XV.

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Louis abrió la puerta de la suite que el señor Styles había reservado para ellos y...

—Oh por Dios.

Todo era precioso. Elegante y caro.

Louis tenía miedo de entrar y romper algo. No tenía dinero como para pagar algo que se le caiga de las manos. Así que era mejor no tocar nada.

Cerró la puerta detrás de si con demasiado cuidado. Caminó con pasos cortos hasta que estuvo en el sofá y se sentó ahí. La maleta del señor Styles quizás ya estaba en una de las habitaciones. En un rato tendría que ir a buscarla y ordenar los documentos que traía.

Cerró sus ojos unos segundos. No tenía porque estar tan enojado de que Harry se fuera con esa mujer. Pero de pretexto podría decir que estaba en un país diferente, muy lejos de casa y solo. ¡Porque su jefe decidió irse con su socia en vez de quedarse con él!

—Respira. No te enojes.—murmuró Louis practicando las respiraciones de yoga.

No era bueno cuando estaba enojado ya que hacía puras cosas estúpidas. Y era mejor evitar eso. Ya que no conocía este lugar.

Se decidió por levantarse y caminar hacia la habitación aunque abrió una de las puertas y era bellísima la vista aunque la cerró de nuevo cuando no vio la maleta del señor Styles. Abrió la otra puerta y ahí estaba. Entró a la habitación y abrió la maleta, encima de todas las camisas y pantalones había una carpeta llena de documentos. Louis creía que esa era la carpeta que tiene que acomodar.

Empezó con su trabajo. Hizo todo un desastre de papeles encima de la cama. Leyó cada uno de los documentos e hizo su mejor intento en acomodarlos.

Cuando terminó se dio cuenta de que moría de hambre y tenía sueño. Se cambió de ropa y salió de la habitación. Llevaba puesto unos jeans negros y un suéter azul. No es por nada pero se veía muy hermoso.

Salió de la habitación y subió al elevador. Ya no tenía miedo de esas cosas después de quedarse atrapado junto a Erik. La verdad es que le había sorprendido muchísimo que después de tanto años haya vuelto a encontrarse al chico que lo había asustado años atrás.

Espero pacientemente hasta que le ascensor se detuvo en recepción. Ahora tenia que buscar algún lugar para comer. Quizás si le preguntaba a la señorita que estaba en el mostrador le ayudaría a elegir algún lug...

—¡Louis!

Volteó cuando escuchó su nombre.

—Charlie.—dijo Louis cuando el hombre estuvo a su lado—. ¿Qué haces aquí?

—Me pregunto lo mismo.—dijo el hombre sonriendo—. ¿Cuándo llegaste?

—Hace dos horas. Vine con el señor Styles.—respondió Louis.

—¿Y dónde está él?

Una mueca apareció en sus labios.

—Se fue con la señorita Dania.—dijo Louis cruzándose de brazos. Aún seguía enojado por eso. No lo olviden.

—Oh.—dijo Charlie mirando que el chico estaba muy enojado—. Yo vine por asuntos de mi empresa. Tuvimos que posponer la salida de la revista con los nuevos diseños ya que aún nos falta un modelo. Y decidí que mejor las fotografías las tomen aquí, en New York ya que la mayoría de los modelos están aquí.—Charlie se quedó mirando al chico—. ¿Quieres acompañarme a la oficina? Podemos almorzar allá.

—¿Seguro? No me gustaría molestarlo.—dijo Louis llevando sus manos detrás de su espalda.

—Estaría encantado de que me acompañes. Sirve para que veas lo que haremos y ojalá te animes a modelar.—dijo Charlie sonriendo. Ya después se encargaría de hablar personalmente con Harry sobre porque dejó solo a Louis.

The Contract • Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora