Un año después de su ruptura el gran alfa Min Yoongi regresa a reclamar lo que por derecho le pertenece y nadie impedirá que arrastre de vuelta a su destinado, aunque lo destruya en el proceso.
"Te marqué como mi propiedad desde el primer momento e...
Últimamente he estado haciendo un gran esfuerzo por actualizar seguido a pesar de que realmente no cuento con mucho tiempo. Sé que no es una obligación, sin embargo esta historia me encanta y tengo demasiados planes para con ella y sé que a muchas personas les gusta leerla, por lo tanto he decidido dejar esta nota para agradecer a los que comentan y me dejan una estrellita porque aunque no lo crean eso me motiva mucho, así que no seas un lector fantasma, vota y comenta no te quita nada.
Otra cosa, solamente quiero recalcar nuevamente que nada de lo que se relata aquí tiene que ver con la realidad, es ficción únicamente para entretener al lector, los nombres se toman como referencia de un personaje.
Por último, trataré de actualizar por lo menos una vez a la semana, así que estén al pendiente.
Cuídense mucho y gracias por leer.
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Jimin tarareó suavemente la melodía que rondaba en su cabeza desde hacía mucho, esa que le gustaba tanto últimamente. Cerró los ojos y se mantuvo laxo boca arriba, sintiéndose totalmente en paz solo escuchando el sonido del agua y sus propios murmullos.
—¡Jimin sal ya!— logró escuchar la voz de Yoongi a la lejanía logrando sobresaltarlo y hacerlo boquear casi ahogándose producto de la sorpresa.
Abrió los ojos confundido enfocando su vista en la figura del alfa a la orilla de la piscina; portaba una camisa ancha y un buzo cómodo. Jimin parpadeó un par de veces tratando de analizar en qué se había equivocado para que el hombre estuviese viéndolo con cara de molestia —¿Por qué?— se atrevió a preguntar totalmente renuente a la idea de abandonar el lugar.
—Solo hazlo, has estado demasiado tiempo ya—
El omega chasqueó la lengua en un gesto reprovatorio —No me iré— respondió con terquedad —Nunca salgo ni al jardín, me parece que lo mínimo que merezco es disfrutar de las cosas que me gustan—
Yoongi le observó desde su sitio con el ceño fruncido —Lo harás luego, ahora sal— pidió de nuevo.
—No lo haré todavía — respondió yendo hacia en medio de la piscina donde le era imposible alcanzarlo a menos que entrara también.
El alfa quiso sonreír por su berrinche, pero se obligó a no hacerlo, miró hacia todos lados y observó a sus hombres a una distancia considerada, le molestaba la desobediencia de su omega, claro estaba, pero en el fondo se cuestionaba si era muy duro con él.
Con toda la paciencia del mundo se devistió hasta quedar solamente en boxers bajo la mirada atenta del chico que le veía con incredulidad, cuando sus piernas tocaron el agua su cuerpo entero sufrió un escalofrío, no estaba muy fría, pero aún así no era fan de nadar.
Jimin le miró con suficiencia y empezó a nadar como experto, Yoongi se carcajeó un poco y negó yendo en su dirección, el omega se disponía a dar una vuelta más esquivándolo cuando —¡Quieto!— demandó. Jimin chilló con pánico y bajó la cabeza manteniéndose en su sitio con los manos aferradas a la orilla.
