Mi Omega || Y.M+18

Setentaidós

Yoongi resopla mientras trata de tranquilizarse, un nuevo punzón desesperante aparece sin darle tregua y en ese momento está odiando el haber sido tan impulsivo y haberse dejado llevar por sus instintos, es verdad que cree amar a Jimin, pero por el bien de ambos no debió marcarlo a sabiendas de que se tendría que marchar, sin embargo lo hizo y ahora tendrá que vivir con el constante sentimiento de desconcierto que acongoja a su omega. Lo extraña, claro está, pero no puede permitir que eso se oponga en su camino y en sus planes.

Toma un trago de su bebida mientras ve a Greco dirigirse hacia él con un tabaco en la boca exhalando el humo después, es un viejo corpulento y a pesar de sus sesenta y tantos años, aún se ve joven y robusto, es un alfa puro que nació en la mafia y ahora es el líder de una relativamente grande en Italia, ha tenido negocios con D.O desde hace ya unos años y ambos se han visto beneficiados, pero Yoongi está seguro que fue quien los traicionó, pero por el momento no le conviene que lo sepa—¿Has tenido contacto con tu padre?— le pregunta deteniéndose a su lado.

Yoongi posa la mirada en la vista de la ciudad iluminada extrañando en lo profundo su pais, su ciudad y mas que todo a su omega, pero no puede demostrar que se encuentra afectado porque eso solo significa debilidad —Si— responde con indiferencia viendo a lo lejos a Eunbi acercarse poco a poco mientras le sonríe, con esa mirada en sus ojos que le dice mil cosas, pero que no le transmite nada en realidad.

Lleva puesto un vestido entallado que hace notar su estilizada y bonita figura, una coleta alta y unos tacones altos, es linda y no puede negarlo, pero aún así después de conocer a Jimin siente que su vida dio un giro enorme y no es que no haya estado con ella en otras ocasiones, claro que si, es algo informal, sin sentimientos ni complicaciones, por lo menos de su parte, pero en este momento hasta eso le resulta imposible de pensar, antes de conocer a Jimin estaba bien, pero por ahora no es correcto y lo sabe. Esta jodido, pero es terco y orgulloso y simplemente no quiere aceptar el hecho de que conocer a su omega le ha cambiado la forma de pensar y sentir.

La bonita chica sonríe y se acerca a su lado —Buenas noches— saluda tomando un sorbo de su martini, Yoongi asiente en respuesta y Jung sonríe hacia su hija única, Yoongi no es indiferente al hecho de que se siente atraída hacia él, pero a pesar de sus encuentros él no tiene sentimientos hacia ella y lo ha dejado claro cada que se han visto, es linda, claro que si, pero en este momento algo en él no se siente del todo bien con la mera idea de estar con alguien mas que no sea su omega, quizás se deba a que está recientemente emparejado, a que es su destinado o simplemente es la marca que aunque no es permanente tiene poder sobre él y sus decisiones —¿Te han tratado bien?— le pregunta y le dedica una sonrisa de labios rojos y hermosos.

Yoongi suspira y toma de su bebida con rapidez para luego contestar —Si— le dice cortante no queriendo mantener la conversación por mas tiempo porque simplemente necesita enfocarse en cosas mas importantes, debe ampliar lazos para al regresar con D.O tener un plan para deshacerse de Greco.

El viejo alfa se aleja con lentitud al llamado de uno de sus hombres de confianza —Los dejo— le dice —Debo resolver algo, pero estás en tu casa—

Yoongi únicamente asiente y devuelve la mirada a la iluminada ciudad, listo para marcharse después del siguiente trago —¿En que piensas tanto alfa?— escucha la voz suave de la omega a su lado.

Yoongi le ve de soslayo y resopla con desgano —En nada— le dice cansado.

Ella niega y sonríe bebiendo el contenido de su copa para después envolver su brazo en el ajeno —Deberías relajarte de vez en cuando— le dice —Deberías un día de estos acompañarme a mi casa y pasar el rato—

Yoongi la observa detenidamente tal ves debería hacerlo y desechar esos sentimientos de una vez —Quizás lo haga— responde dejando salir una tenue sonrisa, haciéndolo como un mal chiste, sin imaginarse que ese sería el inicio de todos sus malditos problemas.