Christopher se encontraba cenando con Zabdiel, esta era su cuarta cita. Se habían conocido en la fiesta de cumpleaños de Joel, habían coqueteado toda la noche, el rubio había quedado encantado con el castaño cuando lo vio por primera vez.
Al ecuatoriano también le había parecido atractivo el puertorriqueño la primera vez, ambos intercambiaban miradas y charlaban. Esa noche Zabdiel había acompañado a Christopher hasta su casa y se ánimo a besarlo, feliz de ser correspondido le pidió que tuvieran una cita.
Sintiendo como el castaño tomaba su mano, el rubio volvió a prestar atención a su novio.
—¿A donde fueron tus pensamientos Zabdi?
—Cuando nos conocimos en la fiesta de Joel, realmente me gustaste desde el primer momento—el castaño se sonrojo y sonrio.
—A mi también me gustaste de la primera vez.
El rubio dejó un beso en la mano de su novio y continuaron cenando, al salir del restaurante comenzó a llover.
—¿Pedimos un taxi?
—Vamos caminando, tu departamento está cerca.
El rubio asintio divertido, a su novio le gustaba caminar bajo la lluvia. Rodeando la cintura del castaño, comenzaron a caminar disfrutando su pequeño paseo. Christopher se detuvo y Zabdiel también, el castaño lo miro y dejó un fugaz beso en los labios del puertorriqueño, éste sonrió y continuaron su camino hacia el departamento, sonriendole a la gente que veía pasar.
Ambos llegaron bastante empapados, Zabdiel le dijo a Chris que fuera hasta el baño, se diera una ducha y él iría a buscar ropa. El castaño asintió y caminó hasta el baño, encendió la ducha, se desvistio y se dio un baño.
Al salir fue hasta el cuarto de Zabdiel y éste le sonrió y le extendió una muda de ropa, el castaño la recibió y le sonrió. El puertorriqueño salió del cuarto y fue a darse un baño, llevándose la ropa para cambiarse allí, al salir vio a Christopher con su pequeño gatito, lo había adoptado hace un mes.
—Chris, ¿querés chocolate caliente?
—Me encantaría Zabdi—el rubio asintió y comenzó a prepararlo, unos minutos después le entregó una taza. Ambos se sentaron en el sofá de la sala y bebieron chocolate y continuaron charlando.
—Creo que es hora de irme—Chris se levantó del sofá.
—Podes dormir aquí, la tormenta va a durar hasta mañana.
—No quiero incomodar.
—No lo vas a hacer Chris además le agradas a Appa—el rubio señaló a su gatito.
El castaño río y volvió a sentarse en el sofá junto a Zabdiel. Continuaron charlando, el ecuatoriano se encontraba lavando las tazas luego de insistirle al rubio que lo dejara hacerlo.
Minutos más tarde ambos estaban en el cuarto del puertorriqueño, éste sacaba una almohada y una frazada del armario.
—¿Que haces Zabdi?
—Voy a dormir en el sofá Chris.
—No voy a dejar que duermas en el sofá, si alguien tiene que dormir allí voy a ser yo.
—Sos mi invitado, no voy a dejarte hacer eso.
—Podemos compartir la cama—hablo el castaño. El rubio asintió y ambos se acostaron, Chris volteó dándole la espalda a Zabdiel—Buenas noches Zab.
—Descansa Chris—el rubio suspiro, él pensó que al fin podía decirle al castaño que estaba perdidamente enamorado del él. Armandose de valor envolvio la cintura del castaño con su brazo y lo acerco a él dejando un beso en su cabello—. Necesito decirte algo.
Christopher volteó, y observó a los ojos a Zabdiel—. ¿Que cosa Zab?
—Estoy enamorado de ti—confesó el rubio, el castaño sonrio y junto sus labios en un delicado beso.
—También estoy enamorado de ti Zabdi—el rubio sonrió y volvió a besar al castaño.
—¿Te gustaría ser mi novio?
—Me encantaría—el castaño sonrio y acaricio la mejilla de su ahora novio.
—Te quiero mucho
—Te quiero mucho más
El castaño apoyó su cabeza en el pecho del rubio y comenzó a cerrar sus ojos, Zabdiel también comenzó a caer en un profundo sueño.
N/A: quedo del asco :(
