Uno

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Narrador

Pasaron los meses. Winter y Tae eran felices por fin. Los chicos se alegraron mucho al saber que estaban juntos, el que más fue Jimin, veía a su hermana y a su amigo quererse y eso era lo que más le importaba a él.

Pero pasado un mes, la cosa se torció, el miedo que más tenían se hizo realidad; los chicos empezaban su gira, nada más y nada menos que en España.

Para los dos fue una de las peores noticias que les podrían haber dado, pero Winter sabía que eso pasaría, que tendría que afrontar la realidad y hacerse a la idea de que estaría sin ver a Tae por un largo tiempo.

Allí se encontraban los dos, en la playa, en aquella misma donde Tae se le declaro y le pidió ser su novia, querían despedirse allí.

- ¿En serio tienes que irte...?

-Sí, baby.

Amaba cuando la llamaba así; se lo decía a todo el mundo, pero su tono con ella era distinto.

- ¿Te olvidaras de mí?

-Nunca, no podré hacerlo.

-Cuesta creer que hasta hace nada, los dos teníamos miedo de este momento...

Ella asintió, evitando estallar a llorar.

-Te quiero dar algo antes de irme.

Sacó de su bolsillo un trozo de papel con un lazo atado y se lo dio; tan detallista como siempre.

- ¿Qué es?

-Una canción, la hice para ti, para que me recuerdes.

Winter desdobla con cuidado aquel lazo y abre el papel en forma de pergamino que este le había dado.

- ¿Recuerdas aquella vez cuando volviste de Los Ángeles? Ese día que te canté aquella canción.

Ella asintió, sonriendo débilmente.

-Te dije que le faltaban unos retoques, pero la terminé.

La chica lee el título de la canción y una lagrima se escurre por su mejilla, avisando que en cuanto lo llamen, tendrá que irse. Ya se despidió de su hermano y de todos los demás, Tae era el último.

-Winter Bear... -susurra-.

-Escúchala cuando me eches de menos o cuando lo necesites, para que sientas que estoy ahí, aunque no sea físicamente.

Ella sonrió y abrazo a Tae lo más fuerte que pudo, haciendo este lo mismo. Una vez se separaron, ambos se miraron a los ojos y se dieron un último beso.

-Te quiero mucho...no lo olvides... -susurra ella- cuídate...

-Te amo...lo sabes... -susurra él- ten cuidado...por favor...

Ella asiente y ambos se vuelven a besar, mientras comienzan a llorar.

- ¡Tae! ¡Tenemos que irnos! –avisa el staff-.

Se separan y se miran a los ojos por última vez.

-Te llamaré cuando llegue, te lo prometo.

-Llámame cuando hayas dormido un poco mejor, estaré pendiente del móvil por si acaso, ten buen viaje –sonríe débil-.

El asiente y se despide de ella dejando una caricia en su mejilla. Ella se lleva la canción al pecho y los despide con la mano mientras ve como el coche se va hacia el aeropuerto.

Se queda un rato más allí. Se sienta en la orilla y lee aquel trozo de papel. Una sonrisa tonta se forma en sus labios. Un mensaje llega a su móvil, una nota de audio de Tae. Frunce el ceño, pero no lo piensa dos veces y abre aquel mensaje.

"Para que no te olvides de mí, te amo mi Winter Bear".

Reproduce el audio y le es imposible no llorar al escuchar su voz, esa voz que ha calmado sus noches de nervios, esa voz que ha espantado todas sus pesadillas, esa voz que le ha hecho ser la persona más feliz del mundo.

Él mira por la ventanilla, pensativo, sabe lo mucho que va a echar de menos a la chica que, a pesar de ser el famoso, no lo ha dejado solo en ningún momento.

Intentaron arruinar su relación, las fans no se lo tomaron muy bien, es más, pensaron en darse un tiempo si eso seguía así, pero Winter le ayudo, le ayudo a no rendirse.

Tae tuvo mucho miedo de empezar una relación, nunca sabía si en algún momento ella podría hacer lo mismo, pero pasado un mes, se dio cuenta de que, por una vez en la vida, una chica lo quería de verdad.

Estaba feliz, muy feliz, es más, esperaría ansioso la vuelta de la gira para poder verla, ya tenía planeado un día al que sí o si no faltaría.

Winter había cambiado su vida, al igual que Tae la de Winter, ambos se complementaban bien, eran la típica pareja que se apoyaba en todo, tanto en lo bueno como en lo malo, que nunca se daban de lado y si uno estaba en su peor momento el otro le levantaba.

En conclusión, Tae y Winter eran una imagen de amor verdadero más realista que cualquier cuento de ficción.

Winter Bear (KTH) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora