Alex, Luke y yo

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Cuando subimos al escenario sentía que los nervios me comerían viva. Si esto salía mal todos tendríamos problemas, pero todos estábamos dispuestos a correr el riesgo.

Jasper y yo nos sentamos en unos pequeños asientos, él con su guitarra y yo frente al micrófono que estaba acomodado a mi altura.

Mientras cantábamos mi mirada pasaba de vez en cuando por el lugar, luego se posaba en Jasper unos segundos y volvía a hacer el mismo recorrido. Hasta que en uno de esos cuantos recorridos los vi, se quedaron de pie en la entrada. 

Mi mirada se mantuvo fija en ellos durante unos segundos, si antes solo estaba nerviosa, ahora sentía pánico y mi mirada lo reflejaba. 

En vez de continuar recorriendo el lugar con mi mirada esta se posó en Caleb, quien ya me miraba confundido, luego de mirarme se volteó hasta que los vio, luego de eso me volvió a mirar y no sabría interpretar esa mirada, era confusión, pero al mismo tiempo era triunfo.

¿Y si nosotros habíamos caído en su trampa?

Terminamos de cantar y bajamos del escenario, mostrándonos casi como si fuéramos una pareja ante el público, sin embargo, Jasper mantenía la debida distancia.

En cuanto bajamos los chicos estaban ahí.

—¿Qué hacen aquí? —murmuré en lo que quería fuera un grito.

—Que bueno que ya se encontraron, pero por lo que veo aún no te dan las nuevas noticias. —Miro a los chicos con sorpresa y miedo, ante las palabras de Caleb.

—¿Qué cosa?

—Bueno, van a ser compañeros.

—¿Qué? No. Caleb, teníamos un acuerdo.

—Bueno, fue idea de ellos...

—¿Podemos hablarlo? —pregunté interrumpiéndolo y miré a los chicos, que me miraban atentamente—. En privado.

Caleb le da una mirada a los chicos y luego me mira.

—Vamos. Vigílalos —le habló a Jasper, quién ahora debía vigilar a los chicos.

Caleb comenzó a caminar y yo lo seguí hasta su despacho. 

Una vez dentro, él camino hasta detrás de su escritorio, tomando asiento en el intimidante sillón detrás de este; yo, en cambio, caminé hasta uno de los pequeños sillones que habían frente a su escritorio, tomando asiento en este.

—¿Vas a hablar o Jasper te comió la lengua?

—¿Sabes? Que bueno que lo mencionas. ¿Por qué le pediste que me besara? 

—Ya lo habíamos hablado, Isabella. Le damos al público lo que pide.

—Pero yo no estoy de acuerdo, así que cuenta como abuso.

—¿Ah sí? ¿Y a quién me vas a denunciar? —Iba a hablar, pero no tenía ni idea de con quién podía acudir—. Aunque supongo que lo hablaste con él, porque hoy no hubo beso. Pero bien... ¿Te parece si solo es una vez a la semana?

—Nunca.

—Bien, al mes. ¿Sabes? He sido muy comprensivo contigo, creo que deberías ser más agradecida.

—¿Ah sí? ¿Por eso Alex, Reggie y Luke están acá? ¿Qué les hiciste?

—Yo no hice nada. Los chicos aparecieron hoy mientras cantabas, los viste.

—Sí.

—Ellos hablaron conmigo, me pidieron que te dejara libre.

—¿Qué les dijiste? 

After DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora