Jimin siempre había tenido un camino claro, a donde ir y como ser en la vida pues siendo un simple humano no tenía muchas opciones de donde elegir. Tanta información nueva en su cerebro le estaba haciendo desvariar en ideas que no eran. Ahora no podía decir que era solo un humano, el ahora era un cambia forma y no cualquier sino que un lobo. Lo peor es que aunque tratara de recordar las memorias no parecían estar en su mente, parecía como si en verdad hubiera perdido la memoria pero no quería creer eso, su tía nunca le había hecho daño y siempre trato de cuidarlo lo mejor que podía pero ¿Y si en verdad solo estaba esperando a que se presentara? Porque había estado extrañamente preocupada cuando le conto de sus pesadillas o de los mínimos cambios en su cuerpo.
"No puedo creer que por años pensaste que eras un humano" por un momento su respiración se detuvo gracias al susto que le causo aquella voz gruesa pero cuando pudo procesarlo solo rodó los ojos, recordando que ahora ya no estaba solo.
"Grandioso, ahora además de soportarme a mi tendré que soportar a un animal" pensó sintiendo un dolor en su pecho junto con un gruñido en su cabeza
"Mocoso insolente, todavía que hice el favor de escogerte me ofendes" gruño su parte animal, ofendido por sus palabras.
Jimin rodó los ojos pero dejo salir una sonrisa en sus labios. Siempre se había sentido solo, como si algo a lo largo de su vida le faltara y al parecer había sido no conocer su parte animal pues ahora parecía estar completo. Le agradaba poder hablar con alguien aunque fueran la misma persona, le gustaba, pues sabia que solo él podría escucharlo y esa era una conexión bastante fuerte que antes fue un simple sueño y ahora era una realidad.
Entre sus pensamientos recordó las pesadillas que había estado teniendo. En ellas se encontraba corriendo por un tenebroso bosque con otras dos figuras que no lograba reconocer pero lo que le sorprendía no era eso sino que estaba en su forma animal pues era el mismo lobo solo que mas pequeño. Si se concentraba podía sentir el ardor en sus manos y pies y supo ahí que talvez no era una simple pesadilla pues era tan vivido, las lagrimas que dejaba caer aquella mujer mientras lo abrazaba y la preocupación latente en el rostro del hombre que se mantenía simplemente viéndolo a la distancia. Los sueños siempre repetían esa misma escena pero ahora que se encontraba pensando tan fuerte en ello se dio cuenta que podía escuchar sonidos de disparos y el escalofrió que lo recorría por todo su cuerpo le hacia entender que de aquel arma era de la que huían pero después todo se volvía negro como si se hubiera desmayado y luego profunda oscuridad. Su siguiente recuerdo era el estando entre unas suaves cobijas y un canto que reconocía con la voz de su tía.
Todo era tan confuso y habían tantas preguntas que quería hacer pero no podía porque no tenía quien se las respondiera.
Llego a su edificio en menos tiempo del que pensaba pero en parte era debido que la mayoría del camino se la paso pensando en lo que le estaba pasando. Se sentía raro poder escuchar hasta el mas mínimo ruido y oler aromas que jamás pensó lograr detectar, otra cosa que debía ser fantástica era la aguda vista que ahora tenía al igual que la renovada fuerza que sentía recorrer sus músculos, con todo ello se sentía invencible aunque en el fondo sabia que no era así y tenía miedo de no poder controlarlo.
Cuando entro al departamento pudo detectar exactamente donde estaba su tía y sintió el olor a margaritas que desprendía, el perfume que siempre solía usar. Se quedo parado en el marco de la cocina esperando que ella lo detectara y no paso mucho tiempo para eso pues su tía no parecía sorprendida cuando lo vio ahí.
— ¿Ya lo sabes, verdad? — le pregunto con calma mientras depositaba el pie, que estaba haciendo, en la encimera.
Por un momento se sorprendió pero tenía que estar calmado, la desconfianza estaba latente en su pecho y no servía de mucho los gruñidos bajos que dejaba salir su lobo — ¿A que te refieres? —
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¡Esto no es un libro! 《Jikook》Omegaverse
WerewolfJungkook es un amante de los libros, su habitación completamente llena de estos y su teléfono sufriendo por el poco espacio gracias a los PDF que guardaba. Aprovechaba cualquier momento para leer importandole poco que todos los alfas de su Universid...