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Respira.

No te sirve absolutamente de nada.

No vas a morir si dejas de hacerlo. Ya lo estás.

No te sirve absolutamente de nada más que para relajarte. Para calmarte.

Respira.

—¿Dónde están?

—Ya se fueron. Los vi cuando Caleb los estaba sacando del lugar.

—¿Caleb?

—Sí. Él... —No esperé que terminara. Caminé por el lugar, dirigiéndome hacia donde sabía que encontraría a Caleb.

Bajé las escaleras y ahí estaba él. En un sillón con un vaso de whiskey.

—¡Ahí estás! La princesa del Hollywood Ghost Club. —Levantó el vaso haciendo un salud y miró detrás de mí—. ¿Y el príncipe?

—¿La banda estuvo aquí?

—¿Disculpa?

—No te hagas el tonto, Caleb. Luke, Reggie y Alex, ¿estuvieron aquí?

—Oh, ellos. —Tragó un sorbo de su vaso—. Sí, se fueron no hace mucho. Una lástima que no hayas alcanzado a despedirte.

—¿Tú los trajiste?

—¿Crees que yo los invité para ver el espectáculo más deseado de este club? Además del mío, claro.

—Teníamos un trato.

—Tenemos un trato.

—Dijiste que no te volverías a acercar a ellos.

—Y no lo hice, además de para sacarlos del lugar, claro.

—¿Entonces cómo...?

—Oh, bueno... Un mago nunca revela sus secretos. —Volvió a tomar un sorbo—. ¡Ahí está! El príncipe del Hollywood Ghost Club. —Giré la cabeza para ver que Jasper venía entrando al lugar, con cada paso más lento y dudoso que el anterior.

—Me dijeron que me buscabas —mencionó cuando finalmente se detuvo junto a mí.

—Quiero... proponerles un salud.

—Paso. —Me giré con la intención de irme.

—Oh, no, no, no. Tú te quedas. Vengan, vamos, acérquense. Tengo la mejor botella de champagne para ustedes. —Se levantó del sillón en el que estaba y se acercó a una mesa en la que había una botella de champagne con dos copas.

Dejó su vaso de whiskey sobre la mesa y sirvió la champagne en las copas, para luego entregárnoslas.

—No puedo beber.

—Tu edad ya no corre, cariño. 

—Pero no puedo beber, gracias. —Miré la copa aún en su mano

—No es como si ahora que estas muerta te vaya a hacer algo. No te vas a embriagar ni nada —respondió aún con su brazo extendido en mi dirección, ofreciéndome la copa.

A final, la tomé sin quitarle la mirada de encima. Su rostro, sus gestos, todo. Algo me podría dar algún indicio de lo que estaba pasando.

Pero simplemente me dio una sonrisa cortés y se giró para tomar su vaso de whiskey y girarse de nuevo hacia nosotros.

—Lo hicieron fantástico, chicos. Y ese beso al final. —Apuntó con su vaso a Jasper—. Excelente movimiento. Todo muy real. Al público le fascinó. Los felicito. —Extendió su brazo, colocando su vaso de whiskey al centro de los tres—. Salud.

Jasper y yo nos dimos una mirada rápida y juntamos nuestras copas con la suya, para luego llevarnos nuestros respectivos bebestibles a la boca y tomar un sorbo.

—Pero no creerán que quería hablar con ustedes solo para felicitarlos. —Se volvió a sentar en el sillón de un cuerpo en que se encontraba cuando yo llegué. Un sillón grande y elegante, que gritaba poder por donde lo mirarán—. Tomen asiento. —Nos apuntó un sillón de tres cuerpos, pegado a la pared, elegante, de todas formas. 

Jasper caminó hasta el sillón y no esperó para sentarse en uno de los extremos de este.

Caleb me miró, aún de pie, y me apuntó el sillón con su vaso.

—¿Isabella?

Me sentí presionada. Con la mirada de Caleb y la de Jasper sobre mí sentí que solo quedaba sentarme y ver que sucedía.

Tomé asiento en el otro extremo, dejando un espacio entre Jasper y yo.

Se veía bastante relajado, con las piernas abiertas, totalmente inclinado hacia atrás, y apoyando su brazo en el apoyabrazos, y con su otro brazo al lado, sujetando su copa que la tenía sobre su regazo.

A diferencia de Jasper, yo me senté erguida y con las piernas juntas. No las crucé ni nada, solo las dejé ahí, pegada una a la otra. No apoyé mi espalda en el raspado y mis brazos los dejé caer a mis costados. La copa la apoyé en mi regazo, casi pegada a mi estomago, sujetándola con ambas manos.

—Te veo algo tensa, Isabella.

—Estoy bien.

—Puedo notarlo. —Me miró de pies a cabeza, tomó un sorbo de su vaso y lo apoyó en el apoyabrazos—. Bien, el público los ama. No sé cómo, ni por qué o desde cuándo, pero los ama.

—¿Vas a decirnos algo que no sepamos o vas a volver a repetir lo mismo? —cuestionó Jasper.

—¿Tanto apuro, Jasper? Ni que tuvieras muchas cosas que hacer. —Silencio. Sepulcral y maldito silencio—. Como les decía, el público los ama. Se volvieron locos con su presentación y... —Hizo una pausa en la que sorbe un poco de whiskey—, quieren que se repita.

—¿Que se repita? —pregunté. Jasper solo suspiró y se llevó la copa a los labios.

—Es lo que dije.

—Dijiste que sería algo de solo una vez.

—Sé lo que dije. —Hizo una mueca—, pero al público le gustó, y quiere más.

—Una lástima. —Jasper se tragó todo lo que quedaba en su copa y se levantó—. Yo acepté solo por esta vez. —Giró la solo un poco la cabeza y me miró por sobre el hombro— Yo paso. —Dejó su copa sobre una mesita y se fue.

—Supongo que tendrás que convencerlo. —Encogió los hombros, sin dejar de mirarme, y llevó sus vaso a sus labios, tomando un sorbo.

—¿Y por qué tendría que hacerlo?

—Tenemos un trato, querida. —Otro sorbo.

—Tú te alejarías de ellos si yo venía contigo.

—Conoces los impuestos, ¿no? —Me quedo en silencio esperando a que continúe—. Pediste cosas extras, querida.

—Eran... favores.

—¿Favores? —Ríe, una risa sarcástica, negando con la cabeza—. Eso no existe, Isabella. Tú pediste cosas y ahora debes pegar. Todo tiene un precio.




Perdón, perdón, PERDÓN  por la demora. Con suerte he podido llegar a mi casa, así que mucho menos he podido entrar a mi compu y así, pero encontré este ratito y dije "Bueno, ya es hora de actualizar" 

Un besito ghosties <3

After DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora