— J-Jorge — el castaño habló aterrado — N-no sé que sucede.
— Debes estar agotado — el rizado respondió intentando dar una respuesta.
— ¡Estoy sangrando!
— Te has herido hace unas horas...
— ¡¿Puedes dejar de fingir que todo esta bien?!
— ¿Y qué quieres que diga?
— ¡No lo sé, sólo deja de ser un idiota!
El silencio reinó apenas la frase salió de los labios del mayor, quien evidentemente estaba frustrado.
— Puedes...quizá puedas intentar volver abajo...quizá has estado mucho tiempo fuera — el rizado sugirió.
— N-no puedo...ya lo he intentado...¡No puedo hacer nada!
— Debe ser por algo...
— Oh, no me digas.
— Benji...
— Estoy frustrado ¿vale?
— Sólo...
— Necesito que me lleves — interrumpió.
— ¿Llevarte? ¿A dónde?
— Abajo.
— ¿Por qué?
— Creo que sé quién puede ayudar...
— Pero nunca he ido...allá. Ni siquiera sé si puedo hacerlo, además es horrible...las cosas que vi...no puedo.
— Por favor, Jorge. Por mi, necesito esto.
— Benji...
— Por favor...te lo estoy rogando.
— Pero la vez que me llevaste a mi, tuvimos que hacer un ritual extraño.
— Oh...umm...sobre eso...pude simplemente llevarte, pero quería asustarte un poco para que cambiaras de opinión...
— ¡¿Me hiciste hacer eso para nada?!
— Terminaste yendo...así que si.
— Eres un estúpido, Benjamin.
— Luego me odias, ahora necesito ir allá con urgencia.
— Vale...¿Qué hago?
— Necesito una vela roja...
— Hay en la sala de estar.
El castaño asintió y se quedó inmóvil un segundo, después miró a su alrededor confundido.
— Oh cierto...ahora debo caminar...hasta allá — el castaño se movía con lentitud mientras decía aquella frase, y el menor simplemente rodó los ojos ante su capricho.
— Bien, pues aquí te espero.
El mayor hizo un pequeño puchero con sus labios pero finalmente aceleró el paso, volviendo con un par de velas en sus manos instantes después.
— ¿Ahora qué? — el rizado preguntó.
— Toma una de las velas — dijo tendiéndole una de estas — Y enciende ambas.
El rizado asintió yendo a tomar un encendedor, sin embargo el castaño le interrumpió.
— Tienes que encenderla con tu mente.
— ¿Qué? Eso es ridículo.
— Debe ser así.
— ¿Y como hago eso?
— Sólo...imagina que las dos velas se encienden y repite esa imagen en tu cabeza hasta que suceda.
El menor cerró los ojos buscando concentrarse, y siguió las instrucciones del castaño, hasta que unos instantes después un ligero toque del castaño le hizo abrirlos nuevamente.
— ¡Lo hice! — el menor se emocionó, haciendo al castaño sonreír.
— Lo hiciste...
— ¿Ahora qué?
— Con tu mano izquierda sujeta la vela, yo la sujetaré con la mano derecha y tenemos que entrelazar nuestras manos libres.
El menor asintió, intercambiando la vela a su otra mano y eventualmente sujetando la del castaño con la otra, siguiendo sus indicaciones.
— Ahora, visualiza que estamos allá. Ambos. Todo lo que recuerdas de aquella vez, lo necesitarás.
El menor asintió, y nuevamente cerró los ojos y las imágenes de aquel lugar volvieron a rondar en su cabeza, combinándose con la falsa imagen de el castaño caminando a su lado.
Se sintió a sí mismo levitar, sin embargo no se distrajo y siguió con aquellas imágenes presentes en su mente.
Finalmente se sintió a sí mismo caer en el suelo, y cuando abrió los ojos se encontraba en el suelo de aquel lugar, la vela seguía en su mano y el castaño a su lado.
Estaban en el infierno.
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Hace mucho que no actualizo aquíAnyways, quien conoce a alguien que quiera comprar fotos de pies? Necesito dinero para la merch de Louis
30/04/21
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Demonio Guardián
FanfictionEn el mundo, al nacer, a todos se les asigna un ángel guardián, pero el caso de Jorge es diferente, a él se le ha asignado por error un demonio como guardián