Sesshomaru permitió que su cuerpo entrara en somnolencia esa noche, luego de recostar su cuerpo al lado del cálido calor que le brindaba Rin, apoyada en su pecho con una mano fina y femenina aferrando de forma posesiva el costado de su cuerpo.
No había sido capaz de negarse al calor que ella le ofrecía, cubierta por su estola mientras suspiraba en sueños. La única mujer que tendría en la vida.
La madre de sus hijas.
Ahora contemplaba su rostro, viendo los rasgos dulces y suavizados a través de la cortina de sueño que aún le invadía el cuerpo recién despertado. Respiraba suavemente con los rosados y llenos labios entreabiertos. Había temido no volver a sentir su cálida risa, su cuerpo sugerente, y le atormentaba el alma cada vez que a la distancia veía el rostro de sus hijas, una combinación perfecta entre ambos. El solo era capaz de verla a ella.
Acarició suavemente la mejilla cremosa de su esposa, viendo como se removía en su sueño. Rin decía deberle mucho a él, sin comprender que ella fue quien lo salvo en primer lugar.
Recordaba perfectamente el día en que se habían conocido, y recordaba también el vacío fuerte y latente que dominaba todo su cuerpo, por sobre todo. Soledad, una vida cargada de dolor en que buscaba ciegamente el poder que lo haría sentir superior, llenando por fin la necesidad desconocida en su cuerpo.
La niña que era entonces emanaba preocupación por verle el cuerpo herido y mutilado, sin darle importancia a lo herida que ella misma estaba. Y ese corazón puro, solitario y testarudo llamo su instinto protector por sobre todas las cosas. Y ya no estuvo solo.
La niña, al convertirse en una mujer removió las fibras en su interior, que no sabía que tenía. Amor. Familia.
Protección.
"¿Tienes alguien a quien proteger, Sesshomaru?"
-Tengo vidas que proteger.
Por instinto llevó su mano al vientre de Rin, acariciándolo como lo hacía cuando aún estaban sus hijas dentro del cuerpo de ella. Sintió su sangre correr furiosa por el esbelto cuerpo, llevando consigo un palpitar estable.
Cerró los ojos disfrutando de la sensación de sus cuerpos, cuando a lo lejos sintió la electricidad llenando el aire de una forma inusual, como solo recordaba una vez haber sentido, mientras era acechado por el medio demonio Naraku.
La malignidad presente en la presencia, que aunque estaba en considerable distancia de sus dominios, se sentía tan clara por su cuerpo, hizo que se tensara buscando instintivamente el lugar donde había dejado su espada. Reconocía la energía, pero estaba aun mas viciada que la vez que lo enfrentó, cuando era mucho mas joven.
Se levanto del lado de su esposa, vistiéndose rápida y cuidadosamente para no despertar a su inquieta Rin. Tomó Bakusaiga empuñándola con fuerza al salir, notando a un dormido Jaken en el jardín, seguramente custodiándolos. Levantó su cuerpo en un vuelo rápido, buscando el limite de la barrera que protegía a sus aldeas cercanas, notando al forzar sus ojos que fuera habían demonios menores, en gran cantidad, chocándose con el campo de fuerza al intentar entrar.
Supo que un desastre de proporciones se acercaba, al no ser capaz de ver un rincón en que no hubieran demonios, que seguramente seguían a uno de mucho más poder y alcance.
Maldita mi suerte.
Volvió, rogando a todos los dioses que su perceptiva esposa no se hubiera despertado.
Al entrar vio su cuerpo desnudo sentada a un costado de su futón, enfundando sus piernas en las antiguas mallas de exterminadora. ¿Por qué creyó por un segundo que ella, siendo tan impulsiva, se quedaría dentro?
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Someone to protect - Sesshomaru y Rin [+18]
FanfictionRin se ha preparado. Su desición de que vida vivir siempre estuvo tomada, por lo que busco la forma de caminar junto al demonio que adora. Entonces... ¿Por qué el aún no le pide volver bajo su protección? Un giro en la historia previa al cuento de h...