Días después...
Jungkook se encontraba caminando por toda su habitación sin poder sacar de su cabeza lo que pasó hace unos días en la mañana en la cafetería. Jimin, su alfa, porque a pesar de todo sabía que era un lobo aunque este no lo aceptará.
Aquel olor que desprendía se había vuelto tan amargo que comenzó a picarle la nariz y a alterar a su Omega interior que bajo todo su nerviosismo exigía calmar a su alfa. Lo que le había desconcertado por completo fue, que al empezar a dejar salir sus feromonas y tomar el rostro de Jimin en sus manos los iris de este ya no tenían ese color dorado con el que le había conocido, no, estos habían tomado una tonalidad roja que era característica de los alfas más fuertes que una vez existieron, los puros.
Estos alfas eran muy difíciles de ver en la actualidad por la mezcla de los lobos pues en la antigüedad esos alfas eran los reyes de las manadas por su fuerza y astucia pues tenían mucha más fortaleza en las luchas y lograron someter a muchos alfas con su voz de mando, ellos eran codiciados por los omegas pues ser pareja de estos era un privilegio para cualquiera porque al enlazarse parte de su fuerza sería transferida a su pareja para que está pudiera albergar a sus cachorros que serían aún más fuertes por cada generación.
Lo que no comprendía Jungkook era que si sus teorías eran ciertas Jimin no hubiese sobrevivido tanto tiempo solo pues estos alfas en su interior, su parte animal siempre les exigía tener una manada a quien proteger y guiar pero Jimin aseguraba ser humano, entonces ¿Cómo? ¿Cómo pudo olvidarse de su parte animal siendo está una de las más poderosas entre los lobos? Tenía tantas preguntas y muy pocas respuestas y aunque quisiera no podía decirle a Jimin porque solo terminaría asustandole.
¿Quien no? Porque no es como si de un día eres humano y al otro te enteras que eres un lobo y uno de los más fuertes, eso no pasaba. Lo peor no era eso sino que todos sus compañeros también pudieron ver los iris de Jimin cambiar de color por lo que los rumores y chismes para mañana estarían por toda la universidad y estos podrían llegar hasta los oídos de Jimin. Se sentía frustrado, no sabía que hacer y esto no era uno de sus libros donde una ayuda divina saldría desde una cajita de sorpresas, esto tendría que arreglarlo el.
Quería a Jimin, su Omega estaba agusto en su presencia, y su parte racional comenzaba a quererlo, pero si no arreglaba el problema su alfa que tanto tiempo había estado ausente, y ahora sabía porque, se iría y estaba seguro que no regresaría. Necesitaba ayuda, urgente. Trato de recordar que hacían los protagonistas en momentos difíciles pero se sintió estúpido al tener en su mente solo llantos o resignación de parte de los personajes principales, la mayoría de libros que había leído eran basados en drama pero el no tenía tiempo para eso, no podía echarse a llorar en su cama hasta que alguien más hiciera las cosas por el, así no funcionaba la vida por lo que contra todo pronóstico se decidió a hablarlo con sus padres, ellos no tendrían la respuesta a sus problemas pero al menos tratarían de ayudarlo con esa situación.
Dando algunos respiraciones profundas se encamino a la sala donde estaban sus padres viendo una película, sus hermanos no estaba porque habían salido con sus respectivas parejas así que tenía via libre para hablar con ellos sin interrupción.
Con nervios pero decidido se colocó frente a la TV — Necesito hablar con ustedes de algo bastante serio — no sabía si fue la firmeza con que lo dijo o su expresión pero sus padres parecían hasta asustados pero dispuestos a ayudarlo.
Su padre alfa apagó el televisor mientras su papá Omega lo alentaba para que hablara — Dinos nosotros te escucharemos —
— Hay un chico...
— ¿Estás enamorado? — pregunto su papá sin poder evitar dar brincos en su lugar por la emoción.
Jungkook sonrió negando con la cabeza, si tan solo fuera eso...— No, no es eso aunque tiene algo de relación pero les contaré si me dejan de interrumpir —
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¡Esto no es un libro! 《Jikook》Omegaverse
WerewolfJungkook es un amante de los libros, su habitación completamente llena de estos y su teléfono sufriendo por el poco espacio gracias a los PDF que guardaba. Aprovechaba cualquier momento para leer importandole poco que todos los alfas de su Universid...