¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Tuve un sueño." •
•
• [...]
Al abrir mis ojos esa mañana lo primero que vino a mi mente como si de un flash se tratase, fue el sueño.
Lleve la mano a mi vientre pensando lo peor, pero no... Era imposible. Me senté en la cama y conseguí a Tom en el balcón con la mirada perdida en la playa, me levanté y salí sentándome también.
—Tuve un sueño –dijo y mi cuerpo tembló.
—¿Y qué pasó?
—Estabas embarazada
Mi garganta se secó y sentí un frío recorrer mi cuerpo. —Yo soñé lo mismo
Él me miró entre miedoso y confundido cuando me levanté a bañarme, Tom ya se había dado una ducha por lo que al estar vestida salimos de la habitación aún sin desayunar siquiera.
Llegamos a la farmacia donde habíamos comprado las pastillas y la señora al vernos alzó sus cejas sorprendida.
—Adivino, ¿prueba de embarazo? –dijo viéndonos sobre sus lentes medialunas.
—Si, por favor... Es para descartar una tontería –dije.
Pagamos y nos despedimos rápidamente para volver a la habitación casi que corriendo. Hice lo que indicaba la caja y esperé sentada en la tapa del retrete los ocho minutos que debía esperar. Movía mi pie nerviosamente de arriba hacia abajo y secaba mis manos sudorosas en mi pantalón.
Tome la prueba y salí del baño aún sin verla, Tom caminaba de un lado a otro en todo el cuarto, alce la prueba y la tomó.
—¿¡Estás embarazada?! –gritó. Mi corazón de detuvo por un momento y me acerqué a ver la prueba.
Todo nervio, susto, miedo y/o diferente sentimiento que ocurría en mi cuerpo se tranquilizó al ver que salía: "NEGATIVO".
—No, no lo estoy –dije en un hilo de voz.
Tom soltó todo el aire que tenía contenido y se lanzó de espaldas a la cama cerrando sus ojos. —Menos mal
—Si... Mis papás nos hubiesen obligado a casarnos y a hacer cosas de grandes –dije sentándome a su lado. —Es un alivio ¿eh?
Tom asintió con los ojos cerrados, lo vi allí acostado boca arriba y se me ocurrió hacer algo. Saqué valor y me subí en su regazo.
Él me miró confundido y cuando me acerqué a besar su cuello comprendió que quería hacer, cogio mi cintura y me lanzó a la cama. —No me vas a cabalgar, ¿entiendes?
Rodé los ojos y lo empujé lejos de mi cuerpo, me senté y crucé los brazos retadora. —Eso ya lo veremos, Thomas
