¿Tienes Queso de Cabra? [Mewgulf]

Capítulo 13

Wenas wenas, Aquí está el comienzo de su pinshi maratón, ¡Espero la disfruten!

Abracé a Claudio esperando mi inevitable muerte, tuve una buena vida, conocí a Daddy Yankee, me cantó la gasolina y llamado de emergencia acapella, eso no lo consigue cualquiera.

Mamá caminó hacia mi y me abrazó.

Quedé congelado en mi lugar, esperaba no sé, un putaso, que me claven una chancla en la yugular, o me corte la cabeza con un cuchillo de mantequilla, no sé ¡algo!

Iba a devolver el abrazo, pero ella se separó abruptamente y me cacheteó.

Las mujeres y sus cambios de humor dan miedo.

Escuché como mi tía también le volteaba el rostro a win de una cachetada, bueno, ambas tienen mano dura.

—¡¿Crees que este lugar es un hotel o qué?! ¡No puedes regresar a la hora que se te dé la regalada gana!—ella me jaloneo la oreja y me llevo a rastras a la casa, win venía atrás de mi en la misma situación.

—¡Auch! ¡Auch! Mami no tan fuerte, ¡duele! ¡duele!—me queje tratando que suelte mi oreja pero ella hizo oídos sordos y me lanzó al mueble, claudio al ver que estaba siendo atacado iba a saltarle a mamá, lo detuve a tiempo, no quiero que a mi bendición la hagan caldo.

Mamá vio feo a Claudio y el le devolvió la mirada haciéndose bolita de nuevo.

—Gulf, te voy a dar 5 minutos para que me expliques dónde estabas, porqué llegas recién y ¡¿Porqué carajos tienes un gallo en brazos?!—se cruzo de brazos y frunció el ceño, esa es la pose de "madre enojada" no tengo idea de como es que sigo vivo, apuesto esta esperando quedarse a solas conmigo para clavarme la chancla por la espalda.

—El gallo tiene nombre, se llama claudio y ahora es parte de la familia, Sebastián—llame al mayordomo—arregla una cama para Claudio en mi habitación y dale un baño, debe estar cansado por el viaje.

Sebastián vio a mi mamá y ella con un suspiro asintió, el se acercó y con cuidado le pasé a mi criatura, esta al estar en brazos de un desconocido trató de picarlo.

—Tratalo muy bien, es un poco agresivo pero es buen gallo—el se fue murmurando improperios llevando a Claudio en sus brazos.

—Muy bien, comienza a decirme que pasó porqué te juro que hago caldo a tu claudio—miré horrorizado a mamá quien comenzó a mover su pie impaciente.

—Bien, Win tomó la pésima decisión de manejar sin rumbo alguno, como siempre—miré a win y el se encogió en el asiento—pero esta vez algo salió mal, cuando me llamaste para pedir tu queso de cabra el teléfono se me apagó, el genio presente—señalé a win—había dejado caer su celular al inodoro por lo que ambos estábamos incomunicados.

—¡Ya dije que fue un accidente!—win me interrumpió y le sonreí con burla pero seguí hablando.

—Decidió parar en una tienda para comprar tu queso, como no había volví al auto y win bajó también a comprar perejil, no volvía así que bajé también, nos robaron el auto, me subí a un bus, en el conocí a Claudio y fin, ah y ellos dos nos ayudaron a volver.—bright y mew se acercaron y mamá abrió los ojos como platos, notando los dos Adonis que estaban en nuestra sala.

Ella bajó sus brazos y suspiró

—No me sorprende que la estupidez que me acabas de contar sea real—se frotó las sienes—fue mi culpa que te hayas caído de chiquito.

Formé un puchero pero lo ignoró y se dirigió hacia mew y bright, ambos la saludaron cortésmente, ella sonrió y devolvió el saludo.

—Gracias por traer a mi pequeño—me sonrojé—pendejo y todo, lo amo, y no sabría que hacer sin el—no se si sentirme conmovido u ofendido— sean ustedes bienvenidos a mi humilde hogar.

¿Humilde? Mamá, tenemos una tv en el baño y mi inodoro tiene un chorro que te limpia la cola, muy humilde eso no es.
Pero no voy a interrumpirla mientras habla, aprecio mi vida y ahora más, ya que tengo una bendición que cuidar.

–No hay nada que agradecer señora, fue todo un placer y gulf es una gran compañía—mew respondió con su sonrisa Colgate, mamá se sonrojo, ¿en serio? El poder de un hombre guapo está más allá de mis conocimientos.

Con una sonrisa ¡Una maldita sonrisa! Calmó al tigre que casi me arranca la oreja y bota un diente de una cachetada.

—Ay, por favor, solo llámame linda, que me digan señora me hace sentir vieja—Movió sus pestañas casi tan rápido como alas de colibrí.

Mew sonrió más, si es que era posible, en cualquier momento se le desencaja la mandíbula y yo seré el primero en reír.

—Ciertamente usted le hace honor a su nombre, pero no puedo tomarme tal atrevimiento— mamá se sonrojo más si era posible.

Creo que me están dando arcadas, quiero a Claudio conmigo, al menos el podría picotear ese hermoso rostro de mew.

Tsk, esto es mucho, ver a mi mamá como colegiala enamorada me provocará pesadillas.

—Si si, muy bonito todo, pero mew y bright se tienen que ir ¿no es así? Shu shu—comencé a empujar a mew hacia la puerta pero mamá me paró con un grito.

—¡Gulf! Por supuesto que no se irán ¡Es muy tarde!–se cruzó de brazos—Mew, bright, por favor quédense, es muy noche y me preocupa que les pase algo.

Ellos iban a hablar pero mamá interrumpió
—No es una solicitud, es una orden, ¡Sebastián!—el mayordomo apareció con huecos en su traje, sonreí, Le cayó bien a Claudio.

—¿Si, madam?—preguntó con su siempre voz elegante de mayordomo de serie.

—Arregla dos habitaciones, los jóvenes se quedarán.

—De acuerdo, mi señora—y así como apareció de la nada, se desapareció en las sombras.

Volteé a ver a win y tenia una gran sonrisa en el rostro, el se veía emocionado por la idea de que bright y mew duerman aquí, yo quería llorar, genial, otra noche con el tipo que besé y me besó, me llamó pituco, y compró un gallo para mi.

—Mi señora, mil disculpas, las habitaciones de invitados no están amuebladas, las están redecorando—habló Sebastián, saliendo de la nada nuevamente.

Suspiré aliviado, win hizo un puchero.

—¿Ves? Aún es temprano para sacarlos, shu shu—comencé a empujar pero mamá me detuvo y habló.

—Es un problema lo de las habitaciones, pero ambos podrían quedarse en tu habitación y la de win, ¿viste? Problema resuelto, ¿tienen algún problema con eso?

se dirigió hacia mew y bright y ambos negaron casi mecánicamente, pero noté que mew me veía por el rabillo del ojo.

—¡Magnífico! Entonces así será.

Quería llorar, definitivamente iba a llorar.