III.

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Louis sacudió su ropa una y otra vez hasta que reunió el valor suficiente para entrar al edificio.

Hoy era el día en el que conocería a su verdadero jefe.

Los rumores en el pasillo no le ayudaban en nada a que dejara de estar tan nervioso. Había escuchado muchísimas historias sobre el señor Styles. Cada una de ellas más aterradoras que la anterior.

Al parecer no se medía cuando quería despedir a alguien. No les daba ninguna explicación a nadie y mirada a todos con atención antes de tomar la decisión de despedirlos.

Entró al elevador y rápidamente las puertas se cerraron. Louis recargo su cabeza en el metal y pensó en que es lo que haría si es que ese señor llegara a despedirlo. Ya no tenía más opciones además de que ese era el primer trabajo en el que le pagaban muy bien. Y de verdad necesitaba ese empleo, tenía que terminar de pagarle a Rick para que dejara de molestarlo.

Esperaba que Jace haya tenido razón y que su nuevo jefe no lo despida.

Su ex jefe había sido muy amable con él. Le había dicho cada una de las cosas que tenía que hacer y le había enseñado como hacerlas. También le había dicho cómo es que le gustaba el café a su hermano y de donde tenía que pedir el almuerzo.

Las puertas del elevador se abrieron.

Respiro hondo y salió. Era hora de conocer a su jefe así que tenía que dejar los nervios de lado y reunir valor suficiente para conocerlo.

Caminó tranquilamente. Susurros empezaron a escucharse desde el momento en el que puso un pie fuera del elevador, había gente moviéndose de un lado a otro. Era evidente que el jefe ya había llegado.

La semana pasada Louis había subido a ese piso ya que Jace le había dicho que necesitaba conocer el piso en el empezaría a trabajar. A Louis se le había hecho muy tranquilo el lugar, cada uno de los trabajadores estaban en sus escritorios no como ahora. Todos moviéndose de un lado a otro con carpetas en sus brazos y muy nerviosos. Aunque tenían trabajo ellos se detuvieron para mirarlo de arriba a abajo y lanzarle una mirada burlona.

Era seguro que Louis jamás lograría llevarse bien con ellos.

Los fulminó con la mirada y siguió su camino hacia la oficina que le pertenecía al señor Styles.

—Lo siento.—una mujer se interpuso en su camino. Tenia un escote que mostraba más de lo que debía, sus labios estaban pintados de rojo y su cabello era rubio—. Pero el señor Styles me ordenó que no dejara pasar a nadie.

—Yo soy el nuevo asistente del señor Styles así que yo si puedo pasar.

Louis quiso seguir caminando pero la mujer volvió a interferir en su camino.

—El señor Styles dio órdenes. Yo no puedo desobedecerlo.—la mujer contestó mirándolo y dándole una sonrisa burlona—. Aunque no creo que el señor Styles se tome el tiempo de verte. Puedes irte desde ahorita y ahorrarte la humillación de ser despedido.

—Creí haberte dicho que dejaras pasar a Louis en cuanto llegara.

Los ojos de la mujer se abrieron en grande manera. Bajó la mirada cuando se dio cuenta de que la voz le pertenecía a Jace Styles.

—El señor Styles...

—Te dije que es lo que ibas a hacer. En vez de estar diciéndole de cosas a Louis deberías de hacer tu trabajo.—Jace frunció el ceño mientras miraba a la mujer—. Creí haberte dicho que mi hermano odiaba cuando utilizaba esa clase de blusas.—miró hacia Louis y sonrió—. Que bueno que llegas, vamos. Tienes que conocer a tu jefe.

The Contract • Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora