Mi Omega || Y.M+18

Veinticinco

Llevó sus dedos a su sien sintiendo el dolor punzar duramente en su cabeza, Jimin a su lado le vio de reojo queriendo decir mucho, pero quedándose en silencio. Habían llegado a casa hace solo unos minutos y la tensión entre ambos era totalmente notoria.

El omega le dio la espalda y se desvistió de manera apresurada, Yoongi se le quedó viendo en silencio hasta que le vio entrar al baño y segundos después el ruido del agua de la ducha inundó el espacio.

El alfa suspiró frustrado, nunca imaginó que esa chiquilla regresaría y nunca pensó que su omega se encontraría con ella. Era un maldito problema que debía resolver antes de que le comiera los nervios.

Quitó su ropa de forma rápida y caminó a paso ligero hasta el baño, abrió la puerta y la vista que le recibió fue indudablemente maravillosa. Jimin era tan hermoso que no se veía lejos de él nunca más.
Sabía que él chico no estaba bien, podía sentirlo por lo que entró con sigilo hasta que el agua mojo su cuerpo y lo abrazó por la espalda con cuidado.

Jimin se tensó por un momento, pero en seguida se relajó cuando sintió la mejilla de su alfa reposar en su espalda suave y delgada. Yoongi acarició con sus pulgares sus hombros tratando de relajarlo. El omega suspiró complacido y segundos después se dio la vuelta para mirarle con ojos brillantes y significativos, diciendo mucho sin decir nada.

Sus labios temblaron y sus lágrimas se confundieron con las gotas de agua que se deslizaban por su precioso rostro. Yoongi ladeó la cabeza cuando le vio acercarse hasta pegar su torso al suyo y envolvió sus brazos en su espalda aferrándose a él como su fuera su bote salvavidas.

Yoongi suspiró cuando sintió su naricita acariciar su cuello y frotó su espalda con sus dedos -Todo está bien bebé- murmuró contra su cabello -Nadie te hará daño-

El omega sollozó contra su hombro sin saber bien porqué y eso le rompió el corazón aunque inmediatamente se reprendió por dejarse llevar por sus sentimientos, pero a quien quería engañar, lo amaba, lo amaba más que a sí mismo aunque no sabía de qué forma demostrarlo.

-A-alfa- sollozó una vez más.

Yoongi no respondió únicamente liberó su aroma y lo calmó arrullándolo dulcemente, creyendo que era lo menos que merecía el chico después de toda la mierda que le obligaba a pasar.

Tal vez D.O tenía razón, quizás Jimin lo volvía débil, pero en el fondo sabía bien que no podría renunciar a él nunca más, no cuando lo había probado nuevamente.

Al cabo de unos minutos cuando estuvo más relajado Yoongi tomó el gel entre sus dedos y lo esparció en su espalda para frotar su cuerpo con cuidado. Jimin levantó la cabeza extrañado recibiendo un beso dulce en sus labios, uno que respondió al instante tan necesitado de sentir su tacto, de sentirse suyo.

Yoongi le sonrió en lo que terminaba de limpiar su cuerpo, el omega se dejó hacer totalmente entregado a los mimos que estaba recibiendo.

—Déjame hacerlo a mi también— pidió en voz baja.

Yoongi le sonrió y asintió en respuesta viendo cómo el omega esparcía el gel entre sus manos y luego las llevaba con temor hasta sus pectorales para después frotar con timidez sus músculos. Jimin acarició su torso duro escuchando el suspiro suave del alfa que le veía embelezado con ojos brillantes.

Jimin remojó sus labios y agrandó los ojos cuando su vista se enfocó en el miembro de su pareja. Yoongi se carcajeó y tomó su barbilla con cuidado —No pude evitarlo, lo siento— pidió dejando un beso en sus labios —Continúa, no haré nada—

Jimin asintió más tranquilo y terminó de limpiar el duro cuerpo de su pareja bajo su atenta mirada. Cuando ambos estuvieron limpios el alfa se acercó y secó su cabello de forma delicada con una toalla y envolvió su cuerpo en una bata negra, Jimin estaba dispuesto a salir por sí solo cuando fue cargado cual bebé y depositado en la cama con cuidado.

Sus mejillas se colorearon intensamente, sin embargo no dijo nada. Yoongi dejó un beso en su cuello y gruñó cuando su instinto animal despertó nuevamente.

Negó para sí mismo consiente por primera vez de que no era el momento y se separó del pequeño cuerpo de su lindo chico, no obstante la pequeña mano de su omega le impidió alejarse cuando tomó la suya con cuidado.

Yoongi enarcó una ceja pidiendo una explicación, Jimin bajó la mirada y cerró los ojos con fuerza —Yoongi— murmuró en voz baja, tan baja que casi no se logró escuchar —¿Tú... Tú en verdad me amas?— preguntó con voz temblorosa.

El alfa frunció el ceño para después suspirar —Lo hago— respondió acariciando su dorso con su dedo.

Jimin levantó la mirada y mordió su labio antes de hablar —Tómame— pidió con voz suplicante.

Yoongi abrió la boca y la volvió a cerrar para después abrirla nuevamente —¿Quieres que te folle?— preguntó con voz grave no creyendo que le estaba pidiendo tal cosa, trayendo a su mente recuerdos pasados cuando su omega se entregaba por voluntad propia a él, cuando aún no lo había dejado.

Jimin negó con una sonrisa suave —Quiero que me hagas el amor— confesó logrando que el cuerpo del alfa se tensara para luego relajarse.

Yoongi subió a la cama con tranquilidad para después aplastar sus labios contra los ajenos, jugando con su lengua en un beso profundo cargado de emociones por parte de su parte animal y de él mismo —Lo haré bebé, te haré el amor— prometió obteniendo una mirada brillante que suplicaba protección y cuidado.

🖤

Mi Omega