t r e i n t a y n u e v e

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— ¡Jorge! ¡Jorge! ¡Mira! — el castaño sostenía frente al rizado una hoja con un dibujo que había terminado de colorear

— Oh si, muy lindo...sobre todo la parte de abajo donde dice: "Me oculto en el armario" — el rizado soltó una carcajada — Pues no te ves muy en el armario

— ¡Hey! Según la historia del libro está jugando a las escondidas

— Pero...¿Por qué le has pintado el rostro azul y las manos rojas?

— Se llama arte cariño, no espero que lo comprendas

El menor rodó los ojos divertido mientras apartaba el dibujo frente a su rostro, tomándolo en sus manos y poniéndose de pie y caminando a uno de los estantes sobre el escritorio

El menor tomó un poco de cinta, y luego se dirigió a un área junto a la puerta, pegando el dibujo allí

— El arte debe exhibirse ¿no?

El rizado llevaba una enorme sonrisa en su rostro, por igual que el castaño

Benji se acercó al rizado, sosteniéndolo de la cintura y apegándolo a él, haciendo que el vientre del menor estuviera pegado al del mayor

Ambos se miraron fijamente sin decir palabra alguna

Eran sólo ellos dos

No había nadie a su alrededor, y tampoco parecía haber ruido alguno más que el de sus respiraciones y los fuertes latidos de sus corazones

La mirada del menor se desplazaba entre los labios y los ojos del castaño, quien relamió sus labios antes de acercarlos a los de su pequeño ángel

Era un beso tierno

Un beso sincero y lleno de amor

O por lo menos eso era...

El rizado comenzó a avanzar guiando al mayor a la cama hasta que éste se tambaleó y cayó sobre esta, y eventualmente Jorge se sentó a hojarcadas sobre él aún sin separar sus labios

Sus labios devoraban los del ahora diablo hambrientamente, se movían sin ritmo alguno, solo anhelando aquella carne que había en ellos

— Hey, más calmado — el castaño rió apenas pudo alejarse un poco del menor

— Por favor — tartamudeó — por favor... — habló en un jadeo antes de volver a besar al mayor

Esta vez el beso fue un poco más tranquilo, pero la lujuria seguía presente en él

Ambos fueron despojándose de sus prendas conforme el beso avanzaba, hasta que ambos quedaban con solo una prenda encima, siendo su ropa interior

El mayor se alejó de los labios de su no tan inocente ángel, bajando su lengua a lo largo de su pecho, deteniéndose para saborear los dos pezones del menor

El rizado jadeó ante la sensación, y cuando los besos del mayor descendieron hasta su entrepierna, no pudo evitar gemir levemente

El castaño succionó aquella zona, dejando un par de marcas rojizas en sus muslos antes de dedicarse a bajar la ropa interior del menor

Cuando finalmente ambos se habían despojado de sus prendas por completo, el castaño se dedicó a preparar al rizado, insertando sus dedos uno a uno en su entrada hasta que Jorge se retorcía y desesperadamente pedía por más

Y luego de lubricar su miembro, el castaño remplazó sus dedos por éste, insertándose en una estocada

Sin esperar un segundo, el castaño comenzó a embestir, intentaba callar los gemidos del rizado besando sus labios, pero inútil ya ambos se encontraban en la misma condición

— Maldita s-sea, Benjamín ¡Más rápido! — el rizado gritó antes de soltar un fuerte gemido — ¡Más rápido, joder!

Afortunadamente su madre y hermana no estaban en el apartamento...¿o si?

— Gime más fuerte, quiero oírte — el mayor susurró en su oído, y el rizado gimió inmediatamente

Las embestidas del mayor aumentaron su ritmo, la cama se movía rápidamente ante estas, golpeando la pared con fuerza

El mayor apretaba los muslos del menor conforme lo penetraba, y los gemidos eran fuertemente audibles por parte de ambos

El mayor fue el primero en llenar al rizado con su esencia, quien unos momentos después terminó corriéndose por igual, en un gemido más fuerte que los anteriores, al haber llegado al orgasmo

El castaño salió del menor, para dejarse caer sobre la cama junto a su ángel

El castaño comenzó a acariciar el cuerpo de su amante, no dejando que un solo centímetro de su cuerpo cesara de su toque

Sin embargo cuando el mayor pasó sus dedos sobre la muñeca del rizado, acariciando aquel misterioso tatuaje, una serie de imágenes se apoderó de la mente del menor

Podía ver un pergamino antiguo, con palabras en latín, pero que el rizado podía entender:

"Diabolus autem oppositorum non deberent se sistunt, qui triumphaturus esset ultimum statum"

El rizado jadeó al salir de aquel trance, el castaño lo atribuyó a su toque, sin saber lo que el menor tenía en su cabeza

Aquella frase, la cual se traducía en una pesadilla para él:

"El diablo y tu son opuestos, siendo su destino aniquilar el uno al otro, siendo el ultimo en pie quien triunfara"

Y eso que aún no sabía a quien debía enfrentarse

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Que si escribí esto en una reunión familiar con un niño de cuatro años en frente de mi? Sipor?

13/03/2021

Demonio GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora