XXII.

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Sus ojos se sentían muy pesados.

Parpadeó lentamente, tratando de despertar.

—Solo abre los ojos y ya.

Harry abrió los ojos.

Parpadeó algunas veces para acostumbrarse a la luz. Miró a sus abuelos y después a su primo. ¿En dónde estaba? ¿Cómo había llegado al hospital? ¿Y por qué no estaba Louis? ¿Qué estaban haciendo sus abuelos en el hospital si él había susurrando que llamaran a Louis?

—¿Dónde está Louis?

No sé contuvo a preguntar. Vio la sorpresa en el rostro de los tres. Era obvio, recién acababa de despertar y lo primero que había hecho es preguntar por su asistente.

Bien hecho, Harry.

—Lo dejé sentado en una banca de allá abajo.—dijo Jonathan acercándose a la cama—. Le conté lo que había hecho Rick, lloró un poco y ahora mismo está leyendo el diario de su padre.

—Así que era cierto lo que me había dicho ese imbécil.—dijo muy enojado.

Aunque se quedó callado cuando se dio cuenta de la situación en el que Louis de encontraba ahora mismo.

Se había enterado de Rick había asesinado a su padre y quien sabe que cosas más estaba leyendo en ese diario. ¿Por qué rayos no lo dejaban solo para escaparse e ir a buscar a Louis?

Ahorita debe de estar destrozado. El sabe que le dolió mucho enterarse que su padre había muerto y ahora esa herida está abierta de nuevo por culpa del hijo de puta obsesionado que le había golpeado.

Al menos había desquitado algo de su coraje golpeando a ese tipejo quien se encargó de hacerle tanto daño a su asistente.

—Quiero que me cuentes que es lo que pasó en ese bar.—dijo Jonathan sacando una libreta—. Entrevistamos a algunos testigos pero nadie nos ha dado suficiente información.

—Fui a hablar con él porque había golpeado a Louis. Le pagué un dinero que Louis le debía y después se abalanzó para golpearme ya que Charlie le dijo que... le dijo que Louis jamás se enamorará de él.—Harry casi se da un golpe por lo torpe que había sido, casi revela lo que Louis siente por él—. Le devolví algunos golpes y fue cuando Charlie llamó a la policía. Alguien me golpeó la cabeza con algo y me desmaye. No recuerdo nada más.

—¿Por qué llamaron a Louis para avisarle que estaba en el hospital?—preguntó Roman mirando a su nieto.

—No lo sé. Quizás Charlie dijo que lo llamaran. Él se lleva muy bien con Louis.—mintió Harry.

No podía decirles que él había ordenado que llamaran a Louis. Su familia harían muchas preguntas y no tenía humor ni escusas para responderlas. Ahora lo único que quiere es que Louis esté a su lado para ver como esta.

Ni siquiera podía explicar porque estaba reaccionando así. Saber que Louis estaba sufriendo le hacía perder la cabeza. Quería ir y buscar a Louis para abrazarlo para que deje de sufrir. Le dolía pensar que Louis esta solo allá abajo leyendo un diario que le pertenecía a su padre y que podría estar causando más sufrimiento para el mocoso.

Louis no merecía derramar más lágrimas.

Ese mocoso debería de ser feliz siempre. Pasando por los pasillos con una gran y preciosa sonrisa que lograba extinguir cualquier emoción negativa que Harry sintiera en esos momentos.

La sonrisa de Louis siempre arreglaba todo.

Y ahora él esta llorando sin Harry a su alrededor para abrazarlo y decirle que todo estaría bien.

The Contract • Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora