Un año después de su ruptura el gran alfa Min Yoongi regresa a reclamar lo que por derecho le pertenece y nadie impedirá que arrastre de vuelta a su destinado, aunque lo destruya en el proceso.
"Te marqué como mi propiedad desde el primer momento e...
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Jimin le miró con intensidad pidiendo sin palabras una explicación que sabía merecía. Yoongi suspiró y negó sin ánimos.
-Por favor- articuló el omega con tristeza -Merezco saber quién es ella aunque a estas alturas es más que obvio, pero necesito... Solo necesito escucharlo de tu boca-
Yoongi le miró con desaprobación en lo que sus manos se deslizaban hasta su cintura y lo apretaba contra su pecho, deslizó la nariz por lo largo de su cuello e inhaló profundo la deliciosa fragancia natural de su omega antes de permitirse hablar -Ella no es nadie- respondió medio adormecido, sin embargo esa respuesta no fue aceptada y lo supo cuando el suspiro cansado escapó de la boca de Jimin chocando contra su cabello azabache.
-No lo hagas Yoongi- murmuró en una súplica -No me mientas más-
El alfa resopló sabiendo que después de todo nada lo liberaría de sincerarse, habiendo alargado demasiado tiempo la verdad por miedo o por simple egoísmo - Ella... Ella fue la persona con la que estuve en Italia- respondió sin alejarse de él.
Jimin suspiró cansado sintiendo sus labios temblar, era doloroso y, a pesar de que él fue quien exigió una respuesta sincera la verdad era que no estaba listo para escucharlo, no cuando eso le hacía sentir tan mal y destrozado.
-No he sido suficiente después de todo- susurró doliéndole demasiado esa simple confirmación.
Yoongi le miró desde abajo y acarició su mejilla -Lo has sido, has sido demasiado incluso-
-¿Entonces por qué?- preguntó con voz temblorosa.
-No lo sé... Simplemente lo necesitaba y no me detuve a pensar en las consecuencias de lo que hacía-
Jimin rió sin ánimos sintiéndose tan patético -No pensaste en lo que me hiciste pasar... No pensaste en que me pude haber dejado morir- confesó con tristeza sintiéndose poca cosa para quien se suponía debía ser su todo.
-Lo siento- confesó.
-¿Hay más no es así?- preguntó haciéndole caso a su intuición -Ella hacía algo más aquí-
-Es todo Jimin- murmuró reposando su rostro en su cuello suave -Solo... Solo descansa y olvídalo... Yo me encargaré-
Jimin se mantuvo quieto mientras permitía a sus lágrimas recorrer su rostro, sabiendo bien que lo de ellos tendría un final, pero siendo consiente de que no sería un desenlace feliz para ninguno.
-Prometo que todo mejorará... Estaremos juntos siempre, serás el padre de mis hijos y seremos felices... Te daré la estabilidad que mereces... Lo prometo- murmuró mirándole a los ojos con culpa y honestidad a la vez, porque pese a cualquier cosa de lo que sí estaba seguro era de que lo amaba.
Jimin le miró con ojos brillantes y labios temblorosos odiándose una vez más por creer en sus promesas vacías.
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🖤
Mi omega
Quizás parezca que me alargo demasiado, pero recuerden que son capítulos cortos que continúan los tiempos de los anteriores.
