Capitulo 23

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Genial, simplemente genial, voy a morir a manos de un asesino con 2 pendejos, espero mamá y Alfonso el mayordomo sepan cuidar a Claudio.

—Eres un idiota, te dije que nos iban a matar ¿Quien en su sano juicio se mete en una casa desconocida y espera vivir? ¡NADIE! ¡¿No han visto películas de terror?!

—¡Pero encendí la hornalla!—Gritó la voz de Mew en la oscuridad.

—¡¿De qué sirve si nos vamos a morir?!

—¡Al menos podremos cocinar y así morir con la barriga llena!

—¡Estoy con mew!—Se sumó la voz de Win.

Apreté el puente de mi nariz y conté hasta 10 para no cometer yo el asesinato.

No sirvió.

Iba a buscar el bonito rostro de Mew en la oscuridad para golpearlo por meterme en este embrollo cuando una cuarta voz muy cerca de mí interrumpió.

—¿Por qué tanto escándalo?

—¡AAAAH!

—¡AAAAAH!

—¡Llévate a mew primero por favor, tengo un futuro prometedor por delante, te juro por mi gallo Claudio que te ayudo a esconder el cadáver!

—¡Oye! ¡También tengo un futuro!—Mew a mi lado contraatacó.

—Pues si, pero tú ya estás viejo, ya viviste lo suficiente.

—¡Tengo 30!

—Decadas quizás.

-¡¿Pero que tan viejo crees que soy?!

—No sé—me encogí de hombros—uh, tengo una pregunta ¿Conociste a Moisés?

—Si, era un buen tipo, separó las aguas para no mojar mis zapatillas, mocoso ahora dime ¿Mañana tienes kinder?

—Oigan

—¿Así quieres jugar? Bien, si, mañana tengo kinder, exámen de plastilina. ¿Jugaste con dinosaurios?

—Oigan

—Aveces, eran como perros mas grandes, pero tú estás muy pequeño para entender ¿De casualidad sabes contar?

¿Me dijo pequeño y pendejo?

—¡Claro! Puedo contar los golpes que te quiero dar ¡Ay! ¿Ya no recuerdas los números, anciano?

—De hecho no, pero puedo recordarlos contando los besos que te voy a dar—agarró mi cintura y me volteó en dirección a su rostro.

La hornalla aún estaba encendida dándole una pequeña luz haciéndolo ver aún mas atractivo, aún con su ceño fruncido.

—Claro que no te atreverías, vejestorio—pasé mis brazos sobre sus hombros, igual nos vamos a morir, así que si la voy a cagar que valga la pena.

El se acercó aún más si era posible y sobre mis labios susurró.

—¿Quieres ver cómo si me atrevo?

Iba a cortar la poca distancia que había entre nosotros, pero el asesino decidió interrumpir.

—¡OIGAN! ¡Auch! ¿Por qué me pegas?

Esa es la voz de Bright.

—¡Porqué interrumpes el momento animal! ¡Ya casi se besaban!

Y esa es la de win.

De repente fui muy consciente de mi situación.

Bright y win estaban en la oscuridad.

Bright y win vieron como le dije vejestorio a mew.

Bright y win estaban viendo todo lo que pasó entre mew y yo.

Estoy entre los brazos de Mew, aún.

Se me subió los colores al rostro y me alejé de Mew como si quemara.

—Gracias Bright, pero recuerda que la venganza es dulce.

La luz regresó y mew estaba de brazos cruzados viendo mal a Bright.

Mi dignidad quedó en el piso, pero al menos no hay asesino.

Espero.

—Tú—señalé a win—Tú-señalé a Bright—y tú—señalé a mew—nunca jamás en la vida van a hablar de lo que acaba de pasar si no quieren amanecer
flotando en el río misteriosamente ¿Ok?

Los 3 tragaron saliva y asistieron al mismo tiempo.

—Bien, ahora, a buscar algo de comer que mew pudo encender la cocina.

Todos volteamos hacia la hornalla que estaba encendida.

—Oigan, ¿Es normal que parpadeé así?—preguntó Bright girando la cabeza hacia un lado.

Y si, la hornalla estaba parpadeando, no soy un genio pero no creo que eso sea normal.

—No lo creo—los 4 seguimos la acción de Bright y vimos como la última llama de vida en la cocina se apagaba.

Sentí como el tic en mi ojo iniciaba.

—¡Tu!—agarré por la camisa a mew—todo es tu culpa ¡Tú y tu estúpido ser no apagó la cocina!

—¡¿Yo?!—se soltó de mi agarre férreo—¡Tu tampoco recordaste apagarla! ¡Al menos yo pude encenderla!

—Chicos.

-¡Pues no sirvió de nada!

—¡Chicos!— llamó nuestra atención win

—¡¿QUE?!—Gritamos al unisono mew y yo.

—Hay un microondas—señaló al pequeño artefacto que reposaba tranquilamente al lado de la nevera.

—Oh.

—Si "oh" busquemos algo que se pueda cocinar ahí y dejen de discutir como un matrimonio.

—¡No somos un matrimonio!—le refuté caminando hacia la nevera sacando lo necesario para hacer macarrones con queso.

—Aún.

—Calláte.

¿Tienes Queso de Cabra? [Mewgulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora