Un año después de su ruptura el gran alfa Min Yoongi regresa a reclamar lo que por derecho le pertenece y nadie impedirá que arrastre de vuelta a su destinado, aunque lo destruya en el proceso.
"Te marqué como mi propiedad desde el primer momento e...
Estiró sus extremidades sintiendo un punzón en todo su cuerpo que le obligó a encorvar la espalda, se sentía agotado y adolorido. Se dejó caer nuevamente en la cama y tapó su cuerpo con las mantas suaves color negro, se permitió admirar meticulosamente la habitación que supuso era de Yoongi puesto que su olor reinaba en el ambiente desde la primera vez que entró obligado en ella.
Un suave estornudo salió de su boca siguiéndole muchos más. El reloj marcaba las ocho de la mañana, refregó sus ojos hinchados tratando así se reducir su cansancio, se levantó cubriendo su desnudez con una sabana delgada y a paso indeciso se acercó al balcón, sus manos se aferraron al barandal de metal admirando a su alrededor, desde la segunda planta podía ver todo su en torno. Un imponente muro se levantaba al rededor de la casa impidiéndole mirar por completo el espeso bosque que rodeaba la mansión, el jardín era hermoso lleno de flores de diferentes colores, el pasto verde parecía suave desde la lejanía y el agua de la bonita piscina le daban ganas de darse un chapuzón... Lastima que no estaba ahí por vacaciones.
El agradable olor a chocolate amargo y tierra húmeda inundó el lugar al tiempo que los gruesos brazos lo rodeaban por la espalda haciéndolo sobresaltarse al tomarlo desprevenido, se removió inquieto tratando de liberarse, sin embargo fue en vano. Yoongi recargó su barbilla en su hombro e inhaló sobre su cuello -¿Te gusta la vista?- le preguntó con voz serena -Porque a mí me encanta-
Jimin frunció el ceño en desconcierto al no saber a que se refería realmente, sin embargo se mantuvo en silencio, sintiendo como su corazón latía fuerte contra su pecho al sentir la respiración tranquila del alfa contra su cuello -¿Te gusta Jimin?- preguntó nuevamente deslizando sus dedos por su espalda desnuda.
El omega suspiró inquieto rogándole a la diosa que no se le ocurriera tomarlo nuevamente -S-sí- respondió temeroso cerrando los ojos cuando sintió las manos amasando sus glúteos.
-¿Mhmm? ¿Es así?- canturreó llevando sus caricias por debajo de la fina sábana, sintiendo como su cuerpo se tensaba.
-¡No!... Yoongi por favor, no- pidió en un hilo de voz cargado de miedo.
El alfa rió contra su oído y lamió su lóbulo, provocando que su cuerpo se estremeciera -¿No que mi amor?-
-No me tomes nuevamente, no podría soportarlo- musitó en una súplica.
El alfa inhaló nuevamente su aroma y le miró con los ojos dilatados -Tu aroma es exquisito-
Jimin se removió inquieto con los ojos llenos de lágrimas, sintiendo el sudor recorrer su espalda -Por favor- pidió una vez más.
El alfa lo apretó contra su pecho y tomó su boca de manera desesperada, mordiendo sus labios y su lengua con anhelo, pero segundos después se separó -¿Sabes Jimin? Si quisiera follarte ahora mismo lo haría nuevamente, sin importarme tus súplicas o quien pudiera vernos desde aquí ¿No te pone eso?- le dio una sonrisa ladina antes de continuar sin esperar respuesta -Sin embargo tengo asuntos que atender- llevó su mirada al reloj y metió sus manos en los bolsillo de sus vaqueros, hasta ese momento Jimin se percató de la forma tan cómoda en la que iba vestido haciéndolo ver más joven y sexy -Báñate, te espero en mi despacho para que desayunes- ordenó.
Solo hasta que la puerta fue cerrada se permitió liberar el aire que había retenido, vagó por la inmensa habitación hasta que encontró el baño sabiendo bien que entre más se tardara sería peor, se dio una ducha rápida y buscó en el gran armario algo que pudiera usar eligiendo un buso y una camisa holgada del alfa puesto que no tenía ropa.
Salió de la habitación no sabiendo bien a dónde ir, vagó por el iluminado pasillo tomando los bordes de su camisa con nerviosismo hasta que llegó a la puerta que recordaba como el primer lugar al que fue llevado al llegar a esa casa, mordió su labio inferior y cerró los ojos suspirando tratando de tranquilizarse sabiendo bien que no podía desobedecer sino quería más problemas.
Empujó la puerta para luego entrar encontrando a Yoongi recargado en su escritorio con un cigarrillo en los labios -Pasa- dijo con tranquilamente.
Jimin obedeció tomó asiento frente a él, unos segundos más tarde el desayuno fue servido por una jóven beta que entró en silencio y rápidamente salió dejándolos nuevamente solos.
Yoongi tranquilamente tomó un pedazo de melocotón y llevó los palillos hasta los labios del omega ofreciendo la fruta, Jimin sorprendido negó, pero la mirada dura de Yoongi sirvió de advertencia como para que a regañadientes abriera la boca y comiera lo que le ofrecía -Debes comer para mantenerte sano- dijo y Jimin pudo percibir un tenue rastro de cariño en sus palabras -Haz adelgazado, debes recuperar tu peso- dijo y esta vez el omega percibió preocupación ¿Cómo no podría estar delgado si por su ausencia su omega se rehusaba a comer como era debido?
Jimin titubeó un poco y suspiró con tristeza -¿Tu intención ha sido dañarme?- preguntó.
Yoongi negó acercándose y tomándolo entre sus brazos, suspirando contra su cuello -Nada de lo que ha pasado ha sido con la intención de dañarte- respondió.
Jimin luchó para hablar aún con el intenso nudo en su garganta dejando que la pregunta fluyera -¿Sino querías hacerme daño por qué me dejaste? ¿Y por qué tomaste a alguien más aún sabiendo lo que podría pasar conmigo si lo hacías? ¿Tan poco te importé?- cuestionó con rencor y dolor reflejado en cada una de sus palabras.
Yoongi se separó de su cuello y buscó su mirada la cual se hallaba brillante por las lágrimas que retenía, y por un momento deseó nunca haberlo lastimado de esa manera.
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