Mi Omega || Y.M+18

Veinticuatro

Jimin bostezó con cansancio antes de llevar la copa de vino a sus labios, oyendo sin escuchar realmente la aburrida plática que Yoongi tenía hace aproximadamente diez minutos con un alfa mayor.

—Nos vamos en unos minutos— susurró su alfa en su oído creyendo que ya era suficiente. Jimin asintió sin más.

—¿Puedo ir a dar una vuelta?— preguntó con suavidad.

Yoongi llevó su mirada a la suya y asintió con desgano para después soltar su cintura convenciéndose internamente de que no corría peligro pues todo el perímetro estaba cubierto por sus hombres y en todo caso ninguno de los que estaba ahí sería capaz de atacarlo en su propia casa, en su territorio —No tardes— pidió.

—No lo haré— susurró con tranquilidad caminando despacio entre las personas, Yoongi le siguió con la mirada hasta que se perdió en una esquina.

Jimin caminó a paso lento reconociendo con la mirada el hermoso lugar, sus pies se movieron por sí solos hasta que se halló en el extenso jardín. Inhaló con suavidad el delicioso aroma a pasto y tierra húmeda. Frente a él una enorme fuente en forma de un hermoso dragón negro. El omega se quedó embelezado admirando los bonitos peces que nadaban en la base.

—¿Es muy linda verdad?— preguntaron a su lado y Jimin se tensó de inmediato, su lobo sintiéndose amenazado sin saber porqué —Fue un regalo de mi padre hacia los Min— murmuró con suavidad la linda omega posando sus ojos claros en él.

Jimin pasó saliva y parpadeó sintiendo a su lobo rasguñar en su interior, su pecho se oprimió horriblemente cuando el aroma suave a vainilla llenó sus fosas nasales, tuvo que reprimir la arcada que casi lo obligó a encorvar su espalda y se forzó a mantener su postura recta aunque sus piernas temblaron.

La chica se le quedó viendo de manera serena —No has respondido— susurró con voz calmada y suave, casi en un murmullo.

Jimin llevó su copa a sus labios tratando de disminuir la resequedad en su garganta y asintió —Lo es— afirmó viéndola con recelo, pero tratando de mostrarse impávido ante su presencia.

EunBi mantuvo los labios apretados en una fina línea, sus lindos ojos rasgados fijos en los ajenos como escudriñando lo profundo de su alma. Jimin se sintió expuesto sin embargo mantuvo la mirada fija en la suya —Eres muy bonito— le dijo con voz delicada mientras se sentaba a las orillas de la fuente jugando con su índice en el agua fría de la base.

Jimin sintió como una ráfaga de viento impactó contra su rostro la brisa helada besó sus mejillas haciendo que un leve estornudo escapara de su boca. EunBi llevó sus ojos nuevamente hacia él y le sonrió con tranquilidad y Jimin no supo realmente cómo es que esa sonrisa tan dulce provocó tanto repudio en él y su lobo, no supo el porqué quiso echarse a llorar, pero algo no estaba bien, algo. Había algo en ella que lo hacía sentir acorralado y lastimado.

—G-gracias— pudo por fin responder sin poder evitar que su voz titubeara.

La omega se levantó y alisó con sus delicadas manos la tela de su elegante vestido, su mirada aún serena se posó en la suya temerosa —¿No lo preguntarás?— dijo ganándose la total atención del chico —Después de todo mereces saberlo— murmuró suspirando —Puedo sentir tu incomodidad—

Jimin se quedó estupefacto tratando de asimilar lo que había salido de la boca ajena, quiso hablar sin embargo  sus palabras murieron en su garganta cuando el grito de Yoongi resonó fuerte y claro en sus tímpanos —¿¡Que mierda crees que haces!?— preguntó llegando de manera rápida hacia ellos envolviendo entre sus brazos el cuerpo de su omega bajo la mirada atenta de la chica —¡No te atrevas a hacer una mierda aquí o conocerás mi peor faceta EunBi!— amenazó logrando que el cuerpo de la chica se estremeciera y bajara la mirada para luego pasar a su lado con la intensión de marcharse aceptando que podría meterse en problemas.

—Buenas noches alfa— susurró en un murmullo que el viento se llevó.

Yoongi le vio con desdén apretando el cuerpo de Jimin contra su pecho y prácticamente arrastrándolo a las afueras del lugar. Jimin cerró los ojos con fuerza sintiendo sus piernas temblorosas —Vámonos— ordenó Yoongi con voz tensa y molesta una vez se hallaron en el estacionamiento.

Jimin levantó la cabeza y le miró con ojos brillantes —Alfa— lloriqueó con dolor —¿Quien es ella alfa?—

Yoongi tensó la mandíbula y apartó la mirada con rabia —Un puto dolor de cabeza del cual me debo hacer cargo y tú... Tú debiste mantenerte a mi lado ¿Que no sabes hacer una mierda bien?— soltó con cólera.

Jimin tembló aferrándose a su saco, mordió su labio inferir con fuerza sin dejar de verlo a los ojos con miedo, pero también con deseos de saber que era lo que realmente pasaba. Yoongi negó diciendo sin hablar que no aceptaría una pregunta más de su parte.

🖤

Mi omega