ofreció a hacerlo –sonríe un poco-.
-Ósea que tú eres el hijo de puta que pegaba a mi hermana –me cruzo de brazos- que huevos tienes chaval.
-Jimin -me toca la mano- ahora no –me mira-.
-Más te vale que no te descuides –le amenazo-.
-Jimin...déjalo... -dice mi madre-.
¿Os creéis que soy tonto? Mi madre sabe perfectamente lo que hace y yo también. Me conozco a mi madre como la palma de mi mano, ella trama algo, no se el que, pero lo trama.
- ¿Cuánto tiempo te queda? –la miro-.
-Los médicos dicen que unos días...otros que semanas...no se ponen de acuerdo... -suspira-.
Winter me mira, haciéndome una seña de que salga afuera con ella. Salgo detrás de ella y una vez cierro la puerta la miro.
-Deberías irte –me mira-.
- ¿Estás loca? No te dejo yo aquí con esta gente ni loco –susurro-.
-Jimin, créeme, puedo manejar la situación –coge mi mano- vuelve con los chicos, de verdad, te escribiré todos los días, lo prometo.
Fruncí el ceño mirándola. ¿Por qué quería que me fuera? ¿Acaso quería quedarse con mamá y la custodia era una farsa?
-Lo que quieres es quedarte y no volver a Corea conmigo, eso pasa –la miro-.
-No es eso, solo que ahora mismo, no quiero volver allí...
Y si, su nombre me vino a la cabeza; imbécil.
Solté un leve suspiro y asentí, la entendía. Aquel día los dos llegaron por su cuenta, ni se dirigían la palabra, es más, ni se esperaron para coger las maletas, Tae salió primero y unos minutos después salió Winter.