Un año después de su ruptura el gran alfa Min Yoongi regresa a reclamar lo que por derecho le pertenece y nadie impedirá que arrastre de vuelta a su destinado, aunque lo destruya en el proceso.
"Te marqué como mi propiedad desde el primer momento e...
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Jimin avanza con nerviosismo hasta la mesa y coloca los aperitivos con manos temblorosas, sus ojos buscan de forma automática los del alfa y este le da una mirada rápida y luego aparta la vista para continuar con lo que estaba, Jimin se siente incómodo ¿Y si solo él lo sintió? O peor aún ¿Y si lo rechaza? Sería una cruel jugada del destino y para variar tampoco puede sentir al lobo ajeno, había escuchado que cuando encontrabas a tu alma gemela aún sin haber un lazo de por medio podías sentir la conexión natural entre la parte animal de cada uno, sin embargo no puede sentir nada y con el pasar de las horas se vuelve peor y el alfa no parece inmutarse en lo más mínimo.
Debe ser alguien con mucho dinero, su aura desprende misterio elegancia y un toque de peligro o eso es lo que él siente e intuye, Jimin inhala tratando de relajarse cuando se aproxima hasta el alfa, sus piernas tiemblan cual gelatina y su cuerpo suda, se siente ansioso y todo empeora cuando está tan cerca que puede jurar que siente el calor que emana su cuerpo.
El omega toma la copa entre sus manos con la intención de servir y no puede evitar que sus ojos busquen nuevamente los ajenos, el alfa le mira de nuevo sus iris son gélidos y no le transmiten nada en realidad, no obstante él siente derretirse, la copa resbala y el vino se derrama sobre el mantel, Jimin quiere llorar él es realmente un desastre. Hace una reverencia y busca rápidamente una servilleta para empezar a limpiar siendo torpe en el proceso.
—Tssss— escucha —Creí que los omegas eran buenos sirviendo, pero al parecer son mejores abriendo las piernas— Jimin se siente harto, su rostro arde entre una mezcla de coraje, vergüenza e impotencia y muerde su lengua para no responder.
—Deberías cerrar la boca MinHo— advierte y Jimin escucha esa voz como cántico de ángeles —Deja al chico hacer su trabajo— ordena tajante.
El otro maldice entre dientes y coje un cigarrillo para luego llevarlo a su boca una vez encendido —Odio a las personas torpes— sizea y saca el humo por la boca —Pero es lindo— y deja dislumbrar una sonrisa burlona que lo único que logra es hacer que el estómago del omega se contraiga en asco y repudio.
Yoongi se mantiene en silencio y lleva la copa a sus labios para después ver nuevamente al omega que le devuelve la mirada espectante —Vete— ordena —Si necesitamos algo te llamaremos— Jimin obedece al instante y hace una reverencia antes de apartarse.
El tiempo transcurre y unas horas después ambos están abandonando el lugar, él no puede evitar sentirse herido y decepcionado ¿Cuan desafortunado se tiene que ser para que tu alfa te rechace? Siente un nudo en la garganta cuando empieza a levantar todo hasta dejar el sitio limpio.
—¿Quieres que te lleve?— escucha a Cris a su espalda y lo único que siente es asco, no quiere si quiera sentir la cercanía de otro alfa, no quiere ver a nadie.
—He pedido un taxi, pero gracias— dice tratando de sonar sereno.
—Bien... Nos vemos mañana entonces— responde resignado y Jimin lo agradece internamente porque no está en condiciones de discutir.
Cuando termina recoge sus cosas y abriga su cuerpo, la vida continúa allá afuera, pero él realmente no sabe como podrá continuar después de haber encontrado a su alma gemela y no haber tenido oportunidad —Estúpido— se regaña y una sonrisa triste se dibuja en sus labios mientras sus ojos se llenan de lágrimas —No eres tan afortunado como para que alguien de su nivel se fije en ti— y camina por las solitarias calles con rumbo a la parada de autobus con su corazón pesando mucho más que otros días, el viento sopla y el cielo está despejado, el frío cala sus huesos, pero poco le importa porque en ese momento duele mas su alma.
Está a punto de cruzar la calle cuando las luces de un auto le ciegan y el rechinar de las llantas le ensordece al estacionarse frente a él, Jimin siente miedo a medida el vidrio baja y deja ver el perfecto rostro del alfa con olor a chocolate y tierra húmeda
—Sube pequeño— le dice sin apartar su mirada —Tu alfa ha venido por ti— y su corazón late de forma desenfrenada como nunca antes lo había hecho porque ha encontrado a su otra mitad, la pieza que le faltaba y ahora sus partes encajan de forma perfecta.
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🖤
Mi Omega
Hola, he desaparecido un poco, lo siento. Espero les guste.
