¿Qué pasa si reescribimos las estrellas?

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—¿Tienes idea a qué hora volverán?

—Uhm... no, no lo sé. No es necesario que te quedes aquí por mí —Ethan me miró curioso, como preguntándome a qué me refería—. Si quieres anda, estoy bien.

Julie y los chicos habían decidido ir a dar un paseo por Hollywood, nosotros también estábamos en los planes, pero yo había inventado un excusa para quedarme en el garage y Ethan decidió no dejarme sola.

—No podía dejarte sola —lo quedé mirando por unos segundos.

—¿Cómo supiste que me quedaría aquí?

—Te rascas la nariz cuando mientes —rio—, pero tranquila, no se lo diré a nadie —me sonrió con aire de superioridad—. Aunque deberías aprender a mentir mejor —me guiño un ojo.

Mi mentira fue que ya tenía planes, dije que había acordado con Allie juntarnos este día.

—¿Y qué pensabas hacer aquí sola? —preguntó mientras se acercaba a mi.

—Nada en realidad, quedarme sentada en el sillón hasta que llegaran supongo —alcé mis hombros.

—Te has vuelto aburrida, Scott. ¿Qué te pasó? —preguntó a centímetros de mi cuerpo.

—¿Tienes alguna idea mejor? —en cuanto lo pregunté me arrepentí de las palabras utilizadas, que podrían ser utilizadas en mi contra.

—Se me ocurren muchas cosas —bajó su rostro hasta el mío.

—¿Cómo qué? —comenzó a acercar su boca hasta mi oído.

—Vamos a pacific park —susurró, para luego alejarse los suficiente para quedar mirando nuestros rostros.

—Creo que es la mejor propuesta que me has hecho —reí.

—¿La mejor? —pregunto indignado.

—Una de las mejores —le sonreí—. Ya, vamos —dije, antes de que ambos apareciéramos en pacific park—. Bien, ¿Y cómo esperas que subamos a los juegos?—miré las largas filas para subirse a los juegos—. Las personas se sentarán sobre nosotros.

—No lo había pensado la verdad —dijo pasando la vista de las filas hacia mi, con una sonrisa. ¿Cómo era posible que nada le quitara esa sonrisa?

—Para variar —rodé los ojos, burlándome de él.

—¡Oye! —rio empujándome suavemente.

—Tengo una idea —le sonreí.

Durante la tarde me hacia visible apareciendo de las primeras en las filas, de forma que subíamos casi inmediatamente. Y como pocas personas se sientan junto a alguien que no conoce, ese asiento lo ocupaba Ethan.

—No sabía que podías hacer eso —rio, una vez que regresábamos al garage, luego de haber subido en todos los juegos.

—Sorpresa —dije moviendo mis manos.

—¿Viste la cara de esa chica cuando te vio aparecer? Fue lo mejor.

—Sí —dije suavemente, mientras lo miraba reír— iré a ver si los chicos ya llegaron. Espérame aquí.

Me traslade hasta afuera de la habitación de Julie, pero cuando toqué la puerta nadie respondió, así que simplemente metí la cabeza para ver si había alguien. Nadie.

Volví al garage, pero en cuanto entré una melodía en piano llegó a mis oídos, inundando cada parte de mi ser.

—¿Desde cuando sabes tocar el piano? —pregunté situándome junto al piano, apoyándome en él, sin quitar mi mirada de Ethan.

After DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora