t r e i n t a y s e i s

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El rizado se despertó ante el molesto ruido de su despertador

Extendió el brazo buscando apagarlo, sin embargo lo único con lo que se encontró fue con el cuerpo del castaño a su lado

El rizado despertó inmediatamente, lanzándose sobre el mayor y abrazando su abdomen, besando sus labios de inmediato

El mayor se encontraba sorprendido, por lo cual le costó igualar el ritmo que el mayor llevaba

— Te extrañe demasiado — el menor hablo emocionado contra los labios del castaño

— También te extrañé, mi pequeño ángel — Benji beso nuevamente los labios del menor

— ¿Qué fue lo que fuiste a hacer?

— Tuve que solucionar unos...asuntos con alguien

— ¿Ya no te irás? — el menor preguntó haciendo un puchero

— No...no lo haré — el castaño besó rápidamente los rizos de su ángel

Ambos se dedicaron la mañana a solo recostarse el uno junto al otro, compartiendo caricias y cortos besos, transmitiéndose el amor que el uno sentía por el otro

Ambos se ocultaban secretos, ya que el rizado desconocía que ahora quien era su demonio guardián, ocupaba el lugar del diablo, y el rizado le ocultaba los hechos ocurridos la noche anterior

El menor fue el primero en levantarse, siendo que el hambre ya superaba sus ganas de quedarse acostado todo el día

El menor se dirigió principalmente al baño, se detuvo mirándose en el espejo y luego miró su muñeca

Observó el tatuaje que allí se plasmaba, pasando su dedo índice sobre éste, cuando una serie de imágenes se presentó en su cabeza:

Podía ver a dos personas luchando con espadas

Podía ver que uno asesinaba al otro

Podía ver como una de esas personas...era él

El menor no comprendía lo que pasaba, y cuando volvió en si, simplemente fingió que nada había sucedido y salió del baño un tanto atormentado

Se detuvo momentáneamente en el marco de la puerta, sujetándose de éste, mirando a su alrededor brevemente

— Ey — el castaño habló — ¿Estás bien? ¿Qué pasa?

— S-sólo me mareé un poco...es todo — mintió

— ¿Quieres recostarte de nuevo?

— No, mi madre sigue aquí y se irá mañana, quiero estar con ella

El castaño asintió y el rizado se irguió de nuevo, suspiró y miró levemente el tatuaje sobre su muñeca. Se tomó un segundo para asimilar todo y tratar de deducir aquellas imágenes en su cabeza, y eventualmente salió de la habitación

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Corto, ik...

12/03/2021

Demonio GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora