— ¿Ya? — preguntó Keiko del otro lado de la puerta del cubículo. Estaba ansiosa, tenía los brazos cruzados y se movía por todo el baño como león en una jaula.
— No, aún no — respondió (Nombre) el cuádruple más ansiosa y nerviosa que su amiga. Quería llorar, pero tenía que asegurarse que la tan temida teoría de su amiga fuera real o simplemente era eso, solo una teoría.
Sentada en la tapa del inodoro, esperaba pacientemente que la prueba de embarazo que sostenía en manos diera un resultado negativo.
Dentro de su mente, tiraba todo tipo de maldiciones por no haberse tomado la píldora del día después para hacer más eficaz la prevención de esta situación.
"Usamos condón" pensó, tratando de auto converse de que todo saldría bien y esto solo sería un mal momento.
Cerró por un momento los ojos para tranquilizarse, inhaló profundamente, luego volvió a abrir los ojos para ver por fin el resultado.
Positivo.
— ¿Ya? — volvió a preguntar Keiko. Esta vez (Nombre) no le contestó, se levantó de su asiento y abrió la puerta del cubículo. Esto sorprendió de sobre manera a Keiko.
(Nombre) le extendió su mano con la prueba, Keiko la agarró mientras su amiga iba a mirarse en el espejo del baño.
Keiko ahogó un grito.
— Estas embarazada...— dijo sin creerlo.
— ¿Qué voy a hacer? — preguntó (Nombre) en sollozos, Keiko se acercó a consolarla, — Yo no...
— Trata de tranquilizarte. Puede que este defectuoso — dijo mientras le palmeaba con suavidad la espalda.
— No he tenido mi periodo en dos meses ¿Cómo va a estar defectuoso? — volvió a decir, entre el llanto, — Y Kuroo...cuando le diga...
— Tranquila, estoy segura que comprenderá la situación. No creo que te vaya a dejar sola. Él no es así — añadió.
— ¿Cómo sabes? — preguntó aun llorando desconsoladamente. Keiko solo suspiró y rodó con sus brazos a su amiga, esperando a que se calmara para regresar a clases.
(...)
(Nombre) estaba afuera de la escuela. Las clases habían terminado.
Sin embargo, ella estaba frente a una máquina expendedora, viéndola fijamente, perdida en sus pensamientos.
— ¡Ah! ¡Hola (Nombre)-san! — exclamó Yamamoto mientras pasaba por ahí. Ella volteo a verlo, le dio una sonrisa fingida, pero él no pareció notarlo. Luego apareció Kenma y después Kuroo junto con Yaku y Kai. De hecho, todo el equipo de voleibol apareció. Parecían ir al gimnasio.
Kuroo la miró y un escalofrío le recorrió la espina dorsal.
Ella decidió pasarlo por alto, agarró la barra de chocolate de la máquina expendedora y caminó en dirección contraria de la que el equipo había salido.
— ¿(Nombre)? ¡(Nombre)! — exclamó Kuroo cuando vio que su novia se marchaba sin decirle adiós.
— Parece que está enojada...— comentó Kenma cuando vio la expresión de confusión de Kuroo. Tetsuro suspiró.
— Puede ser...más tarde hablaré con ella — murmuró mientras seguían su ruta hacia el gimnasio.
Al día siguiente Kuroo trato de hablarle a (Nombre) durante el almuerzo, no obstante, ella lo ignoro. Trató de nuevo durante la clase de química, pero de nuevo, ella no le hizo caso.