her | h.s.

Diecinueve.

Luego de probarme el último traje que Ella me obligó a usar, decidimos que ese iba a ser el definitivo y que deberíamos ir a comer algo. Ya es el mediodía y necesito recargar las fuerzas perdidas.

—¿Y tú que te pondrás? —Le pregunto casualmente mientras caminamos hacia un lugar de comida rápida.

La contemplo mientras luce pensativa y me da una mirada interrogante.

—Aún no sé. Ahorré algo de dinero para comprarme un vestido pero los días pasaron tan rápidos que olvidé ir a comprarlo. —Se encoge de hombros.

—Puedo acompañarte, si quieres. Supongo que es lo que te debo —suelto una pequeña sonrisa.

Ella se ríe y me golpea el brazo suavemente.

—Tú sólo quieres verme en vestidos —bromea riéndose.

Muerdo mi labio inferior intentando esconder mi sonrisa, aunque probablemente mis hoyuelos me delaten completamente.

—Bueno, si lo dices así entonces tú querías verme en traje —ahora es mi turno de encogerme de hombros.

Ella rueda sus ojos y camina hacia la chica que atiende. Debatimos qué deberíamos pedir y terminamos eligiendo un par de hamburguesas enormes, con papas fritas enormes y bebida enorme.

Sí. Teniamos hambre.

Aunque probablemente yo termine comiéndome las sobras de Ella, quien parece haber comprado esa hamburguesa sólo para imitarme.

Una vez que nos sentamos enfrentados, alzo una ceja en su dirección y le sonrío.

—Apuesto lo que quieras a que no la terminas —señalo su hamburguesa.

—Uf, definitivamente no me conoces, Styles.

Frunzo el ceño, aún con la sonrisa plasmada en mi rostro, y comienzo a devorar mi hamburguesa junto a mis papas fritas.

—Mhm, tenia hambre —digo entre mordidas— Por cierto, —trago lo que estoy comiendo y paso mi pulgar por mi labio inferior, observando a Ella— podemos comprar tu vestido ahora mismo. Digo, ya que estamos aquí...

Vuelvo a concentrarme en mi comida y levanto mi mirada sólo para verla contemplarme.

—¿Qué? —pregunto con la boca llena de papas fritas.

Ella ríe animadamente y niega con su cabeza.

—Eres un cerdo comiendo —se ríe más fuerte y tiene que taparse la boca para calmar el sonido.

Suelto una sonrisa al escucharla reír y bajo mi vista.

—Lo sé. Soy un desastre —río suavemente y sigo comiendo. —Pero ¿quieres o no?

Alza una ceja, confundida.

—Que te acompañe a comprar el vestido, Ella —afirmo en un resoplido.

—¡Ah! ¡Sí, sí! Lo siento, me había olvidado. —me sonríe y agrega: —Eres una muy buena distracción.

Me pregunto por qué diablos estoy comenzando a comer tanto. Hace unos meses era hasta raro que probara bocado, ni siquiera compraba mucha comida para mi refrigerador porque sabía que no la iba a terminar.

Asiento en su dirección, dándole a entender que la escuche.

Sus manos están sosteniendo la hamburguesa mientras a esta se le cae todo el tomate por el costado.

—Tu hamburguesa está teniendo problemas —le señalo el costado y río ligeramente.

—Oh, no —hace un puchero.