¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¿Ese chico es tu novio?" •
•
• [...]
Mi espalda se arqueó cuando sentí su aliento en mi zona, él sonrió y se levantó besando mis labios ferozmente, agarre el borde de su camisa y se la quite para comenzar a acariciar su cuello, pecho y rostro. Tom me sacó la falda y la lanzó a algún lado de la habitación, sus besos fueron descendiendo de mis labios a mi cuello donde dejó marcas.
Sus dedos fueron hasta mi camisa y me la quitó rápidamente, luego quitó mi sostén hábilmente casi que hasta mejor de lo que yo me lo quito. Sus dedos rodaron mis pezones y solté un suspiro rendida a él. Se separó de mi cuello y cogio mi pezon izquierdo con sus labios, pasó su lengua en círculos y lo mordió.
Acaricié su cabello suave y él sonrió contra mi expuesta piel. —Mierda –gemí en voz baja.
Tom agarró mis muñecas y con su mano derecha las juntó poniéndolas sobre mi cabeza, enrollé mis piernas en su cintura y me moví contra él sacándonos suspiros de desesperación a los dos.
—Abre la boca –acate la orden y al instante sentí dos dedos de su mano izquierda entrar en mi boca.
Rodé mi lengua y los chupé mientras lo veía fijamente, él los sacó y se los metió en la boca para luego acercarse a darme un beso. Soltó mis manos para desabrocharse el pantalón, bajó estos junto a sus bóxers y se posicionó entre mis piernas de nuevo. Alineó su polla con mi entrada y lentamente se hundió en mí.
Arquee la espalda y gemí suavemente al sentirlo dentro de mi completamente, se sentía tan malditamente bien que desesperaba. Comenzó a moverse rápidamente mientras suspiraba y lanzaba una que otra maldicion en voz baja. Aruñe su espalda cuando comenzó a rozar mi punto G con su dura longitud.
—¡Ah, si! ¡Más rápido, mierda! –gemí y él continuó embistiéndome rudamente. —Maldita sea, se siente tan bien
—Estás muy apretada, Candy... Mierda si, te sientes tan increíble –gimió contra mis labios hinchados. —Eres mía y solo mía, T/N
Asentí. —Soy tuya, joder –dije entre gemidos desesperados.
El vaivén de sus caderas me estaban llevando a la locura, voltee los ojos cuando besó la parte de atrás de mi oreja. Me aferré a su espalda y tomé su cara entre mis manos para besarlo.
—Me voy a correr –anuncie y él aumentó la velocidad.
Mis gemidos más sus suspiros y maldiciones en voz baja me excitaban más de lo que ya estaba, su lengua entró en mi boca y mordió mi labio para luego besar mi barbilla y terminar en mi cuello.
