Un año después de su ruptura el gran alfa Min Yoongi regresa a reclamar lo que por derecho le pertenece y nadie impedirá que arrastre de vuelta a su destinado, aunque lo destruya en el proceso.
"Te marqué como mi propiedad desde el primer momento e...
Se removió un poco abriendo sus ojos adormilados cuando la luz de la habitación se encendió dejando ver a Yoongi con rostro cansado.
Jimin frunció el ceño llevando sus ojos al reloj que marcaba las tres de la madrugada. Yoongi desató el nudo de su corbata y quitó su ropa ante su mirada atenta. Hubiera querido preguntar de dónde venía, sin embargo se mantuvo en silencio sabiendo que entre menos supiera era mejor para él.
El alfa se dirigió al baño a darse una ducha saliendo minutos después secando su cabello con una toalla blanca, Jimin estaba sentado en la cama mirándole fijamente. El alfa dio un suspiró cansado y pasó su mano por su rostro dejándose caer a su lado.
—Regresarás a la universidad esta semana— murmuró manteniendo los ojos cerrados.
Jimin sonrió emocionado —¡Gracias!— respondió.
Yoongi tapó su rostro con su antebrazo —Espero no arrepentirme de esto, suficiente tengo con tener que lidiar con D.O jodiéndome la cabeza diciendo que es una mala idea— suspiró con cansancio antes de continuar —Pero... Algo he de hacer por ti y si tanto quieres seguir estudiando no soy quien para impedírtelo... Después de todo la decepción será únicamente tuya cuando entiendas que esa mierda no te servirá de nada—
Jimin rodó los ojos y arrugó la nariz con irritación —Tú lo has dicho, es mi decisión— respondió tratando de no sonar tan grosero y buscarse más problemas de los que ya tenía, sabiendo que si hacía algo para molestar a su alfa era probable que lo encerrara y reconsiderara el hecho de permitirle continuar sus estudios y realmente no estaba dispuesto a perder esa oportunidad estando tan cerca de culminar.
Yoongi lo abrazó por la cintura y acarició con sus dedos sus costados —Siempre has sido tan terco— murmuró llevando su rostro a su cuello olfateando con fuerza —Y tan iluso que me das pena—
Jimin lo empujó sintiéndose indignado —Sí, en eso tienes razón, esa fue la única forma en la que seguí creyendo en ti a pesar de lo hijo de puta que has sido conmigo—
El alfa le dio una risita ronca que hizo que su piel se erizara —Mi pequeño y pobre omega— susurró dejando un besito en su sien —Te he cambiado de universidad, irás a una más segura—
Jimin le miró desde arriba con el ceño fruncido —¿Eso era necesario?— preguntó obteniendo un asentimiento de cabeza por parte del alfa —Bien... No pasa nada—
Yoongi ladeó la cabeza y entrecerró los ojos —Cuando dije que sería bajo mis términos hablaba en serio— alegó, Jimin suspiró afirmando porque al fin de cuentas lo que realmente importaba era volver. Yoongi llevó su mano a su mejilla y acarició con suavidad —Confío en que te portarás bien Jimin, no quiero tener que discutir nuevamente con mi padre por ti—
El omega le vio consternado —El me odia ¿No es así?—
Yoongi se carcajeó —Él solo piensa que me vuelves débil, así que no le des la razón—
—¿Te vuelvo débil Yoongi?— preguntó con suavidad acariciando su espalda.
El alfa le dio una sonrisa ladina y negó —No te creas tan importante. Nadie, nunca me ha hecho ser débil— Jimin suspiró, no esperando una respuesta diferente, después de todo se lo había demostrado en más de una ocasión. Yoongi besó sus labios de manera profunda —Ahora duerme pequeño, mañana te espera un día largo— le dijo dejando al omega confundido.
—¿A que te refieres?— preguntó no pudiendo comprender del todo.
El alfa suspiró y recostó su cabeza en la almohada —Mañana habrá una cena benéfica dirigida por mi madre y me acompañarás—
—Yoongi, pero realmente no creo que sea buena idea, tu dijiste... Dijiste que era mejor que nadie supiera que era tu omega de ese modo no corro peligro—
Yoongi tomó su barbilla con delicadeza y besó sus labios con dulzura —¿Jimin en serio crees que ellos no lo saben?— sonrió y negó —A estas alturas estoy seguro que esos hijos de puta saben quien eres... Sin embargo eso no significa que estarás desprotegido, es mejor que sepan de una buena vez que eres mi omega y que no permitiré por nada del mundo que te pongan una mano encima y al que se atreva a tratar de usarte en mi contra tendrá los días contados— confesó con voz dura. Jimin pasó saliva con nerviosismo sintiendo como su alfa lo abrazaba nuevamente y lo pegaba a su cuerpo —Ahora duerme— ordenó dejándolo mortificado y con dudas, pero sabiendo que hiciera lo que hiciera nada podía hacer ante lo que se avecinaba.
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