Respondí su sonrisa con una sonrisa, que mantuvimos por unos segundos. Volteé y vi a los chicos mirando, volteando la mirada cuando los vi observandonos, haciéndose los tontos.
-Ya deberían irse, es tarde.
-Sí, vamos chicos, Julie nos debe estar esperando.- dijo el chico junto a mi.
-¿Segura que no vas?- preguntó Alex.
-Segura, ya les dije, tengo que organizar mi cabeza. Hay mucho que procesar.
-Nos vemos luego.- dijo Reggie y los tres desaparecieron. Respiré profundo y me trasladé al cementerio.
Mis padres habían comprado un espacio en éste pensando en que mis abuelos les podría pasar algo, así que busqué ese, probablemente estábamos ahí. Lo sé, podría entrar hasta en el lugar más protegido del mundo, pero vengo a ver mi tumba.
Una vez llegué al lugar vi los nombres grabados en la lápida. Ahí estábamos los tres, ya no quedaban dudas, ellos igual habían muerto. Me senté en el césped y me quedé en silencio. No sé cuánto tiempo habré pasado en silencio, hasta que por fin hablé.
-Perdón.- las lágrimas corrían por mis ojos, no eran las primeras en salir, pero si eran las más fuertes.- si no fuera por mi no estaríamos aquí, no estarían aquí, no debería haberles pedido venir conmigo, debería haber ido sola, perdón.- las lágrimas salían incontrolablemente y mi voz se quebraba con cada palabra.- todo esto es mi culpa.- me quedé un rato más en silencio.- ¿por qué no están aquí conmigo? Esas cajas, las que los chicos revisaron, eran de los tres, ¿por qué volví solo yo? Los necesito.- lloré un rato más junto a su tumba, y antes de irme di un beso en su lápida.- los amo.- susurré y me levanté.
Miré al rededor, estaba prácticamente vacío, excepto por unas personas a unos metros de mi, pero lo bastante lejos como para no ver sus caras claramente. Sin embargo su cuerpo, su postura, incluso su pelo, hacía que las personas que se encontraban ahí se me hicieran conocidas.
-Ethan...- pensé en acercarme, pero finalmente desistí de la idea.
Caminé hacia el lado contrario, un par de lápidas más allá estaban mis abuelos paternos. Tenían un arreglo floral de rosas blancas. Me agache como cuando intenté levantar el sillón.
-Por favor, cuídenlos.- dije refiriéndome a mis padres. Me levanté, volví a mirar hacia donde estaban las personas y me fui a casa.
Aparecí en el garage y subí hasta el pequeño espacio. Con lo que los chicos me habían enseñado logré tomar mi diario que se encontraba sobre una de mis cajas y bajé con él en mi mano.
Me senté en el sillón y lo abrí, pasé la primera hoja, que estaba en blanco, y me encontré con una fotografía, la miré, era una foto en la que aparecía con mis padres. Miré la hoja, en la que había una dedicatoria.
"Para Izzy, nuestro bebé. Para que escribas tus canciones.
Porque los sueños nunca son demasiado grandes para no cumplirlos y los tuyos recién están empezando.
Ve por ellos, cariño.
Te amamos.
-Mamá y Papá"Las lágrimas ya salían de mis ojos en cuanto vi la imagen, pero al leer esto se sentía peor, volví a mirar la foto, la dejé donde estaba y cerré el diario.
Caminé hasta el piano, ellos no me habían enseñado a tocarlo, pero era nuestro instrumento favorito. Cuando mi abuela les dijo que quería que yo aprendiera piano, yo era muy pequeña, y antes de que yo pudiera tomar las clases, ellos ya estaban aprendiendo también.
En la casa de la abuela nos sentábamos los tres a tocarlo y a cantar, una vez que los tres habíamos aprendido a tocar, claramente. O habían veces en las que mi padre, cuando era más pequeña y yo aún estaba aprendiendo, me sentaba en el piano y, mientras él con mi mamá tocaban, yo los acompañaba cantando.
Me senté, preparada para tocar, levanté lo que tapa las teclas y las rocé suavemente, para no hacerlas sonar.
Abrí el diario sobre el piano y saqué la foto.
Me preparé, respiré profundo, intentando tomar fuerza para tocar el piano, pero no se sentía igual.
Volví a cubrir las teclas y me quedé sentada en el piano, volví a abrir mi diario y revisé las primeras páginas, habían letras de canciones que escribí cuando estaba viva, encontré de todo un poco. Eran buenas, quizá les cambiaría algunas cosas, pero en general las encontraba buenas, subjetivamente claro, mi opinión sobre mis propias letras no podían ser muy objetivas, aunque lo quisiera.
Volví hasta la dedicatoria y tomé la foto de nuevo para observarla detenidamente, dejando el diario abierto sobre el piano
-Isa, con los chicos vamos a ir a dar una vuelta para...-intenté alcanzar el diario para cerrarlo, pero Luke ya lo estaba viendo.- Para Izzy ¿quién es Izzy?
-Así me decían mis padres.
-Entonces el diario es tuyo.
-Sí.- comenzó a pasar las páginas, leyendo su contenido.
-¿Escribías?- dejé la foto boca abajo sobre el piano y traté de alcanzar el diario para quitárselo, pero el se movió, antes de que pudiera al menos tocarlo.
-A veces, ahora pásamelo.
-Son muy buenas.
-Y privadas, así que no quiero que no se lo digas a nadie... por favor.- Luke dejó el diario cerrado sobre el piano, pero apoyó su mano frente a él, cubriéndome el paso.
- Esta bien, pero no creo que compusieras solo a veces.
-¿qué?
-Son buenas, muy buenas, no llegas a componer canciones así de buenas componiendo solo a veces.
-Eso ahora da igual, las hice cuando estaba viva.- Luke me quedó mirando con los medianamente cerrados. Unos segundos después los volvió a abrir, con cara sorprendida.
-Tal vez podrías ayudarnos a componer algunas canciones, serías parte de la banda, solo que sin presentarte en los escenarios.
-Mhh no, no lo creo.- extendí mi mano pidiéndole el diario, él ya resignado lo tomó para pasármelo, extendió su brazo, para entregarme mi diario, pero cuando lo iba a tomar lo volvió a alejar.
-¿y si lo piensas un poco más?
-Luke...- mantuve mi mano extendida.- ya dámelo.- a regañadientes Luke me entregó el diario, casi al mismo tiempo que llegaban los chicos.
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After Death
FanfictionIsabella muere y ahora debe buscar su asunto pendiente para poder cruzar, pero ¿Qué pasa si en el camino se enamora? Ella tendrá que decidir si quedarse o continuar con el plan inicial. Primera, segunda y tercera temporada acá. 1ra temporada: inicio...