Una semana luego de la pequeña discusión que tuvo con su demonio, Rin volaba cómodamente en los lomos de Ah-Un, mientras Sesshomaru con mala cara los custodiaba a un costado.
Intentó varias veces hacer que la viera, pero las pocas veces que lo consiguió con sus ojos dorados le dijo que no le gustaba la situación en la que estaban justo en ese momento. Si aceptó fue únicamente porque habían muy pocas cosas que él le negaba. Puede que no fuera especialmente expresivo, pero era el ser más atento con ella.
Sentía como si el hubiera establecido una distancia entre ellos mientras miraba el precioso cabello plateado en el viento, acompañado de su semblante lleno de vacío.
Con una mano aferrada a las riendas del dragón y otra en su vientre se inclino con cuidado para susurrarle con cuidado que debía bajar un momento. Se sentía mareada y con asco. Su pecho le dolía de sentir tan frío a su amo.
Ah-Un se inclinó, bajando lo mas que pudo su lomo para que a ella no le costara bajar de él. Se acerco a ambas cabezas, dándoles un beso en su áspera piel del puro agradecimiento en su consideración.
Sentía a Sesshomaru bajando con ella, pero no del todo. Al subir los ojos lo vio estáticamente parado en lo alto de la copa de un árbol, mirándola fijamente.
-Por esto había dicho que no. -Su voz fría le llegó, clavándole un cuchillo en el pecho al sentirla.
El embarazo me tiene hecha una sentimental. Pero me duele mucho.
Le quitó la mirada a su esposo, como tantas veces el hizo, comenzando a caminar al claro que había cerca de donde habían parado.
Necesitaba refrescarse un poco con el agua cristalina del río.
Sintió en todo momento los ojos del demonio, que en ningún momento se movió de su lugar en el árbol. ¿Por qué estaba actuando de esa manera? ¿Es que acaso la tomaba por una caprichosa?
Cerró los ojos mientras pasaba una mano empapada por su rostro, dejando que la brisa la helara aun mas y le quitara la sensación de ardor en las mejillas. Dejo apagar todos sus sentidos solo para apreciar el frescor reconfortante en ella, intentando calmar a la vez su alma inquieta.
-¿Qué significa ese escozor en tu pecho, Rin? -Sesshomaru estaba tras de ella ahora, moviendo su cabello a un lado mientras posaba una de sus frías manos empapadas también en agua por la parte posterior de su cuello. Se le había olvidado que los unían sus sentimientos.
-No existe tal cosa, Señor Sesshomaru. -Se levantó, fijándose en que el llevaba un termo con agua limpia para ella. Lo tomó sin avisar, robándolo de su mano mientras seguía su camino hacia el dragón, quien esperaba tranquilamente.
-Rin. -Ella sorbió un poco de agua del alargado bambú, aun sin mirarlo ni darle su atención.
Acaricio su vientre mientras apoyaba un momento la espalda en una gran roca.
-Podemos seguir ahora. Me puede dejar en la aldea y volver al palacio. -Ah-Un corrió hacia ella al verla dispuesta a emprender de nuevo el viaje, pero paró en seco.
Sesshomaru la tomó del brazo sin ningún signo de fuerza en su mano haciéndola dar la vuelta de un momento a otro, queriendo que le diera la cara.
-Rin, tus ojos -Ella no obedeció, en cambio mirando atrás de él.
-Estoy cansada, Mi Señor. Deberíamos seguir.
-Tus. Ojos. -Artículo cada palabra lentamente, con la voz cada vez mas oscura. Y ella no obedeció.
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Someone to protect - Sesshomaru y Rin [+18]
FanfictionRin se ha preparado. Su desición de que vida vivir siempre estuvo tomada, por lo que busco la forma de caminar junto al demonio que adora. Entonces... ¿Por qué el aún no le pide volver bajo su protección? Un giro en la historia previa al cuento de h...