¡Esto no es un libro! 《Jikook》Omegaverse

EPÍLOGO📖

POV. JUNGKOOK

¿Cómo empiezo?

Por el principio sería un buen comienzo.

Han pasado ya tres años desde que nos conocimos con Jimin, dos años desde que nos casamos y un año desde que tenemos a Min ki, nuestro primer cachorro. Es raro decirlo así ya que deje de pensar en tener familia al comenzar a leer pues mi vida idealizada era estar siempre con un libro en mano, una taza de chocolate caliente, un sofá cómodo y un suéter acolchado para los días de invierno, pero la vida no siempre sale como la planeamos.

Es sorprendente como el tiempo avanza tan rápido y lo es aún más al ver que después de tantos anhelos a la luna conseguí lo que en el fondo siempre deseé, un alfa noble, cariñoso, el perfecto prospecto de los personajes principales de mis libros más amados. No fue fácil, he de decir, porque aunque en algún momento llegué a idealizar las relaciones de pareja después de estar con Jimin me di cuenta que no todo era amor y sonrisas. Fui conciente que el amor no engloba solo una felicidad sino un complemento con mi pareja, apoyo incondicional, confianza y comunicación para avanzar.

Jimin y yo teníamos gustos diferentes y lo descubrimos cuando nos mudamos juntos, mientras el prefería comer todo salado y ácido yo quería algo dulce y amargo lo cuál nos provocó problemas pero supimos sobrellevarlo, otro fue cuando quisimos amueblar nuestro hogar, ambos queríamos cosas tan diferentes y causó un distanciamiento en nosotros que pudimos resolver a base de un diálogo y disculpas por parte de ambos. Lo siguiente llegó a subir de nivel ya que cuando comenzó a trabajar en una de las tantas empresas de sus padres muchos omegas se le acercaban demasiado y le impregnaban su olor hasta el punto de causar inseguridad en mi Omega y para que negarlo, en mi también. Llore mucho sintiendo que no era suficiente o que me dejaría por alguien más pero todo eso cambio cuando Jimin se dió cuenta y como ningún otro me ayudó a trabajar en mi autoestima y seguridad, otra cosa que me enamoro de él es que al día siguiente de encontrarme llorando me llevo a la empresa y anuncio que era mi alfa, estaba casado conmigo y que solo me amaba a mi.

Eso hizo chillar a mi Omega de felicidad ¿Y a mi? Me hizo llorar queriendo demostrarle de la misma manera cuánto lo amaba.

No pasó mucho tiempo cuando yo también comencé a trabajar en las empresas de mis padres y quise devolverle lo que hizo Jimin conmigo por lo que en la fiesta del mes lo lleve y le anuncie a todos que él era mi único alfa y al único que amaría en esta vida y en la siguiente. Y se que aunque nadie lo noto, en la privacidad de nuestra habitación Jimin lloro mostrando una faceta frágil, ante mi, su pareja y la mejor manera de hacerle confiar en mí fue apoyarlo como él lo hizo conmigo.

Desde ese momento prometimos contarnos nuestras inseguridades al contrario sabiendo que podríamos solucionarlas entre los dos.

Un momento lleno de felicidad y el cuál me encanta recordar es cuando el doctor nos comunico que yo estaba embarazado, fue un cumulo de emociones que impactaron conmigo ese día, ambos estuvimos tan contentos que al salir del consultorio llamamos a todos nuestros amigos y familiares para celebrar. Nunca había sonreído tanto en mi vida como ese día pues después de semanas sintiéndome mal y con vómitos y mareos constantes Jimin me convenció de ir a ver a un Doctor, lo cuál termino en una noticia que nos alegro a ambos.

Lo habíamos hablado antes porque los dos queríamos criar en una perfecta armonía a nuestro futuro cachorro y los dos teníamos que estar de acuerdo al tenerlo, no queríamos traer a un cachorro al mundo como un accidente por lo que en el último celo de Jimin decidimos no usar condón esperando que la Luna nos pudiera dar la vida de un cachorro, y nuestro deseo se cumplió.

Mi embarazo fue una etapa hermosa pero dura a la vez para mí alfa y para mí. Hubieron noches en las que solo me dedicaba a llorar mientras otras solo deseaba mimos y besitos hasta dormir, aunque también hubieron otras en las que solo deseaba hacer el amor con Jimin hasta el siguiente día. También los antojos que tenía constantemente, aquellos que mantenían a Jimin saliendo a las dos o tres de la mañana para ir a comprar helado o chocolate. Algo que me causo inseguridad fueron las estrías y el aumento de peso pero con el constante apoyo de mi familia, amigos y de Jimin logré sobrellevarlo sabiendo que todo el sacrificio tendría un maravilloso regalo al final.