VI.

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—¿Esta enojado?

Louis miró a su jefe quien ni siquiera volteó a mirarlo.

—No.

—Se ve enojado.—dijo Louis sin soltar la bolsa en la que venía la camisa negra—. Ya le dije que le voy a pagar todo. Usted ya escuchó que la culpa no fue mía, fue de esa señora por creer que soy un ladrón.

—No estoy enojado por eso.—dijo Harry sin dejar de mirar la carretera.

—¡Así que si esta enojado!

Louis giró su cuerpo hacia su jefe o al menos eso intentó ya que tenía el cinturón de seguridad.

—Deja de gritar. Puedo escucharte perfectamente.

—Pues como me esta ignorando.—dijo Louis cruzándose de brazos—. ¿Cómo voy a saber que me está escuchando cuando me ignora?

—Estoy manejando. No puedo poner toda mi atención en ti cuando podríamos sufrir un accidente.—Harry detuvo el auto en uno de los semáforos y lo miró—. Quizás estoy algo enojado porque tengo mucho trabajo y tuve que ir a la estación de policías por tú culpa.

—¿Es que no entiende que no fue mi culpa?—dijo Louis enojado—. Fue de esa señora y además creí que usted me dejaría ahí. Hasta le había pedido una cobija a su primo Jonathan.

Styles lo miró unos segundos y después pasó su vista al frente.

Louis ya no habló más. Dejó que su jefe manejara en silencio. Ya no quiso hablar porque al parecer estaba muy enojado y Louis ya no quería darle más motivos para que lo despidiera.

Su jefe se estacionó enfrente de la empresa y después salió sin decirle ninguna palabra. Louis no tuvo otra opción más que seguirlo. Bajó del auto y tuvo que correr para alcanzar a su jefe que ya estaba entrando a la empresa.

—¡Espérame!

Su jefe se detuvo y volteó a mirarlo.

—¿Qué haces? ¿Creí que te irías?

—¿Irme? ¿A dónde?—preguntó Louis muy confundido.

—A tu casa o donde sea que estés viviendo.

Su jefe le dio una mirada y después siguió caminando hacia el elevador.

Todos los empleados de ese piso se pusieron a trabajar ya que el jefe los estaba viendo pero volteaban disimuladamente para ver que era lo que pasaba con el nuevo asistente.

—¿Por qué debería de irme a mi casa? Aún es muy temprano.—Louis entró al elevador ya que su jefe ya había entrado.

—Te estoy dando el día libre.—dijo Harry enojado.

—¿Pero por qué?—preguntó Louis aún muy sorprendido—. Puedo ayudarlo en lo que quiera. No necesito irme a casa.

—Te estoy ordenado que vayas a casa.—dijo Harry muy serio—. Necesitas ver a un médico para que te revisen tu brazo. Puedes volver mañana temprano.

—¿Seguro?—preguntó Louis aún sorprendido—. Mi brazo está muy bien. Puedo quedarme con usted, dijo que tenía mucho trabajo.

—Te di una orden.

Louis lo miró unos segundos porque creyó que su jefe bromeaba pero no. Su jefe no estaba bromeando y le estaba dando el día libre.

—Esta bien.

El elevador se detuvo y Harry salió de el. En cambio Louis volvió a apretar el botón para volver abajo.

Era su primer día con Harry Styles. Le había arruinado la camisa, rompió una taza (aunque de la taza sospechaba que había sido su jefe), estuvo detenido y su jefe pagó los gastos que había ocasionado junto con aquel guardia. ¡Y no le había despedido!

The Contract • Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora