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Zabdiel suspiro mirando su foto con Christopher, la había tomado la mamá del castaño. Recordaba felizmente ese momento, el ecuatoriano amaba festejar su cumpleaños y el puertorriqueño amaba verlo feliz, nunca pensó que Chris tendría otros sentimientos.

—Amor, la cena está lista—el rubio dejo la foto en la mesa de escritorio y salió de su oficina hacia la cocina. Observo a Alexia sonreírle tiernamente.

—¿Cuando vas a irte?

—Dentro de dos días, voy a quedarme con Nadia así que no te tenes que preocupar—el rubio asintió poco convencido. La rubia se acercó y colocó sus brazos alrededor del cuello de su esposo—. ¿Que te preocupa Zab?

—Viajas mucho Ale, entiendo que es tu trabajo pero la casa se siente bastante vacía.

—Son solo dos días cariño, cuando menos lo esperes ya voy a estar de vuelta—el rubio beso la mejilla de Alexia y sonrió.

(...)

Se despidió de la rubia y la vio abordar su avión, caminando de vuelta a su auto chocó accidentalmente con un chico.

—Lo siento

—Christopher—el castaño miró al rubio y se sorprendió, realmente no esperaba volver a verlo.

—Hola

—¿Que haces en Los Ángeles?

—Yo trabajo con Richard, acabo de volver de un viaje de negocios—el castaño desvió su mirada, Zabdiel seguía siendo igual de amable y encantador—. ¿Vos?

—Viene a despedirme de Ale, fue a Nueva York por trabajo.

Christopher asintió, sabía que el matrimonio de su mejor amigo era sólido y al parecer sería para siempre.

—¿Te gustaría ir a comer algo?

—Seguro Zab, la comida gratis es la mejor—el rubio río y se subió a su auto, comenzó a conducir y Christopher lo siguió con su auto. Llegaron a un restaurante en el centro de la ciudad, bajaron e ingresaron. Buscaron una mesa y se sentaron frente a frente.

—¿Que haces exactamente?

—Relaciones internacionales, Richard odia viajar así que me ofrezco como voluntario—jugo con sus manos y miro al boricua—. Escuche que tenes una empresa con Joel.

—Si, pensé que ibas a ir a la boda.

—Tuve un viaje de último minuto, además les envié un buen regalo a Erick y a Joel.

—¿Seguis soltero?

—Si, tuve unas aventuras pero nada formal.

—¿Nadie?—el castaño negó, aunque hubieran pasado 4 años sus sentimientos por el rubio seguían ahí.

—Me parece que vas a ser el soltero del grupo.

—Es lo más probable—ambos rieron—. ¿Tenes hijos?

—No, aún no—la mesera se acercó a entregarles la carta, comunicando que volvería en unos minutos—. Planeamos tenerlos dentro de unos años, con Ale pensamos que ahora sería muy pronto.

El castaño estaba por contestar pero la mesera volvió a aparecer y ordenaron su comida acompañada con una botella de vino.

Minutos después ambos amigos reían de sus anécdotas de pequeños. El castaño observó su reloj y suspiró, Richard lo iba a matar.

—¿Chris?

—¿Si?

—¿Pasa algo?

—Tengo que irme, Rich me esta esperando—el rubio asintió y ordenaron la cuenta. Zabdiel pagó toda a comida y salieron del restaurante.

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora