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Voces, el ruido de muchas voces hablando a la vez rompían la calma de su mente. Miraba hacia todos lados y solo podía ver aquellas paredes grises y frías que jamás podrán ser borradas de su memoria.

Hay un espejo del lado izquierdo que ocupa todo lo largo de una de las paredes, no, no es un espejo, es de esos vidrios de dos caras donde no puedes ver lo que hay del otro lado, pero quienes se hallan allí sí pueden hacerlo.

Una rata de laboratorio, eso es lo que él siempre fue.

El sonido lento y chirriante de las astas del viejo ventilador era lo único que lo consolaba, sin embargo, no podía sentir brisa alguna.

Manos, muchas manos querían acercarse a él y el cuchicheo de las voces del principio eran cada vez más intenso y agresivo. No podía evitarlo, cada vez se acercaban más y más y...

Jimin abrió súbitamente sus ojos, su respiración era superficial y el sudor frío perlaba su frente. Otra vez ese sueño, no fue un sueño, fue un recuerdo. Su pecho le dolía a causa de lo acelerado de su corazón por lo que se removió inquieto alertando a Yoongi.

—Ey ¿estás bien? —preguntó mirándole de reojo.

Hacía hora y media atrás que habían terminado de resolver el caso del homicidio "misterioso", por esa razón en esos instantes ambos estaban de camino hacia los campos del señor Im, por insistencia suya, claro.

En contra parte, Jimin le había insistido que no hacía falta su compañía en aquel viaje, que él podía encargarse solo, pero, él fue demasiado ingenuo al creer que Yoongi se quedaría de brazos cruzados mientras él hacía de las suyas por cuenta propia.

—Si, sólo tuve un mal sueño —respondió secándose el sudor de la frente con un pañuelo que guardaba en su bolsillo—¿Hace cuánto estamos viajando?

—Seguimos lejos, y ahora que estás despierto ¿podrías explicarme que es lo que iremos a hacer?

—Lo que voy a hacer —Corrigió sentándose mejor—. Tú viniste de equipaje extra.

—No suena a ofensa, pero ¿por qué me siento ofendido? —murmuró Yoongi.

—Hablo enserio. No tendrías que estar aquí, no debí dejar que vinieras. —insistió Jimin, para ese punto jalándose el cabello que escapaba de su gorrita.

Su trabajo, lo que él hacía no era un juego, mucho menos en un caso así, justo en esos momentos, estaba yendo a un campo posiblemente plagado de entidades oscuras y siniestras. A él no le importaba arriesgar su propia vida para eso, pero meter a Yoongi en el medio, eso jamás sería una opción si él podía evitarlo, además, si le llegara a pasar algo, se sentiría muy culpable y seguramente jamás se lo podría perdonar.

—¿Realmente vas a hacer esto? ¿No vas a decir nada? —Insistió apretando sus manos en el volante.

El misticismo que rodeaba a Jimin le había parecido encantador cuando lo conoció ahora, estaba comenzando a molestarle.

—No diré nada porque esto es algo que no te concierne ¿de acuerdo?

Yoongi pisó a fondo el freno logrando que las llantas quemaran contra la calle haciendo que Jimin tuviera que sujetarse de la guantera debido al efecto rebote.

—¿Qué no me concierne? —Repitió la pregunta con su entrecejo fuertemente fruncido—. Oh disculpe usted señor Park, no era mi intención molestar intentando ser de ayuda —escupió con sarcasmo—, está bien, tú ganas. Desde aquí sigues solo. —Le hizo una seña para que se bajase de su auto.

Jimin boqueó incrédulo, de verdad estaba sorprendido por semejante reacción.
Y aunque no sentía culpa alguna de hacer que Yoongi se enoje con él, hizo un último esfuerzo para que sea razonable.

—Se qué quieres ayudar, pero no puedes. Y si quieres, puedes enojarte todo lo que quieras conmigo, pero no voy a permitir que te pase nada malo y si para eso debo hacer que me odies o te enfades conmigo, bien.

