¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
“No me pondré eso.” •
•
• [...]
Tom dormía tranquilamente en mi pecho, casi como si de un bebé indefenso se tratase.
Yo acariciaba su cabello intentando que nada lo despertara, buscaba una razón, una simple razón en mi cabeza que me diera la respuesta de la actitud tan desagradable y despectiva de su papá.
Y entonces recordé lo que él mismo me dijo.
“Es un muggle despreciable.”
Miré a Tom con tranquilidad, él no había tenido la culpa de los actos de su mamá, tampoco fue él quien le dió la poción.
Él solo nació de un amor falso, una obsesión enfermiza... Pero no tuvo la culpa.
Verlo ahí, llorando mientras en voz baja susurraba lentos “¿Por qué?” me había destrozado el corazón en pedazos. Pero lo haría olvidar ese mal rato, lo haría ver que su verdadera familia somos nosotros, una loca y disfuncional familia que lo quieren mucho.
Una familia que estaría con él hasta el final.
[...]
—¡Buenos días estrellitas, la tierra les dice hola! –grité con un megáfono en la habitación de Draco y Christian, los dos se levantaron exaltados y al minuto empezaron a pelear... Otra vez.
—¡¿No le pasaste el seguro a la puerta, Malfoyado!? –gritó Chris mientras le lanzaba una almohada a Draco.
—¡Pensaba que tú la habías cerrado!
Alcé las llaves y sonreí. —Tengo sus llaves, guapos
Los dos me vieron confundidos y yo les lancé unas bolsas que les pegaron en la cara haciéndolos caer hacia atrás.
—Hoy saldremos –sonreí. —Ya los demás tienen el suyo
Ellos me vieron con el ceño fruncido y salí sonriente del cuarto para ir al de Tom y mío.
Al entrar me encontré a Tom saliendo del baño aún con su cabello húmedo, por mi mente pasaron muchas cosas (ninguna sana) pero las hice a un lado, el plan de hoy era disfrutar en amigos, no follar.
Aunque...
NO
—¿Donde estabas? –me preguntó Tom fingiendo desinterés, aunque en su rostro era obvio que estaba molesto.
