¿Tienes Queso de Cabra? [Mewgulf]

Capítulo 14

Dormiré con mew, en un mismo espacio, y una cama de por medio ¿qué mal hice yo en mi vida pasada para merecer esto? aún quiero llorar ¡Mi heterosexualidad se está sintiendo atacada!

Con ese pensamiento en mente abrí la puerta de mi habitación dejando pasar a mew primero.

—Y... ¿donde dormiré?—preguntó viendo mi habitación en la que lógicamente había solo ¡Una! Cama.

Caminé en dirección a Claudio quien ya estaba acurrucado en mi colchón y lo acaricié.

—No sé, tienes el baño, el piso o el balcón, tu decide, claudio y yo dormiremos en la cama—Respondí cruzando mis brazos en el proceso.

el me dio una mirada ofendida y se acercó.

—Gulf, Claudio podría correr peligro de ahogarse en tus mantas, créeme, pasé por eso con un pollito, no fue lindo—me advirtió mientras trató de acariciar a Claudio, quien le picoteó la mano y se bajó de la cama.

El suspiró viendo como mi bebito iba y se metía entre mis zapatos, es tan bonito que quiero llorar.

—Igual, no vas a dormir conmigo en mi cama, te prepararé el piso o el balcón, tiene una bonita vista que disfrutarás al despertar—declaré con una sonrisa maliciosa.

—Pero Gulf, tu cama es lo suficientemente grande para dos personas ¡incluso tres!, y aparte estoy muy cansado y adolorido, dormí en una silla kanawut, eso no es cómodo—se quejó con una mirada esperanzada en dirección a mi cama.

Es verdad, durmió en una silla por mí, e incluso yo tengo dolor de espalda, no imagino como estará mew quien durmió todo el viaje con el cuello colgado de un lado, me sorprende que no lo tenga chueco.

Me quedé callado unos minutos, creo que mientras no me toque en lo más mínimo, estará bien.

—De acuerdo, puedes dormir en mi cama, ¡Pero te quiero a dos metros de distancia! y ¡quiero el lado de la pared!—lo señalé con el dedo y el solo sonrió y asintió.

En ocasiones parece perro, casi podía ver su cola moviéndose.

—¡Vale! ¿Puedes prestarme tu ducha? Necesito un baño ahora mismo—se olió la camisa e hizo una mueca de desagrado.

—Claro, está ahí—le señalé desinteresado la puerta del baño—y si, apestas, ushkale.

el se iba a sacar la camisa pero lo detuve.

—¡¿Que demonios haces!?—Grité sintiendo mi rostro rojo.

El elevó la ceja y con una sonrisa burlona contestó.

—Sacandome la ropa ¿usted se baña vestido señorito kanawut?

—¡Claro que no idiota! ¡Pero para eso está el baño!

Su sonrisa burlona creció, quería borrar esa estupida mueca de un putaso, pero si mamá lo ve con el labio partido por la mañana, es capaz de jalonearme la oreja de nuevo y no, gracias, ya está lo suficientemente roja, un jalón más y quedo como van gogh y su oreja mocha.

—¿Eres tímido gulf?

—¡Timido mis bolas!—le lancé una almohada y el la atrapó antes de que le dé en el rostro.

El me la devolvió y aún con la sonrisa burlona y un brillo travieso en los ojos levantó las manos en son de paz y caminó en dirección a la puerta antes señalada.

—Bien, Bien, lo siento, iré a sacarme la ropa en el baño, disculpará usted joven amo—se burló aún más y yo lancé la almohada pero cayó en la puerta que fue cerrada.

Me levanté y comencé a buscar pijama para el animal que está en mi baño, es un poco más alto y ancho que yo, pero me importa un comino, se pone eso o duerme con Claudio.

Teniendo su pijama lista la puse a un lado y agarré el control remoto encendiendo la tv, reanudé el capítulo de The untamed que estaba viendo antes de que win y su estupidez ilimitada llegue a mi pieza y me jale para ir a "dar un paseo".

Wei ying estaba apunto de suicidarse y junto con el mi estabilidad emocional también se iba por ese acantilado.

Limpiando mis mocos por décima vez escuché que la puerta se abrió y volteé a ver, un mew muy mojado y con solo una toalla encima llegó a mi vista.

No jodas, podría lavar ropa en su abdomen o rayar queso, capaz ambas.

Rojo hasta el cuello le lancé la pijama que había olvidado pasarle, le cayó en el rostro.

—¡Vístete, exhibicionista desvergonzado! ¡Claudio!— el gallo salió de donde sea que estaba metido- ¡Ataca!—y acatando mi orden comenzó a perseguir a mew, quien agarró la ropa que le había lanzado y corrió de vuelta al baño.

Claudio caminó en dirección a mi y lo subí a mi regazo dándole mimitos.

Definitivamente, dormirá en el balcón.