Sin pensarlo ni un instante, Jimin se tiró para atrás para tomar su mochila y luego abandonar el auto sin decir nada más. Desde su lugar, Yoongi veía con impotencia como la figura de su compañero se iba perdiendo en la oscuridad de la carretera.

—Maldito idiota —masculló entendiendo su motor dispuesto a marcharse y dejar que Jimin hiciera lo que quisiera por su cuenta.

El motor rugió, pero él seguía sin moverse.

— De verdad, eres un maldito idiota. —con amargura apagó el motor y tomando su pequeña mochila salió tras Jimin.

Su compañero no estaba lejos, podía verlo alumbrando el camino con su linterna. Hay que joderse, se dijo mentalmente trotando hasta él.

—Puede que tengas razón, no sé dónde pueda estarme metiendo y quizá sea un estorbo, pero, no voy a dejarte solo en esto, sea lo que sea. Demándame después si quieres, pero por ahora voy a ir contigo. —El tono decidido de Yoongi no dio lugar a réplica alguna.

Jimin cerró sus ojos con frustración ¿por qué Yoongi no podía ser como los demás? ¿Por qué no podía simplemente llamarlo loco o lunático y dejarlo morir a su santa suerte?

—Eres el hombre más testarudo que he conocido en toda mi vida Min Yoongi. —replicó Jimin con cansancio.

—Y tú el más raro ¿y eso qué? ¿Harás algo para que eso cambie? —preguntó ya más relajado.

La tención que los había estado rodeando desde la mañana desapareció completamente dando lugar a unas pequeñas sonrisas desenfadadas en sus rostros.

—Bien, primero que nada; no te separes de mi ¿de acuerdo?

—Entendido.

—En segundo lugar, si oyes o ves algo simplemente ignóralo y sigue tu camino. Jamás mires a tus costados y por lo que más quieras, nunca mires atrás, así tengas esa irrazonable necesidad.

—¿Por qué?

—Porque eso mismo hizo el gato del refrán y mira como terminó ¿quieres terminar igual por ser un gatito curioso?

—¿No prefieres que volvamos al auto?

—No, es mejor así, tu bee bee es demasiado bonito para que se arruine en el camino.

La necesidad de hacer un comentario sobre que posiblemente podría ser destruido por las criaturas que habitan allí picó en su garganta como piquetes de abeja, no obstante, se contuvo y ambos retomaron su andar en la inmensidad de la noche.

A medida que fueron avanzando, la oscuridad se hizo más y más densa y Jimin sabía que debía de estar atento a todo a su alrededor y por supuesto a su compañero.
En silencio, Jimin admiraba los nervios de acero y la gran obstinación de su compañero sin embargo...

—Toma mi mano —dijo de pronto Jimin captando la atención de Yoongi.

—¿Disculpa?

—Que tomes mi mano, la oscuridad se está volviendo más espesa y lo último que necesitamos aquí es perdernos.

—Sólo di que quieres tomar mi mano, no te juzgaré —Bromeó Yoongi entrelazando sus dedos con los de Jimin—. Wow, tu mano sí que es pequeña —dijo esperando no lucir como un idiota.

La primera y última, vez había sido un toque cordial, por lo que no se había puesto a pensar mucho en eso en su momento, pero ahora, sentía tener un poco más de libertad para hacer ese tipo de comentarios.

Jimin no pudo evitar reír, de pronto y en plena oscuridad su compañero estaba repentinamente fascinado por el tamaño de su mano como un niño pequeño lo estaría del inmenso mundo que lo rodea, tan lindo.

Bien, eso no le molestaba y más si eso lograba distraerlo de las centenares de siluetas con ojos brillantes que los observaban de entre los árboles.

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Nota23122023: ¡Hola estrellitas! ¿Cómo están? espero que muy bien, hoy les traigo un capitulo como regalo de navidad.

Espero que estas fiestas la pasen muy bien, que coman rico y reciban muchos regalos.

Los TKM...

SQ👑

📿D A R K N E S S 📿 Vol.I ||YM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora