¡Esto no es un libro! 《Jikook》Omegaverse

DÉCIMO PRIMER LIBRO 📖

Tan pronto como la puerta de la enfermería se cerró Jimin comenzó a sentirse culpable por las lágrimas que derramo Jungkook, sabía que él no tenía la culpa de nada de lo que le estaba pasando ni que su memoria haya reprimido todos los recuerdos donde él era un cambia forma pero no podía concentrarse en sus pensamientos teniéndolo cerca, su olor lo descolocaba y lo llevaba a una bruma de tranquilidad de la que tarde o temprano tendría que salir por lo que prefería estar solo por un momento para lograr saber lo que le pasaba y porque ahora. Sin embargo, algo que no podía evitar era el dolor latente en su pecho y los leves gruñidos que podía escuchar en su interior, gruñidos que emitía su lobo sin motivo alguno, al menos eso creía él.

- ¿¡Podrías callarte!? - pregunto irritado a la solitaria habitación en la que se encontraba.

No hubo respuesta más que un gruñido más fuerte.

Se llevo la mano a su rostro, frustrado por todo lo que le pasaba y por las pocas respuestas que recibía, por un momento comenzó a pensar que se encontraba en una pesadilla y que podría despertar en algunas horas dándose cuenta que estaba en su comoda cama y que nada de eso había pasado, pero paso el tiempo y seguía ahí en la enfermería sin que despertara de su pesadilla. Hizo de todo para despertar; se pellizco, tomo algo de agua, cerro fuertemente los ojos, hasta llego a golpearse el pecho, pero parecía que nada de eso iba a funcionar y que todo no era más que la realidad y no un estúpido sueño como él quería creer.

Quiso llorar por la frustración y el estrés que tenía en ese momento, quería que alguien le ayudara y la única persona que estaba con él para apoyarlo la había espantado con uno de sus arranques y como si su vida fuera en picada la primera lágrima amarga resbalo por su mejilla siendo seguida por otras más que no se permitió detener porque sabía que de lo contrario solo lograría dañarse y dañar más a las personas que estaban a su alrededor. Como si solo eso necesitara su lobo, aquel ser irreal que todavía no podía creer que fuera suyo, se calmó y dejo salir unos leves ronroneos que solo hicieron que llorara más fuerte, solo ahí se dio cuenta del apoyo que podía sentir y del cual no pudo entender cuando su amigo Hoseok le había contado sobre el sentimiento y del porque nunca podría sentir una soledad latente porque jamás lo estaría, estando con su animal a su lado no volvería a estar solo.

Y lloro porque era la única manera de desahogarse más factible, lloro como nunca lo había hecho recordando cada uno de sus problemas y los nuevos que vendrían, porque ahora después de tanto tiempo sentía que encajaba en ese lugar. Se permitió dejar salir cada lágrima amarga para reemplazarlas por las nuevas esperanzas que comenzaban a surgir en su interior pero que aún no aceptaba. Pasaron varios minutos en los que se dedicó a calmar su respiración y a tranquilizar sus emociones y cuando estuvo listo una nueva forma de pensar había aparecido en su mente al igual que una disculpa latente que tenía para el lindo omega que lo había ayudado y del cual ahora tenía el completo camino para poder cortejarlo porque ya no había ningún impedimento para ello, no había nada que pudiera separarlos.

Se levanto de la camilla y arreglo un poco su vestimenta antes de salir de enfermería dispuesto a buscar a Jungkook para pedirle disculpas. Camino por todos los pasillos observando su reloj y viendo que aún faltaba para la siguiente hora de clase por lo esperaba encontrar al omega en la cafetería pues sabía que Jungkook pasaba bastante tiempo ahí con sus amigos, así que dejando salir un par de respiraciones siguió por los pasillos guiándose por las señales para llegar a la cafetería que se encontraba repleta de alumnos haciéndole algo difícil encontrar a quien buscaba y fue peor aun cuando no lo vio por ningún lado y a los únicos que logró divisar fueron a sus amigos y a Hoseok quien se encontraba con su crush.

Se acercó pensando que estos sabrían el paradero de Jungkook - Hola, soy Jimin el amigo de Jungkook ¿Saben dónde está? - preguntó tan pronto llegó a la mesa.