¿Tienes Queso de Cabra? [Mewgulf]

Capítulo 8

Mew y yo terminamos de comer mientras bright y win seguían en su burbuja, ni parece que se conocieron hace apenas horas y que discutieron porqué el apio era perejil o cilantro.

Mew llamó para pagar la cuenta y llegó la misma chica, aún le seguía sonriendo, amiga, quierete un poco pls.

—La cuenta, por favor—pidió mew viéndola serio.

La chica hizo cuentas de los platos y habló.

—20 dólares, guapo.
Mew abrió la cartera y sacó 10 dolares, de repente se escuchó un pequeño golpe debajo de la mesa.
Bright saltó en su silla y lo vió feo

—¿Que quieres?—le preguntó frunciendo el ceño.

—¿como que" que quiero", idiota? Paga tu parte no te hagas pendejo—mew le respondió y bright sacó su cartera y se la lanzó.

—saca lo que quieras y no jodas—le dijo volteando otra vez con una sonrisa a win.

A todo esto la mesera ahora veía a mew y bright como si fueran comida, ay no me estés jodiendo.

Mew poniendo los ojos en blanco sacó otros 10 dándole a la chica los 20 dólares de la cuenta.

Ella los tomó con una sonrisa y abrió su libreta escribiendo algo, y dijo.

—Para ti y tu amigo—arrancó la hojita la dobló y se la dio guiñando un ojo en dirección a mew, bright simplemente la ignoró.

Mew iba a decir algo pero ella se fue importandole poco o nada lo que tenía que decir.

—¿Que es? — preguntamos win y yo con curiosidad, ah, mira tú, pensé que se había ido a brightlandia.

Bright también lo vio con extrañeza y preguntó.

—¿Que es que?

Mew ignoró su pregunta y cansado abrió el papel que la chica le había dado.

Los 3 estábamos de cabeza viendo la hojita como cavernícolas descubriendo el fuego.

—Es una dirección y un número—respondió— lo supuse, vamonos.

Los 4 nos paramos y mew caminó a un cesto de basura echando el papelito dentro.

—¿No lo guardarás?

caminé a su lado dejando a los pendejos enamorados atrás, luego le pregunto a win si le dio agua de bóxer y no lo notamos o qué, porque no veo posible que bright lo vea como si fuera una estrella en tan poquito tiempo.

—Nah, no me interesa, y por lo que veo a bright tampoco—río un poco metiendo las manos en sus bolsillos.

Llegamos a unos banquitos y nos sentamos, y supongo que la pareja de atrás también.

—¿Y que pasa con esos dos?—pregunté señalando con el pulgar

—siendo sincero, no tengo ni idea, nunca había visto a bright tan... estúpido por alguien—contestó mew pensando.

—oí eso suppasit—dijo de repente bright.

El sonrió, realmente tiene una sonrisa muy linda.

—Tienes una sonrisa muy linda—solté sin si quiera pensarlo.

Ay, mierda yo sé que estoy pendejo, vamos, eso desde chiquito, pero esto es demasiado hasta para mi.

Respondí rápido y otra vez mi cerebro no filtró la estupidez que estaba por decir.

— mordido un perro.

¿Enserio gulf? Creo que habría quedado mejor si salías corriendo.

El me vio raro y comenzó a reír, me contagió su risa y terminamos ambos rojos y llorando.

—Perdón perdón, es que, dios, nunca me habían dicho algo así, y estoy muy seguro que "mordido un perro" es cuando dices "te amo"—respondió

—Pido disculpas, mi cerebro aveces no filtra lo que sale de mi boca, pero realmente tienes una sonrisa muy linda—sonreí

—Gracias, tu también.

—Lo sé, no te preocupes, mi belleza es algo sin límites.

El puso los ojos en blanco y me respondió aún sonriendo.

—creo que tu narcisismo es lo que no tiene limites.

Yo abrí la boca en una "o" perfecta sintiéndome muy ofendido

Iba a decir algo pero Mew dejó de reír y quedó viendo al frente, casi pálido.
Yo me iba a preocupar, pero me dieron ganas de hacer pipí.

—Mew, ¿me dices dónde está el baño? Quiero hacer pi—me corté, porqué sentí unos labios sobre los míos.

Jesús María José y todos los animalitos del pesebre, que carajos esta pasando.