Te lo prometo

214 19 0
                                    

—¿Y ahora qué harán? —pregunté. 

Estábamos los 6 en el muelle de Santa Mónica, apoyados en la baranda viendo el amanecer. 

—Patinar por lugares nuevos, ya sabes.

—Viajar, supongo —habló Jasper, una vez que Willie terminó de hablar.

—¿O sea que ambos se irán?

—Tranquila, volveré a verlos —rio Willie.

—¿Y tú? —le pregunté a Jasper.

—Iré a Roma. Mamá siempre quiso que conociera a mi familia. —Entendí que probablemente no volvería a ver a Jasper una vez que se fuera—. ¿Y tú?

—Yo... no lo sé, la verdad. —Miré a los chicos, que me miraban atentamente.

—Volverá con nosotros —habló Luke—. No es nuestro garage, pero cuando quieran, son bienvenidos. 

—Gracias. —respondió Willie. Jasper no dijo nada.

—¿Creen que es hora de volver? —preguntó Reggie una vez que el sol ya había salido completamente.

—Probablemente —respondió Alex.

Los chicos comenzaron a despedirse, yo miraba la escena, quería despedirme como correspondía de Jasper, pero Alex tenía la misma idea con Willie.

Me despedí de Willie con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, en el que prometió volver.

—Volveré, te lo prometo.

—Lo sé. Cuídate.

—Lo haré. Tú igual.

—Sí. —Un último beso en la mejilla y nos separamos. Era momento de que Alex se despidiera de él. 

—¿Les molesta si los alcanzo luego? —Reggie y Luke se miraron, para luego mirarme a mí. Solo alcé mis hombros.

—No hay problema, vayan —respondí.

Willie y Alex se despidieron de Jasper antes de irse caminando por el muelle. Luego se despidió Reggie y Luke, era mi turno.

—Los alcanzo luego ¿sí? —Luke me miró unos segundos, pero no dijo nada.

—¿Nos vemos en la playa?

—Vuelvan a casa, ya los alcanzo.

—Pero es sábado, Julie está en casa y...

—Lo sé —respondí y ellos se fueron.

—Así que afrontarás tus problemas.

—Supongo que ya basta de escapar.

—No esperaba esto la verdad.

—¿Qué cosa?

—Esto. Que te quedaras.

—No volverás. —Jasper permaneció en silencio unos segundos.

—¿Cómo lo sabes?

—Dijiste que tu asunto pendiente era con tu madre. Cuando dijiste que irías a Roma... Solo fue juntar las piezas.

—Lo lamento.

—No tienes que hacerlo. Es tu... muerte, tú verás qué haces con ella, y si quieres cruzar está bien.

—Gracias.

—¿Si hubiera salido contigo... sería diferente? —Permaneció en silencio un par de segundos antes de responderme.

After DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora